La música, fuente de juventud del bajista y stickista Tony Levin, está presente en su vida desde temprana edad, a los 10 años comenzó a tocar el  contrabajo y luego la tuba, durante su adolescencia se acerco como bajista al jazz y al rock, y ya en la década de 1970 inició su carrera como músico sesionista. A finales de esa década se unió a la banda de Peter Gabriel y ya en los ochenta integró la formación de King Crimson, la mítica banda de rock progresivo liderada por Robert Fripp, de las cuales aún es parte. En esos años, conoció y comenzó a interpretar el “Chapman stick”, instrumento creado por el luthier Emmett Chapman en los sesenta, y sonido principal del trío Stickmen que lo trajo junto al baterista Pat Mastteloto y al guitarrista Markus Reuters a los escenarios de las principales ciudades argentinas en este 2011.

Las puertas del Plaza se abrieron a las 21hs para dar paso a un buen número de asistentes que esperaban ansiosos desde minutos antes en la vereda del teatro, con una leve llovizna que caía sobre ellos. Cerca de las 22 (hora pautada para el inicio), el público se fue agolpando en el hall para tomar sus lugares y deleitarse con un espectáculo que veían como imposible hace tan sólo un tiempo atrás, tanto el prestigio de Levin como el de sus compañeros, dejaron como resultado un teatro casi al máximo de su capacidad.

Minutos después de las 22.30, la formación de Stickmen salió al escenario y fue recibida fervorosamente por el público, que aplaudió de pie la primera interpretación de la banda, una versión en castellano en la voz de Levin del clásico de Crimson “Indiscipline” (Indisciplina). Luego siguieron con composiciones propias de Stickmen, del repertorio de King Crimson y hasta una brillante versión de la suite de “El pájaro de fuego”, de Igor Stravinski. 

El género progresivo no es de los más populares dentro del rock, pero sin duda tiene uno de los públicos más fieles y exigentes, y los seguidores de lo progresivo en Mendoza no son la excepción. La audiencia escucha atentó y analíticamente, conteniendo el aliento casi, pero explotó en aplausos para reconocer el virtuosismo de este genial trío, en el que Levin es la cara más reconocida, pero no por eso sus compañeros merecen menos elogios. Mastteloto sobresale con la fuerza arrolladora de sus cambios rítmicos en los parches y la ductilidad de los efectos que aporta y Reuters logra un impresionante marco de sonoridad gracias a la “Touch guitar”, su propia invención, suerte de guitarra que suena similar al stick y se interpreta con la misma postura. Otro elemento que contribuyó a la exquisitez del show fue el excelente sonido, revisado detalladamente por la banda y sus técnicos locales y extranjeros en las horas previas a la presentación

Luego de una hora y media de concierto, Stickmen se retiró momentáneamente y volvió para interpretar un bis de tres temas, cerrando con “Elephant talk”, clásico de Crimson que recibió una ovación de pie por parte del público.

El paso de Stickmen por Mendoza superó ampliamente las expectativas de una audiencia ansiosa por ver a músicos tan prestigiosos y creativos, venidos desde otras latitudes. La sensación en el aire era la de pensar “ahora en Mendoza esto sí que puede pasar”. Que se repita.

Por Natalia Calderón Alvarez (Radio Universidad)