El primer archivo sonoro de Mendoza llevará el nombre de Tíndaro Muscará

Radio Nacional Mendoza inauguró un espacio público donde es posible consultar 5000 horas de material sonoro. Se trata de un homenaje para el locutor y periodista mendocino que aportó gran parte de su trabajo a este proyecto.

El primer archivo sonoro de Mendoza llevará el nombre de Tíndaro Muscará

Tíndaro Muscará tiene un estudio de radio en su hogar, desde donde comparte online su colección de vinilos. Foto: Victoria Gaitán.

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Unidiversidad / Rodrigo Armiento

Publicado el 28 DE SEPTIEMBRE DE 2017

“La radio no es solamente entretenimiento, la radio es historia, la radio es formación”. Esta reflexión pertenece al locutor y periodista mendocino Tíndaro Muscará, un hombre que, con su trabajo, hizo realidad estas palabras. Un hombre que, con su voz, hizo historia. Y es que sus relatos, y sus colecciones de relatos, abarcan los grandes acontecimientos históricos que atravesaron el país (y el mundo) durante la última mitad del siglo XX, relatos que hasta hace poco estaban archivados en su hogar, pero que hoy forman parte de lo que es la primera “hemeroteca” sonora pública de Mendoza.

Los años no vienen solos, dice el dicho. Tíndaro tiene 77 y le cuesta moverse, pero eso no le impidió levantarse de su silla para darme un cortés saludo de bienvenida e invitarme a tomar asiento en el sillón de su sala de estar. Sin abandonar sus hábitos de locutor, antes de comenzar a hablar, toma un trago de agua, pasa su lengua varias veces alrededor de sus labios y acomoda su postura de tal forma que la espalda quede recta sobre el respaldar. Ahora sí, vamos a hablar de eso que tanto le gusta y que tanto ama: la radio. Automáticamente, sus achaques (típicos de la edad) desaparecen, y sus ojos comienzan a brillar como en su juventud. Es entonces cuando todos los recuerdos le vienen a la memoria y el mundo entero parece hacer silencio para escucharlo atentamente. Así, uno logra observar en él algo que es atemporal, algo que no podría disimular aunque quisiera: la pasión. La pasión por el periodismo y por la radio.  

El martes 28 se presentó, en el marco de las celebraciones por los 64 años de Radio Nacional Mendoza, el primer archivo sonoro de la provincia. Este espacio, que se encuentra en el sótano de esa radio, contiene grabaciones digitalizadas que abarcan desde 1930 hasta la actualidad y fue declarado de interés cultural por la Cámara de Senadores de Mendoza. En total, son 5000 horas de material sonoro, y cualquier persona interesada en investigar hechos del pasado puede acceder a él.  

Tíndaro aportó gran parte de ese material, y en su honor, el archivo sonoro lleva su nombre. No sólo aportó trabajos propios, sino que, siendo un gran aficionado (si es que la palabra no le queda chica), aportó grabaciones de programas radiales de todo el mundo. Para él, a las palabras no se las lleva el viento.

Su nombre no es común, y no pude evitar la pregunta:

¿Cómo se pronuncia: Tíndaro, con acento en la `i´, o Tindaro?

Es Tíndaro. El nombre proviene de una virgen griega cuyo barco quedó encallado en Sicilia, la Virgen del Tíndari. Mi vieja lo acomodó y me puso Tíndaro. Y Muscará debería ser Muscar Al, y es porque los árabes estuvieron 400 años en Sicilia. Mi viejo decía: pongámosle José, por lo menos. Pero quedó Tíndaro. Ese “tín, tín” suena mejor en la radio. Muchos me preguntan: “¿Che, qué es eso?”. ¿Cómo qué es eso? ¡Es mi nombre! Está bien, perdoname (dice simpáticamente). Me dicen de todo: Tindaro, Sinardo…  

¿Cómo surgió la idea de crear este espacio histórico para archivos de radio?

A través de mi trabajo en la radio, que no fue mucho (fueron unos 30 años), se me ocurrió guardar las voces, porque las voces no se las lleva el viento. No solamente las voces, sino los hechos y los acontecimientos.

“Las radios antes tenían tres secciones: la A, la B y la C. La A era a la mañana, donde todo se vendía. La B era a la tarde; y la C, la noche, donde empecé a trabajar yo.

“Las Naciones Unidas y las radios del exterior nos mandaban a nosotros material que yo conservo todavía y que muchos tiraban a la basura. Yo sacaba de los tarros de basura, en las noches, esos discos que tiraban en las radios porque decían que no servían, que lo más importante era poner a Palito Ortega –que no está mal Palito Ortega–, pero no era lo más importante. Había otros detalles. Cuando un periodista salía con el micrófono o con una cámara fotográfica, a la guerra (por ejemplo), se jugaba la vida. Y todo eso se perdía.

“Entonces me pregunté: ¿qué voy a hacer con esto? Lo vamos a guardar, lo vamos a tener para que, luego, los jóvenes entiendan cuál es el papel de la radio. Cómo juega la radio. La radio no es solamente entretenimiento, la radio es historia, la radio es formación. ¿Cómo forma? Al tener esto, al tener este material para poder comentar, poder analizar, disfrutar de él…

¿Qué tipo de programas podemos encontrar en estos archivos sonoros?

Por ejemplo, tengo grabado lo que pasó en la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes, en aquel entonces, construían equipos de radio que después pasaban a venderse (muy pocos, pero se vendían) a quienes podían comprarlos. Y cuando estas personas sintonizaban la onda corta, sintonizaban radios alemanas. Esas radios decían que la guerra iba a favor de Alemania. Joseph Goebbels era quien inventaba la publicidad, un genio que tenía Hitler a su lado.

“La onda corta es una frecuencia por la cual, hoy en día, aquí, adentro, están entrando miles de señales de emisoras, y que con algún decodificador podríamos sintonizar y escuchar.       

“¿Qué pasaba acá? Algunas personas (una de ellas fue mi suegro) empezaron a construir aparatos de radios que, gracias a técnicos, lograban sintonizar la onda corta. Se podía escuchar, entonces, emisoras del exterior que decían la verdad sobre la guerra, que Rusia había repelido el ataque a Stalingrado y que, a partir de ahí, se iban sobre Alemania. Esto era algo que los alemanes no querían aceptar, y los japoneses tampoco (hasta que les tiraron la segunda bomba atómica, que fue una barbaridad, pero que pasó). Todo eso está grabado, todo eso está en el archivo, todo eso está comentado.

“Tengo grabaciones donde el locutor de una radio judía está diciendo: “En estos momentos están cayendo las bombas de los árabes sobre el Estado judío”, que fue en el año 1948, cuando David Ben-Gurión estaba creando el Estado judío.

“Sobre la Guerra de Malvinas hay datos, hechos, que yo no he querido dar a conocer nunca, porque son tan hirientes y tan duros que afectan, incluso, a países hermanos. Yo me pasaba las noches conmovido, grabando a emisoras del Uruguay, a la BBC de Londres y a la radio KGEI, La voz de la Amistad de San Francisco, California, y esa era la única forma de saber la verdad de lo que estaba pasando en Malvinas. Realizamos una grabación que se llamó: Malvinas, la realidad de una historia, que nunca la he comercializado ni difundido, pero la tengo en archivo.

“Si no miramos para atrás, si no hacemos la cabeza para atrás y no vemos qué pasó, no podemos mirar para adelante. Porque vamos a seguir cometiendo los mismos errores.

¿Se encontró con dificultades en el camino?

Sí, hubo muchas dificultades. Muchas. Especialmente en la época de los militares. Yo tuve la oportunidad de jugarme la vida (bah, es una forma de decir, pero es así). Yo vivía en la calle 9 de Julio, de Ciudad, 1145, en el segundo piso, y al lado de la cocina coloqué una mampara para crear un estudio de radio. Tenía allí una grabadora a cassette, una consola y los discos. Las personas que quería grabar tenían que ir a ese estudio. Yo grababa a políticos: a gente de la oposición, a gente de derecha, a gente de izquierda, de lo que sea (nunca me identifiqué con ninguno, simplemente quise dar a conocer). Ellos se sentaban en un sillón rojo que había en ese estudio, que era chiquito pero muy accesible. Esas grabaciones yo las mandaba a KGEI, California, a Radio Sudáfrica, a La Voz de los Estados Unidos de América, a Radio Rusa (antes se llamaba Radio Moscú), a Radio Francia Internacional, a Radio Canadá Internacional, a Radio Berlín Internacional (o a la RDA, otra radio que había en Alemania). Es decir, las difundía por el mundo entero. Esas radios transmitían en muchos idiomas y por onda corta, cuando la FM prácticamente no existía.

“No era fácil la comunicación. Me ha tocado pasar por tiempos muy difíciles, pero los he superado.

¿Cómo es la tarea de recopilación?

La recopilación es diaria. Lo hago, inclusive, ahora. Por ejemplo, yo duermo con la radio encendida. Esta casa tiene dos o tres aparatos de radio que están encendidos permanentemente. Y tengo, en mi mesa de luz, una casetera que me ha acompañado siempre, a todas partes. En las noches, ¿qué hago? Pongo a grabar el cassette. Luego, en la mañana, lo saco y se lo llevo a una persona que me lo digitaliza. Así han quedado grabadas cosas realmente increíbles, hechos y acontecimientos que me han sorprendido.

“Me ha llevado mucho tiempo, pero no dejo de hacerlo. Lo vengo haciendo desde que era un niño, prácticamente.

“El cine y la radio han sido dos elementos fundamentales, mucho antes que la televisión. Ya lo decía Chaplin: la radio y el cine eran dos elementos de conservación de imágenes y de sonido que iban a transformar el mundo.

Su hogar es casi un museo de la radio argentina. Allí hay proyectores de cine que datan de 1940; receptores de la época del 20 y el 30; películas y discos de colección, tales como las obras completas de Beethoven. "Esto es oro en polvo", dice Tíndaro. Conserva en perfectas condiciones cerca de 6000 vinilos. Foto: Victoria Gaitán.

  

Una pasión que no tiene límites

Muscará no siempre se dedicó a la locución. Él es, también, auxiliar en criminología y enólogo. A sus 30 años comenzó a incursionar en los medios y, si bien trabajó también en la televisión, desde niño ya tenía una debilidad por la radio. Alguien que ama lo que hace puede lograr cosas increíbles.

Tíndaro me cuenta que por los años 60, la radio le proveía al periodista únicamente un cassette y un aparato grabador. “Con ese cassette y ese aparatito el tipo salía en la mañana a trabajar y terminaba a las 12 de la noche. Llegaba a la radio, se editaba el material, y en la mañana o en la noche ya se tenía el informativo preparado”. El problema era que al día siguiente se utilizaba la misma cinta para grabar las noticias, entonces el material anterior se iba borrando. En ese entonces, esa tecnología era cara y no cualquiera podía comprar varios cassettes. Muscará trabajaba horas extras en otros lugares para juntar dinero y comprar esas cintas, y así poder grabar y guardar lo que otros desechaban. Esa era la única manera de poder cumplir sus objetivos, y no le importó tener sólo cuatro horas diarias para dormir. “Iba guardando, grabando, guardando y grabando. Y, además, anotando, llevando un archivo”. De esa forma, Tíndaro logró tener su propio estudio de grabación. “Hacía mil programas, muchos de los cuales conservo. Programas sobre música clásica, jazz, tango y folclore, entre otros. Me acuerdo de algunos: “¿Quién está triste ahora?”, “El jazz también existe”, “Folclore sin mirar atrás”… Fueron programas muy conocidos y que gustaban mucho al público”. Después de esa experiencia, se hizo cargo de la FM Radio Nacional y también inauguró la FM Radio LV10.

Al comparar las tecnologías de su época con las actuales, el periodista hace hincapié en lo difícil que era ejercer el periodismo hace unas décadas. “Nadie nos facilitaba nada. Teníamos que lograrlo a través de nuestros propios medios. Hoy en día, vos te ponés con una computadora y tenés lo que te dé la gana. Nosotros no teníamos ni internet, ni teléfono. Para hacer una comunicación a Buenos Aires pasaban 4 o 5 horas. Cuando se filmaba, se filmaba en celuloide, había que revelar y había que traerlo a Mendoza. Yo hacía esos trabajos”.

¿Qué siente usted al ver este proyecto hecho realidad?

Me llamó mucho la atención que me llamara la directora (NdR: Gabriela Figueroa es la directora de Radio Nacional Mendoza). Yo soy un tipo de bajo perfil. No estoy haciendo bandera, nunca lo hice. Yo hice mi trabajo, y lo hice con amor. Gabriela me dio valor y me alentó a que siguiera conservando la parte técnica (NdR: sus archivos). Ella, conociendo que yo tenía todo este material, me propuso hacer el archivo número 1 de Mendoza. Muchos han intentado hacerlo, pero no lo han logrado porque no han sabido cómo. Gabriela y su equipo de gente (Laura Velazco, Mario Ávila, Claudio Cagnoli, y todos estos chicos que han estado trabajando) me invitaron a que aportara este material. Yo lo hice con mucho gusto, pero de pronto se transformó en algo realmente increíble para mí. Una sorpresa. Esa sorpresa la recibí ayer (NdR: por el martes 26), cuando me enteré de que la Cámara de Senadores había dado su voto de valor cultural al archivo número 1 de Radio Nacional. Me conmoví realmente. No esperaba que esto tomara tanta importancia.

Tíndaro espera que sean los jóvenes quienes se interesen en los archivos sonoros y les saquen el mayor provecho posible. “Hay mucho que aprender, hay mucho que los jóvenes no saben. Hechos y acontecimientos históricos, económicos, sociales y políticos que nos han afectado por mal manejo, por mala administración. Están ahí, son factibles de originar debates; ponerlos en una mesa, escucharlos y debatirlos entre un grupo. Hay que aprender a debatir”. 

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