Un foro para los derechos de las mujeres y de la diversidad

La Dirección de Mujeres, Género y Diversidad de la provincia de Mendoza, a cargo de María Laura Palero, organizó una jornada para promover la articulación entre el Estado y las organizaciones que trabajan por el reconocimiento de derechos.

Un foro para los derechos de las mujeres y de la diversidad

Foto: Marcelo Garro

Sociedad

Unidiversidad

Elizabeth Auster

Publicado el 25 DE SEPTIEMBRE DE 2013

El 1er Foro de Mujeres, Género y Diversidad se realizó el 13 de septiembre en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de Ciudad, impulsado por la Dirección de Mujeres, Género y Diversidad de la provincia de Mendoza. Frente a un público numeroso y militante, representantes de un conjunto de organizaciones sociales expusieron sus experiencias e inquietudes, coordinaron talleres y dirigieron una puesta en común de conclusiones que destacó la importancia de la articulación entre estas y el Estado.

Luego de las palabras de apertura a cargo del ministro de Desarrollo Social, Guillermo Elizalde; la subsecretaria de Derechos Humanos, María José Ubaldini, y la directora de Mujeres, Género y Diversidad, María Laura Palero, comenzó el panel de las organizaciones. Laura Chazarreta, de Mujeres Cotidianas; Verónica Pacual, de UST de Lavalle; Claudia Herrera, del Foro de Agricultura Familiar; las conductoras de Cuestión de Mujeres y Mario Vargas, de La 15 de Julio, expresaron la importancia del trabajo en red y los problemas que todavía se enfrentan en los temas que hacen a la agenda del foro. Las militantes de organizaciones rurales detallaron los problemas que todavía son objeto de lucha: no solo el acceso al agua y a las semillas, sino también la soberanía alimentaria y a la propiedad de la tierra por parte de las mujeres. Llegadas también desde Lavalle, las conductoras del programa radial Cuestión de Mujeres explicaron que su objetivo fue el de visibilizar la desaparición de mujeres en ese departamento y que, a diferencia de la Justicia provincial, eligieron encarar la búsqueda dando por sentado que estaban vivas. Mario Vargas, de La 15 de Julio, remarcó la necesidad de reconstruir la historia con perspectiva de género y diversidad. Las victorias en el reconocimiento de derechos, sostuvo, no deben conducir a una mera lucha por lo inmediato, ya que faltan aún la instrumentación de la Ley de Educación Sexual Integral y las escuelas inclusivas, la efectivización de la salud integral y la inserción laboral para la población trans y la legalización del aborto.

La jornada continuó con un panel de funcionarias en los tres poderes del Estado provincial. La legisladora Alejandra Naman hizo un llamado a las mujeres militantes: “Quiero que las mujeres se animen a estar en los cargos del poder; que cuando estén, se animen a opinar, a decidir y a cambiar la sociedad”. La subsecretaria de Cooperativismo, Tatiana Mussato, hizo extensivo el llamado de Naman al colectivo de diversidad para que aporten su visión a los partidos políticos, y explicó que desde su área se ha buscado dar impulso a las cooperativas de mujeres. La abogada Mariana Hellin, quie participó por su incorporación a la Oficina de la Mujer del Poder Judicial mendocino, explicó que esa oficina se proponía “tomar el guante” de las capacitaciones para empleados y empleadas del sector público en género y trata, así como la articulación con la Facultad de Derecho de UNCuyo para formar profesionales con perspectiva de género. También destacó la necesidad de la implementación de la Educación Sexual Integral en la provincia.

Tras un breve receso, el público se repartió entre los seis talleres previstos para tratar los temas convocantes: violencia de género; legislación sobre diversidad; Ley Nacional 26485; derecho a la salud de las mujeres; articulación entre organizaciones y Estado, y participación social y política de las mujeres y del colectivo LGTTB. Al finalizar los talleres, la puesta en común de las conclusiones mostró una gran riqueza de ideas y una serie de reclamos compartidos por las organizaciones.



Algunas de las conclusiones de los talleres

•    La violencia de género parte de relaciones de poder en las que los roles son jerarquizados, en las que al hombre se le asignan tareas que tienen que ver con el espacio público y, a las mujeres, con el espacio privado, con lo doméstico, que lleva muchas veces a situaciones de aislamiento y a la falta de participación social. El Estado reproduce estas relaciones. Para romper con esta violencia hay que buscar, y dar, ayuda y contención; visibilizar la situación, y dar a la vez una lucha individual y colectiva, fomentar la autocrítica y la solidaridad.

•    Para la diversidad, son fundamentales la visibilización y la lucha por los derechos. Hay que promover y practicar la empatía y la solidaridad al interior de los colectivos; buscar y compartir información; generar debate dentro y fuera de los colectivos; conocer y ejercer los derechos reconocidos; trabajar y luchar en conjunto; generar profesionales con perspectiva de diversidad y sin discriminación, capacitar en los medios y en las escuelas.

•    La Dirección de Mujeres, Género y Diversidad consideró que, en la práctica, hubo un retroceso respecto de la Ley 26485. Señalaron la necesidad de sensibilizar y capacitar con una perspectiva consensuada para todos los ámbitos entre el Estado y las organizaciones, y superar rivalidades y yuxtaposiciones para empezar a trabajar en red. Remarcaron también la necesidad de presupuesto y de registro estadístico acerca de la violencia de género.

•    La salud de las mujeres aparece como un ámbito de violencia institucional, por lo que se destacó la necesidad de difundir derechos de manera organizada y en red, en forma conjunta entre las organizaciones y el Estado. Se pidió que se informara desde la web de la Dirección acerca de protocolos, direcciones y teléfonos útiles existentes, para disponer de ellos como herramientas de acción. También se reclamó por la garantía para el aborto no punible, la derogación de los artículos discriminatorios del Código Contravencional y el acceso a la salud para las personas trans.

•    El Estado debe capacitar a la sociedad civil, desarrollar políticas estables en el tiempo e igualitarias en lo territorial; superar su propio machismo y conseguir que el acento en las políticas de género se demuestre con financiamiento; fortalecer la red creada a través de esta experiencia y definir a los actores amigables con el género en cada territorio y área del Estado.

•    Hay que fortalecer a las organizaciones mediante la articulación con el Estado, la distribución de recursos y la participación activa de las organizaciones en la definición de las políticas públicas. Todas las propuestas de trabajo en diversidad y género deben ser colectivas.