Un soldado mendocino del Che

El testimonio de Ramón Ábalo.

Un soldado mendocino del Che

Foto: Archivo/Axel Lloret

Cultura

Aniversario de la muerte del Che

Unidiversidad

Unidiversidad / Milagros Martín

Publicado el 09 DE OCTUBRE DE 2015

Hablar con Ramón Ábalo es como volver el tiempo atrás, a aquellos tiempos de verdaderos ideales, a esa época donde se respiraba un aire de revolución que había iniciado en el año 17 del siglo pasado en Rusia y siguió en Cuba en el 59. En ese entonces, América Latina empezaba a trazar las líneas de su huella digital, líneas que, en gran parte, dibujó un argentino llamado Ernesto Guevara. Hoy se cumplen 48 años de la muerte del “Che” y Ábalo recuerda cómo formó parte de su proyecto en Argentina.

Ábalo y Ciro Bustos integraron el frustrado plan revolucionario del Che Guevara. El Negro Ábalo explica que esto se debe a que el contexto ideológico y político en el que se desarrolló la revolución en Cuba era muy distinto al que había en Argentina.

Luego de la caída del Che en Bolivia, surgió un rumor, una “leyenda negra”, como la llama Ramón, en torno a Ciro Bustos: se dice por ahí que fue el traidor que delató al Che y lo llevó a la muerte. Cuenta Ábalo que, en un momento dado, el Che le pidió a Ciro que se comunicara con Cuba. Se había convenido con anterioridad que, si la situación se ponía difícil, la isla haría algo para que el Che saliera indemne. Pero la misión de Bustos, enviado por el Che, “era comunicarse con Cuba para decirles que no hicieran absolutamente nada, sea como fuera, que él iba aguantar hasta último momento. Esa fue la tarea que le dio el Che a Ciro”, cuenta Ábalo a Unidiversidad.

“Los servicios de información tenían todo el conocimiento de quién era el Che, de qué se trataba y dónde estaba ubicado. Por eso cae inmediatamente”, dice el Negro, y relata que en ese entonces “recién estaba llegando Ciro al lugar donde cae prisionero, así que poco y nada tenía que ver con aquello, con la caída. El Ciro Bustos, yo siempre lo afirmé y lo sigo afirmando, para nada tuvo que ver con la caída del Che Guevara”, lo defiende. “El Ciro Bustos fue un tipo leal y lo sigue siendo”, refrenda Ábalo sobre su amigo de militancia.
 

Un soldado del Che

Cuando Ramón terminaba de relatar su historia sobre el proyecto del Che en Argentina, le preguntamos si fue por todo eso que él había dicho para MDZ hace unos años, que no había sido un soldado del líder revolucionario, pero que “estuvo cerca”. Ábalo, entre unas risas que dejan entrever un poco de timidez, respondió: “Yo saco pecho pero entre nosotros, nada más”. Con toda su humildad, dice: “De alguna forma, yo fui soldado del Che. Fue muy incipiente, muy modesto, pero estábamos de acuerdo con la acción, porque era en gran parte libertad revolucionaria que no sólo era en Argentina, era en todos los países tercermundistas. No era difícil entender que se pudiera hacer una acción desde el punto de vista armado”, concluye.