Hay 1000 personas que completaron una planilla para buscar a sus hijos, hijas o familia biológica, y las organizaciones que trabajan en el tema calculan que son 100 mil en Mendoza las que están en la misma situación. Su búsqueda cobra un nuevo impulso con la sanción inicial que la Cámara baja le dio al Programa Provincial de Búsqueda Familiar, de Identidad Biológica, de Origen y Socioafectivo.

Esta iniciativa de la legisladora María José Sanz (UCR) prevé brindar asistencia y contención a todas las víctimas de sustitución o pérdida de identidad, sin importar las circunstancias, la fecha de nacimiento o quiénes son los familiares peticionantes.

La presidenta del Colectivo Mendoza por la Verdad, Patricia Giménez, celebró la sanción inicial y aseguró que esta iniciativa llenará el vacío legal que existe respecto de la colaboración de los poderes del Estado con quienes buscan a sus hijos, sus hijas o a su familia biológica.

Patricia busca desde hace 34 años a su hija o hija y dice que nunca dejará de hacerlo. El 3 de agosto de 1984, dio a luz a un bebé en el Hospital Lagomaggiore. Poco después, le informaron que el bebé había muerto, pero nunca le entregaron el cuerpo ni un certificado de defunción.

En ese momento, Patricia –de 17 años– confió, pero con el tiempo se preguntó por qué no le habían entregado el cuerpo o certificado de muerte del pequeño. Desde ese instante comenzó la búsqueda, se encontró con otras personas que vivían situaciones parecidas, se dio cuenta de que sola no lograría nada y formó el colectivo.

Diputados dio sanción inicial a la Búsqueda de Identidad y Origen

La iniciativa de María José Sanz (UCR) fue aprobada por la Cámara Baja y acompañada por todos los bloques.

Trabajo colectivo

La organización comenzó su trabajo hace años y ya son 1000 las personas que completaron un formulario desde la web con sus datos porque buscan a sus familiares. Muchos tienen vinculación con Mendoza, es decir, nacieron aquí o creen que algunos de sus parientes están acá, mientras otros viven en otras provincias e incluso países, pero también quieren encontrarse con los suyos.

El trabajo conjunto dio sus frutos: tienen a disposición el Banco de datos Genético de la Provincia, donde dejan sus muestras; llegaron a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y tienen visibilidad en el mundo a través de la página web de la organización. Además, algunos se presentaron ante la Justicia para intentar conocer la verdad.

La mujer explicó que, si bien no existen datos oficiales de las personas que están en esta situación, las organizaciones que trabajan en la temática calculan que en Mendoza son alrededor de 100 mil.

Patricia comentó que las situaciones son múltiples: madres y padres que buscan a sus pequeños, personas que se enteraron de grandes de su apropiación y quieren saber la verdad, hermanos, tíos, abuelos. Todos buscan. Los años de trabajo permitieron que se lograran algunas vinculaciones en Mendoza, pero más allá de la satisfacción, Patricia dice que los reencuentros son pocos y que hay que seguir adelante.

Cuando se apruebe el proyecto, ya que aún falta que pase por la Cámara alta, esto les abrirá puertas. Esas que estuvieron cerradas durante años, como los registro de los hospitales o los de nacimientos o partos.

Patricia dice que nunca dejará de buscar. “Hace 34 años que estoy en esta lucha y aunque tuve dos hijos más, nunca voy a dejar de buscar a este hijo o hija, y no pierdo la esperanza de reencontrarnos”, fueron sus palabras.