A diez años del asesinato del maestro Carlos Fuentealba

Pasó una década desde el 4 de abril en el que el docente neuquino fue fusilado a manos de la policía. Su compañera, Sandra Rodríguez, redactó una carta recordando al “maestro del pueblo”.

A diez años del asesinato del maestro Carlos Fuentealba

Mural en homenaje al maestro Carlos Fuentealba en Ushuaia. Foto: ushuaia-info.com.ar.

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Publicado el 04 DE ABRIL DE 2017

El 4 de abril de 2007, el maestro neuquino Carlos Fuentealba cayó muerto en el marco de una huelga del sindicato docente ATEN, perteneciente a la Ctera, que decidió hacer un corte de la Ruta 22 a la altura de Arroyito. Para garantizar la libre circulación de la ruta, el gobernador de Neuquén Jorge Sobisch ordenó a la policía provincial reprimir a los manifestantes.

Cuando la policía llegó al lugar, los maestros todavía no habían concretado el corte. Sin embargo, los desalojaron con balas de goma, gases lacrimógenos, bombas de pintura y un carro hidrante. Muchos docentes se refugiaron en una estación de servicio cercana, y luego de una conversación entre policías y dirigentes, los maestros se retiraron a pie y en autos hacia la ciudad de Senillosa.

Fue en este momento, mientras Fuentealba se movilizaba en el asiento trasero de un auto, cuando reanudaron la represión. José Darío Poblete, integrante del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), disparó una granada de gas lacrimógeno a dos metros del 147 en el que circulaba Fuentealba. El cartucho atravesó el vidrio del vehículo e impactó en la nuca del maestro. El disparo le hundió el cráneo. Luego de dos intervenciones quirúrgicas, murió al día siguiente en el hospital.

La muerte de Fuentealba, en el contexto de la lucha por el salario y por haber sido en un escenario represivo, lo puso como la cara visible del reclamo docente. Luego de su muerte, el país se paralizó por el asesinato de un maestro. Las marchas se multiplicaron y el reclamo ya no fue sólo salarial. Era importante encontrar a los responsables y juzgarlos. Así es que hasta hoy, la imagen del maestro neuquino sigue siendo una bandera de los que reivindican la educación pública y abogan por salarios y condiciones laborales dignas.

Su compañera y también docente Sandra Rodríguez se expresó a través de una carta publicada por la revista La Garganta Poderosa.

“Cómo no recordarlo, hoy y cada día, si para representar al amor no me dibujaba un corazón, sino una gota de agua. Técnico químico, afirmaba que ahí, en el agua, estaba el principio de todo. Imposible olvidarlo, al obrero de la construcción, al empleado de supermercado, al gran padre que fue o al hombre que encontró una herramienta ideológica y práctica en la docencia, abrazando la historia de Paulo Freire y su lucha por los oprimidos”, reza el primer párrafo del escrito. Y finaliza pidiendo que “lo recuerden por la adoración de sus hijas y el orgullo de sus alumnos”.
 

 

 

El estado de la causa

El Poder Judicial neuquino dividió la causa en dos partes. La primera, llamada Fuentealba I, condenó a José Darío Poblete a prisión perpetua al encontrarlo culpable de "homicidio calificado, por haber sido cometido por un miembro integrante de las fuerzas policiales abusando de su función, con la agravante de haber sido cometido con violencia mediante el empleo de un arma de fuego, agravado por alevosía, en concurso real". A pesar de esto, el 15 de junio de 2012 se conoció una foto del condenado a perpetua caminando sin esposas y sin custodia policial en las calles de Zapala, Neuquén.

La otra parte de la causa se llamó Fuentealba II. Esta buscaba dar con los responsables políticos del operativo del 4 de abril de 2007. Sin embargo, el año pasado se sobreseyó y quedaron absueltos 15 imputados, entre ellos el exgobernador de Neuquén, Jorge Sobisch.

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