Música, poesía y sonoridad en las palabras del Tata Cedrón

A horas de presentarse en el Teatro Universidad, el Tata Cedrón mantuvo una charla exclusiva con NU Digital en la que plasmó la pasión que siente por hacer música y por “musicalizar poesías que no fueron creadas para ser cantadas”, como él mismo prefirió definir su arte. A siete años de su regreso al país, luego de una larga estadía en Francia donde residió desde 1974, se animó a analizar la situación política y cultural que atraviesa Argentina en la actualidad.

Música, poesía y sonoridad en las palabras del Tata Cedrón

Cultura

Unidiversidad

Publicado el 23 DE MAYO DE 2011

“Yo hasta el día de hoy sigo haciendo cosas, tengo ganas, vitalidad, siento la necesidad de crear todo el tiempo”. De esta manera el Tata empezó describiendo el momento artístico en que se encuentra.   Al maestro parece no faltarle jamás los motivos ni las poesías para hacer una nueva canción. Tampoco para tocar su guitarra con la misma emoción que hace décadas atrás. Y así lo demostró la noche del sábado cuando junto al bandoneonista Miguel López embelesó al público que poco a poco fue colmando la sala del Teatro Universidad.

Apenas iniciada la charla con NU Digital, el músico se apresuró en relatar que mientras caminaba por las calles de nuestra ciudad, una parejita de jóvenes lo paró para pedirle consejos sobre cómo componer y cómo unificar música y poesía. “Les dije: uno agarra un poema, inventa una melodía, y así se hace una canción. Pero primero hay que sentirlas en profundidad a las dos: a la poesía y a la música”. Esta escena que manifiesta el interés de los jóvenes en conocer el trabajo del Tata  y su grupo, y en cómo lo hacen, se repite en todas las ciudades que visita. “Además de hacerme muy feliz,  la siento como un fenómeno cultural”, dijo el guitarrista y compositor, en referencia a la conexión que mantiene con la juventud.




Tratándose de un grupo que fue creado en la década de los `60 ¿Para Usted que es lo que atrae aún hoy del Cuarteto Cedrón a los jóvenes?

Por un lado, que se basa en un género tan propio como particular, y esto tiene que ver con lo que yo digo siempre: “No traten de encasillar la música en determinado género, afortunadamente no siempre se puede”.  Nuestro eje es el tango, pero a la vez hay  mucho más que eso como las milongas, los valses, y lo que no se puede rotular. También que lo del Cuarteto es poesía, música acústica, música con instrumentos de acá, como el bandoneón y la guitara,  con una voz como la mía que viene desde muy lejos, que tiene color.

Hay que saber que a partir de los ’60 se empieza a cantar como John Lennon, todo agudo, y antes la voz de los músicos argentinos era grave en general. Entonces el grupo también se define por un estilo más bien grave, con esa intención yo puse la viola en vez del violín, de la guitarra toco las bordonas, del bandoneón toco con la mano izquierda. Esto hace que los jóvenes se den cuenta que en el Cuarteto hay un color, es decir, una manera austera de hacer arreglos que no es virtuoso. Lo virtuoso del Cuarteto pasa por la respiración y los tiempos.

Teniendo en cuenta que ha musicalizado poemas y poesías de varios poetas, entre ellos Juan Gelman, Julio Cortázar, Raúl Gonzalez Tuñón ¿Puede explicar en qué basa esa selección, ya que también se suman a ese listado escritores más bien del submundo de las letras?

Es por una cuestión de sensibilidad y placer hacia ese poeta. También por temas que me pueden llegar a interesar, pero no solamente esto ya que además me guío por la sonoridad, por el ritmo del poema. Hay palabras que suenan, que son hermosas en sí. Frases y palabras que en ellas contienen un mundo, que puede ser cualquier mundo. Por eso mezclo muchos poetas. Yo en ese proceso considero a todos los que escriben poemas, Homero Manzi, Cátulo Castillo, Pablo Neruda, son poetas reconocidos; pero Cadícamo también es un poeta y no siempre se lo ha valorado como tal.

También tengo en mi repertorio poetas, como vos decís, que no son tan reconocidos.  Pero todos de un nivel altísimo; por ejemplo García Tuñón que compartió horas de amistad con García Lorca y Pablo Neruda. Es decir, no pasa por si fue amigo o no, pero lo digo para ilustrarte la calidad de Tuñón, que por su bajo perfil muchos desconocen. Sucede que acá a veces hay gente que pasa para arriba y se queda en ese lugar; y otros que no, que prefieren estar siempre un poco más tapados. Este último caso es también el del Cuarteto Cedrón, porque al igual que este escritor no buscamos sobrepasar la vida que llevamos cada día, no queremos estar encima de nadie, no nos interesa la fama. Y eso es lo que me atrae también de muchos poetas.

Desde su experiencia como hacedor cultural y en base a la reivindicación de lo popular que muchas veces hace a través de su música ¿Qué opinión le merece la recuperación de ciertos festejos populares que se viene dando en el último tiempo, como por ejemplo el regreso del carnaval?

Se percibe en el país cierta recuperación de los lazos sociales, que está impulsada por la mayor participación de la gente en lo político y lo social. Entonces se presenta en una mayor efervescencia en las fiestas, vuelven algunas fiestas populares y eso está muy bien. Sin embargo en lo cultural noto alguna faceta imitativa, por ejemplo en el carnaval, y no tan genuina como alguna vez lo fue. Cuando los militares prohibieron el carnaval muy pocos se resistieron, y no hacía falta hacerse montonero para defenderlo; por eso como digo yo digo en el tango: “todo el año es carnaval”.

Recuerdo los carnavales cuando yo era pibe, los comparo con los de ahora y noto que no son iguales; estos tienen orquestas más refinadas, con instrumentos electrónicos; hoy se hace una música más bien lavada, tipo baion, brasilera. Antes nuestra murga no era así, se cantaba al unísono y no como la cantan los uruguayos. Se trata de murgas medio envasadas al vacío, les falta espontaneidad.  De todos modos es muy valioso que el carnaval haya vuelto a nosotros, y que poco a poco retome su identidad.

Luego de haber pasado tantos años en el exterior ¿Cuál es su visión respecto al momento político y económico que atraviesa el país?

Como te decía antes encuentro al país en un momento muy vital, donde la gente quiere participar. Esto viene  desde la época de mi regreso, allá por 2004, porque hay que reconocer que fue Néstor Kirchner quien creó esta mística y luego la continuó la presidenta Cristina Fernández. De hecho ayer la ví por televisión en un acto donde le decía a la gente: “participen, pongan pasión porque si no hay interés en la política el país no avanza”. Esto es verdaderamente muy importante para nuestra sociedad, pasa que en este marco es difícil gobernar. La parte económica está muy enroscada todavía en la época de las cavernas, el neoliberalismo caló profundo en los ’90 y todavía está muy atado. Es bastante difícil deshacer esos nudos.

Hay posiciones de sectores enfrentados con el Gobierno que en algunos casos tienen razón con sus críticas pero que se trata de cuestionamientos sobre asuntos de muy compleja resolución. Casualmente anoche discutía el problema de la minería, un tema muy latente aquí en Mendoza. Y en este contexto hay que tener en cuenta una situación especial que se vive en Argentina: la de las cautelares. Ahora viene cualquier tarado y mete una cautelar en defensa de sus propios intereses, y los proyectos que benefician a la mayoría quedan trabados. Me refiero a la Ley de Medios y a otras iniciativas importantísimas para el país, pero lamentablemente contra la cautela se puede hacer poco, es una medida de tiempo indeterminado que obliga a ir “cauteloso”, entonces es muy difícil avanzar así.

No nos olvidemos del caso de la 125, cuando surgió ese drama tan feo para nuestro país en que un ser humano  al frente de un proyecto se da vuelta sin mínimos argumentos sobre un tema tan crucial y vital para el pueblo. Estoy hablando del vicepresidente Julio Cobos, cuya actitud anuló la posibilidad de llevar a cabo una medida de corte redistribucionista.

Entonces, si hay trabas para aplicar la Ley de Medios, para aprobar la 125, para comprobar la verdadera identidad de los hijos adoptados de la dueña de Clarín, imaginate lo difícil que debe ser regular el tema de la minería. Sacarle las concesiones a los empresarios mineros equivale a que te manden misiles, no te quepa la menor duda. Hay mucho cinismo en esto de parte de la gente que no se da cuenta de esta situación.

Conociendo su relación con el poeta Paco Urondo, a cuyas letras también les puso música, me pregunto si tiene para usted algún significado especial presentarse hoy en esta provincia donde justamente se está llevando a cabo el juicio de lesa humanidad que entre otras causas juzga el asesinato del escritor bajo el último terrorismo de Estado ...

Justamente la primera vez que vine a Mendoza fue con Paco, en 1962. Tengo fotos donde estamos juntos en la cordillera, nos acompañaba Zulema, quien ese momento era su mujer, Disfrutamos mucho de esos momentos acá, tanto que en algunas fotografías salimos bailando… Por supuesto que sí, que todo esto me produce una sensación muy fuerte, y a la vez muy íntima. Por eso de esto trato de no hacer un slogan, lo mío es muy personal y me concentro en que hoy  vengo a cantar. 

Sí tiene mucho valor el hecho de que la Justicia al fin marche y pueda seguir adelante, que se determinen los culpables de tanto horror. Aún así lo que siento es muy personal, yo de lo que pasó en la dictadura me acuerdo todos los días, pero Paco y otros tantos no vuelven más…



 
El sábado 21 de mayo  el maestro Cedrón acompañado por el bandoneonista mendocino Miguel López, cautivó a un público que llenó la sala del teatro Universidad. A través de un sencillo espectáculo marcado por un inolvidable tono intimista, el Tata presentó los temas de su último CD doble, que cuenta con poesías de Miguel Ángel Bustos en “Corazón de piel afuera” y de varios autores en “Godino”, como Paco Urondo, Pedro Atienza, Raúl González Tuñón, David Alvárez Morgade.

Por: Penélope Moro