Vicisitudes de un audio viral en el debate público sobre el fracking

Cuando la evidencia y contra-evidencia disputan el espacio de la discusión. Ideología vs razón. La interpelación del pueblo a "verdades" de los sectores de poder.

Vicisitudes de un audio viral en el debate público sobre el fracking

Sociedad

Ciencia y sociedad

Unidiversidad

Mariano J. Salomone INCIHUSA CONICET

Publicado el 20 DE MAYO DE 2019

Hace exactamente un año el pueblo de Mendoza protagonizaba un importante ciclo de protestas y movilizaciones en oposición a la explotación de hidrocarburos no convencionales, la industria del petróleo y el gas que depende del uso intensivo de una técnica conocida como fracking (fractura hidráulica) 1 . En esos mismos días, de intenso debate público, circuló por las redes sociales (principalmente whatssap) un “audio viral” que luego se conocería como Mendoza es un pueblo sacrificable. La esfera política y mediática rápidamente atribuyeron a dicho audio las masivas protestas. Veamos algunos titulares: “Fracking: el inexacto audio viral que generó una marcha masiva” (Mdz); Mendoza es un pueblo sacrificable: el audio viral sobre el fracking que provocó pánico” (Los Andes). El gobierno, por su parte, expresaría su indignación frente a esa voz anónima en la misma línea. Para Emilio Guiñazú, Subsecretario de Energía y
Minería, alguien había “producido y guionado el audio con la expresa intención de sembrar miedo” 2 .

Los aniversarios son un tiempo propicio para hacer(nos) preguntas y reflexiones. Aquí propongo analizar las vicisitudes que atravesó el debate público sobre el fracking a propósito de dicho audio. Adelanto el punto de vista, aquella regla metodológica con la que Emile Durkheim, hace más de un siglo, abría la posibilidad de un conocimiento científico sobre los hechos sociales: todas las veces que un fenómeno social es explicado directamente por un fenómeno psíquico (individual), se puede asegurar que la explicación es falsa.

Una voz en el teléfono: las condiciones de una interpelación ¿Por qué un audio se hace viral? ¿Qué quiere decir? Digamos una obviedad: un audio se hace viral cuando muchas personas lo reproducen, lo escuchan y reenvían. El malestar social había ido en aumento una vez conocido el decreto 248/18 con el cual el gobierno pretendía reglamentar el uso del fracking en el territorio provincial.

Germinado principalmente a través de redes sociales y charlas informativas, el mismo audio daba cuenta de ese proceso, pues allí una mujer intentaba transmitir a su grupo familiar lo que había escuchado acerca de la controvertida técnica. La primera marcha tuvo lugar el 23 de abril en General Alvear. Ese mismo día hubo una asamblea en la Ciudad de Mendoza, en las escalinatas de la Casa de Gobierno. El miércoles 25 una multitud sorprendió nuevamente al departamento de Alvear -8.000 personas-, mientras que a partir de allí la preocupación por la iniciativa del fracking tendió a involucrar a la totalidad del territorio provincial.

Hay ciertas condiciones o marcos sociales que permiten que una palabra sea oída, algo que está determinado, entre otras cosas, por la misma capacidad de los sujetos para tomar la palabra y hacerse escuchar, logrando colocar su voz y sus demandas como temas legítimos de debate. En esa dirección, la ocupación del espacio público, el marchar por las calles, realizar asambleas en las plazas y cortes de ruta informativos, fue lo que otorgó cierta visibilidad al asunto del fracking, lo colocó en tanto problema público y logró que numerosas personas se sintieran llamadas o convocadas por un mensaje anónimo de whatssap, lo que finalmente arrancó dicho audio del contexto
familiar en el que había sido producido y lo expandió por las redes sociales más amplias de la provincia. Aquí el telón de fondo es lo que la teoría social del discurso ha llamado interpelación, mecanismo que opera anudando la construcción del sentido de la realidad
a la constitución del sujeto, o en este caso, abriendo la construcción de ese sentido a la consulta popular: ¿qué es el fracking? “El pueblo quiere saber” (ver la nota de Lucrecia Wagner en este mismo dossier).

Controversias y contra-evidencias o los efectos de la interpelación
La cuestión de las evidencias juega un papel central en las controversias desatadas por aquel audio viral. Pues la mujer que allí habla incurre en varios errores, producto de una serie de “desinformaciones”, “falta de tecnicismos” y “conceptos poco claros”, según reconoció la propia autora en un segundo audio. Resulta entonces evidente que no es una especialista y que afirma ciertas cosas relativas al fracking, incluso, contra toda evidencia. Por ejemplo, decir que supone un peligro de contaminación con cianuro porque es lo que se utiliza para romper la roca. Lo cual, para quienes conocen la técnica, resulta evidente que es incorrecto.

La respuesta del gobierno no se hizo esperar. El poder ejecutivo en conjunto con sus ministerios salió a desacreditar por completo el audio por las “barbaridades” que transmitía. Sin dudas, lo más curioso, fue que en su respuesta el gobierno recurrió a una serie de afirmaciones que son igualmente falsables. Entre las principales: la estimulación hidráulica es una práctica que se realiza desde hace décadas en la
provincia; no afecta la matriz agroindustrial ni al ecosistema; no produce sismos ni temblores; la tecnología se aplica por debajo del río y por encima de las aguas subterráneas con lo cual no hay posibilidad de contaminación; se han realizado los controles con responsabilidad.

Cada una de esas afirmaciones es falsable en estricto sentido del término. Esto es, pueden ser refutadas a partir de contrastarlas con una serie de contraejemplos que el conocimiento científico disponible, en diferentes ramas disciplinares, ha ido reuniendo en la relativamente corta historia que la explotación de no convencionales tiene en el mundo.

¿Quiere decir que estamos frente a un empate técnico? No. Más bien deberíamos reconocer que la evidencia con la que se presenta esa oposición en el debate es ya un efecto ideológico. Estamos otra vez frente a la interpelación, en tanto mecanismo que constituye los términos del debate como una obviedad, vehiculizando la evidencia de que efectivamente eso “es así”.

Esa construcción forma parte del propio campo de disputas y, como tal, resulta de una correlación de fuerzas. La narrativa dominante sobre el fracking, impulsada desde el gobierno, el sector empresarial y los medios hegemónicos, tendió a construir una dicotomía que opone, de manera dicotómica, una “objetividad racional” -apoyada en argumentaciones pretendidamente técnicas y científicas, pero que como vimos igualmente falsables-, frente a una “ideología irracional” –supuestamente sostenida en falsas informaciones y temores infundados. Es el antídoto que los sectores dominantes procuraron administrar. ¿Pero a unas mentiras infundadas se reduce todo lo que tenía para decir el audio viral?

 

1 Un análisis de aquel ciclo de movilización social puede encontrarse en este mismo sitio:
http://www.unidiversidad.com.ar/no-hay-peor-ciego 2 Los Andes, Inesperada tormenta para el Gobierno de Mendoza tras las protestas contra el fracking, https://losandes.com.ar/article/view?slug=inesperada-tormenta-para-el-gobierno-tras-las-protestas-por-el-
fracking