Tras las huellas del dinosaurio

Avanza la investigación sobre los dinosaurios saurópodos titanosaurios encontrados en Malargüe, y se edifica el Parque Cretácico Huellas de Dinosaurios en en el sur mendocino. 

Tras las huellas del dinosaurio

Malargüe hace 71 millones de años: una manada de titanosaurios atraviesa una llanura deltaica. Ilustración del Paleontólogo Bernardo González Riga ©.

Especiales

Enrique Roig

Publicado el 13 DE SEPTIEMBRE DE 2012

Para conocer más de estos progresos, dialogamos con el Dr. Bernardo González Riga, paleontólogo, Profesor del ICB-UNCuyo, investigador del Conicet-Ianigla,  y director del proyecto Dinosaurios terópodos y saurópodos del Cretáceo de Mendoza (Argentina): huellas fósiles y osteología, subsidiado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo.

En el 2006 Bernardo González Riga junto a su equipo del Conicet-Ianigla, anunciaron el hallazgo del primer yacimiento de huellas fósiles de dinosaurios de Mendoza, y uno de los más significativos de la Argentina. El yacimiento, ubicado en Malargüe, al sur de la provincia de Mendoza, comprende alrededor de 400 huellas de dinosaurios. Fueron producidas, en su gran mayoría, por saurópodos titanosaurios, grandes herbívoros de cuello largo que habitaron la región hace 71 millones de años.

Científicamente, las huellas fueron denominadas Titanopodus mendozensis -pies de titanes de Mendoza- y publicadas, junto con los doctores Mercedes Pramparo y Jorge Calvo, en revistas científicas y congresos de Inglaterra, Alemania, España y Brasil.

Ahora el proyecto de investigación Dinosaurios terópodos y saurópodos del Cretáceo de Mendoza (Argentina): huellas fósiles y osteología, nos abre los ojos a una parte de la historia evolutiva impensada. Estudiando esas pistas milenarias dejadas en la roca se ha logrado vincular esas huellas con otro descubrimiento efectuado en Neuquén que consiste en la obtención de un esqueleto articulado de un dinosaurio titanosaurio muy similar al que produjo las huellas de Mendoza. 

Este avance permite tener una mayor precisión en la comprensión integral acerca de cómo eran estos saurópodos titanosaurios y el ambiente que habitaron, bases para conocer las condiciones climáticas y geográficas de fines del Cretácico, periodo que estuvo cerca de la extinción masiva de los dinosaurios vinculada a cambios climáticos y la caída de meteoritos.

La relevancia del hallazgo es tal que el yacimiento debería ser preservado como un museo a cielo abierto, donde hay huellas únicas, las de Titanopodus, distintas a las de otros dinosaurios del mundo.  Por ello, los doctores González Riga y Pramparo promovieron su preservación proponiendo los primeros proyectos de parque paleontológico. La Legislatura de Mendoza declaró de interés su protección y la  Municipalidad de Malargüe está finalizando la construcción del Parque Cretácico Huellas de Dinosaurios. En este contexto, los investigadores promovieron un convenio de cooperación entre distintas entidades como el Conicet, el Ministerio de Cultura y la municipalidad de Malargüe, a fin de unir esfuerzos en pos de su preservación y difusión cultural.

Para conocer más estos fenómenos, charlamos con el doctor en paleontología Bernardo González Riga. 

Estudiantes del ICB-UNCuyo ayudan a preservar las huellas fósiles de dinosaurios, durante el desarrollo del proyecto de investigación. 

I. Malargüe hace 71 millones de años: un misterio que se devela

Riga nos contó que hace 71 millones de años el mar ingresaba por la Patagonia y llegaba al sur de Mendoza, donde se formaba un angosto estuario, entre la Sierra Pintada de San Rafael, una montaña elevada, y un arco volcánico en el sector de la actual Cordillera de los Andes. En esa geografía se formaban extensos deltas, donde se acumulaban sedimentos carbonosos, fangosos, donde quedaban preservados algunos huesos aislados de tortugas de agua dulce, o de reptiles marinos de largo cuello, los plesiosaurios. 

Las evidencias sedimentológicas indican que en esos ambientes eran frecuentes las lluvias de cenizas volcánicas. Y justo en un momento dado, difícil de precisar, una manada de al menos siete dinosaurios titanosaurios atravesaron la llanura deltaica y dejaron sus huellas. Fue así como alrededor de 400 huellas quedaron impresas. Luego subió el nivel del agua, se cubrieron de sedimentos y fosilizaron. Estuvieron dentro de los estratos por millones de años hasta que los levantamientos de la cordillera plegaron e inclinaros las capas de roca. Luego la erosión fue dejando al descubierto algunas de estas huellas; y finalmente un paleontólogo, Bernardo González Riga, caminando  por esa quebrada, detectó estructuras que le parecieron huellas. Llamó a sus colegas y se pusieron a desenterrarlas. Eran verdaderas huellas de dinosaurios y representaban un tesoro para el patrimonio de Malargüe y la provincia de Mendoza. 

A partir de las huellas de dinosaurio encontradas en Malargüe ¿qué avances hay al respecto?

Desde un punto de vista ecológico y turístico el municipio está terminando la construcción del Parque Cretácico Huellas de Dinosaurios. Para este importantísimo emprendimiento hemos elaborado un plan de manejo para poder establecer los circuitos para visitantes, los miradores y el contenido científico que se explicará en el recorrido.

Tengamos en cuenta que hemos encontrado dos tipos de huellas, de saurópodos y de terópodos. Los primeros fueron herbívoros de largo cuello, cuadrúpedos y de paso relativamente lento. A partir de cuidadosas medidas sabemos que estos animales tenían unos 12 a 13 metros de largo,  con una altura de cadera de 2,3 metros, y caminaban entre 4,7 y 4,9 kilómetros por hora. Por su parte, los terópodos que habitaron el lugar eran más pequeños, de andar bípedo, carnívoros de unos 3 metros de largo.

Estas pisadas fueron encontradas en rocas de la formación geológica Loncoche –unos 71-72 millones de años-. Y coincidentemente, en estratos de la formación Allen, una unidad de la misma edad, unos 300 km más al sur, en la provincia de Neuquén, hallamos parte de un esqueleto articulado de un titanosaurio, casi del mismo tamaño del animal que produjo las huellas Titanopodus.

Esto nos permitió estimar con mayor precisión el tamaño de los productores de las huellas y ajustar las fórmulas que permiten estimar la velocidad de marcha, las que vinculan el tamaño de las huellas con la altura de la cadera, y el largo de la zancada, es decir, la distancia entre huellas del mismo lado.

¿Nos podría explicar cómo investigan a los dinosaurios y su medio ambiente?

La Paleontología es la ciencia que estudia los fósiles, los restos de organismos que vivieron hace miles o millones de años y que se han preservado en las rocas sedimentarias. Su estudio tiene una aplicación directa para conocer dos fenómenos: uno es la evolución, teoría central en la biología, y otro son los cambios ambientales acaecidos a lo largo del tiempo.

En el yacimiento de huellas de Malargüe, los estudios de granos de polen fósil (Paleopalinología) son realizados por la doctora Mercedes Pramparo. Estos análisis permiten conocer la flora que había en esa época, y por ende el tipo de ambiente. Por su parte, el estudio de los sedimentos es efectuado por el doctor Ricardo Astini. Los organismos están en plena relación con el ambiente donde viven, entonces, encontrar determinado fósil nos permite indagar cómo era el ambiente donde existía ese ser vivo. A partir de allí, podemos interpretar cómo ha ido evolucionando el clima en la historia del planeta Tierra.

¿Qué conocimientos se pueden elaborar a partir del análisis de los huesos y de las huellas?

Trabajamos con dos líneas de investigación –complementarias e independientes- sobre fósiles de dinosaurios. Una es el estudio de los huesos de dinosaurios que han preservado los pies y el otro es el análisis de las huellas que hemos encontrado. 

Estudiar los huesos (Osteología) nos permite conocer las características anatómicas y movimiento de los animales. En cambio, investigar las huellas (Iconología) nos brinda otro tipo de información, como son la velocidad de desplazamiento de los dinosaurios y el tipo de marcha. La huella es el único fósil que fue realizado cuando el animal estaba vivo, de allí su importancia.

Nuestro proyecto de investigación, subsidiado los por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo, trata de combinar los datos obtenidos mediante ambos estudios. 

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