Una catequista dijo que los alumnos le contaron sobre malos tratos y abusos

La mujer declaró en el juicio contra dos sacerdotes y un jardinero. Testificaron la madre y el padre de alumnos.

Una catequista dijo que los alumnos le contaron sobre malos tratos y abusos

La catequista trabajó un año en el Instituto Próvolo y le permitieron utilizar la lengua de señas para que los alumnos entendieran los conceptos abstractos. Foto: Unidiversidad

Sociedad

Abusos en el Instituto Próvolo

Unidiversidad

Verónica Gordillo

Publicado el 22 DE OCTUBRE DE 2019

Una catequista que trabajó un año en el Instituto Próvolo dijo que los alumnos le contaron que sufrían malos tratos y tocamientos por partes de los sacerdotes. La mujer reconoció que no denunció la situación y dijo que nunca imaginó la magnitud de lo sucedía hasta que se inició la investigación en 2016.

La mujer testificó en una nueva audiencia del juicio contra los sacerdotes Nicola Corradi (83), Horacio Corbacho (59) y el jardinero Armando Gómez (49), acusados de cometer entre todos 28 hechos de abuso y corrupción de menores.

De acuerdo al relato del querellante Oscar Barrera, ya que por tratarse de delitos de instancia privada las audiencias son a puertas cerradas, la catequista explicó que ingresó a trabajar en el Próvolo en 2013 y que un año más tarde la echaron.

Siempre según Barrera, la señora explicó que la  contrataron para que enseñara catequesis a los alumnos. Para lograr este objetivo hicieron una excepción: le permitieron utilizar la lengua de señas, porque si en esa forma de comunicación los chicos y chicas no podían comprender los conceptos abstractos que debía enseñarles.

La mujer refirió que las autoridades del colegio le recalcaron que sólo podía utilizar la lengua de señas a los fines que los alumnos entendieran los conceptos religiosos, pero le prohibieron usarla para hablar de otros temas. Según adujeron, el sistema pedagógico que utilizaban estaba basado en la oralidad, es decir enseñarles a hablar.

La catequista contó ante el Tribunal que en esos encuentros los alumnos le refirieron que sufrían malos tratos, que no querían confesarse porque los sacerdotes eran malos y que en algunos casos tocaron a alumnos en forma indebida. Dijo que quedó impactada, pero reconoció que no hizo nada al respecto.

Sin problemas

Además de la catequista testificaron en el proceso la madre y el padre de alumnos que asistían al Próvolo, ambos propuestos por la defensa de los imputados.

El querellante comentó que ambas personas relataron que nunca vieron nada extraño puertas adentro del establecimiento y que sus hijos jamás les manifestaron nada referido a abusos.

La lista de testigos

Luego de escucharon los testimonios, las partes analizaron la lista de testigo para evaluar si prescindían de alguno con el objetivo de no repetir conceptos ya vertidos y de acelerar el proceso.

En medio de este proceso surgió un problema a resolver: si es necesario que las partes (fiscalía, querella, defensa) estén de acuerdo para prescindir de un testigo, o que si la sola palabra de la parte que lo propuso es suficiente para no llamarlo a declarar.

El Tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio para deliberar. Finalmente, decidieron que es posible desestimar un testigo cuando la parte que lo propuso quiere desistir de su testimonio. Ahora, cada parte debe decidir cuántos testigos mantendrá y de cuántos desistirá.

 

 

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