Por primera vez en la historia, se realizó un vuelo de un aparato propulsado en otro planeta. El pequeño helicóptero se elevó a tres metros sobre la superficie marciana y luego volvió a tierra firme.
"Es lo más cerca que uno puede estar de aterrizar en Marte sin ponerse un traje de presión", dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA.