El deporte como derecho y herramienta de inclusión social

La vigésima tercera edición de los Juegos Nacionales Universitarios que se realizó entre el 20 y el 24 de setiembre en la UNCuyo, puso en manifiesto la importancia del deporte como un derecho y herramienta de inclusión social. En este informe se profundiza en la necesidad de continuar políticas sociales y universitarias que amplíen este tipo de servicios tendientes a la integración, la inclusión social y la vida saludable de los estudiantes.

El deporte como derecho y herramienta de inclusión social

Foto: Axel Lloret.

Especiales

Penélope Moro

Publicado el 26 DE SEPTIEMBRE DE 2011


Pasaron 37 años para que la UNCuyo vuelva a ser sede de los Juegos Nacionales Universitarios  que nuclean a estudiantes de todo el país con la intención de compartir experiencias desarrolladas durante los últimos dos años en el área de deporte de cada universidad pública. Fue en 1974 cuando esta casa de estudios abrió por primera vez las puertas a los jóvenes deportistas y hasta este año el encuentro nacional no había vuelto a reeditarse en Mendoza.

La posibilidad de que este año la provincia vuelva a ser sede, permitió que la UNCuyo y el Comité Técnico del Deporte Universitario Argentino – instituciones a cargo de la organización- impriman un sello distintivo al evento que llevó el lema: “El deporte es un derecho en Argentina”. Y que en varios aspectos supere a los desarrollos de las ediciones anteriores. Es que el hecho de que en 2011 los Juegos se trabajaran bajo el concepto del “deporte como derecho”, hizo que la organización se desplegara en correspondencia con dicha idea.

Tal es así, que en el mismo acto de apertura los referentes universitarios que formaron parte de la puesta en marcha del encuentro,  se encargaron de dejar en claro que el objetivo del mismo no era el de la “simple competencia”, sino que la intención mayor fue la de generar un ambiente de compañerismo entre los alumnos.  Así lo manifestó la secretaria de Bienestar Universitario Belén Álvarez, quien a través de su discurso  anheló “que el espíritu de la competencia no sea el eje de este encuentro, que lo importante sea el compañerismo, la integración, la recreación, que sea el mirar al otro para conocerlo”.

En la misma línea, el rector Arturo Somoza explicó que esta práctica deportiva nacional no solo tiene la intención de la competencia, sino que trata de dar luz a “una práctica generalizada en la formación física e integral de nuestros alumnos”.

Otra particularidad de esta última edición de los Juegos, se advirtió  en la superación del récord de participantes, ya que las delegaciones de las distintas universidades públicas inscriptas fueron 33. Mientras que en las últimas olimpiadas universitarias desarrolladas en Córdoba durante el 2009, las representaciones llegaron a 30.


En tanto, la cantidad de delegaciones que participaron este año sumaron un total de 2.700 estudiantes que, entre las 12 disciplinas propuestas por los organizadores, se destacaron en atletismo, voleibol, básquet, rugby 5, fútbol 11, tenis de mesa, natación, balonmano, hockey sobre césped, ajedrez y ajedrez para ciegos. Ésta última actividad agregada por primera vez en el certamen, otra muestra del espíritu integrador del encuentro.

El interés puesto por los participantes  en cada una de las jornadas que duraron los Juegos y los esfuerzos volcados por las instancias organizativas para que finalmente el encuentro resulte exitoso,  devela que una nueva significación comienza a otorgarse al deporte en el ámbito universitario. Sin ir más lejos, la secretaria de Bienestar Universitario valoró “la gran cantidad de rectores de las distintas universidades públicas del país que acompañaron este hacer visible la necesidad del deporte como derecho para los estudiantes”.

Según explicó el rector Somoza,  la mayor visibilidad ganada por el ámbito del deporte dentro de la comunidad universitaria se vincula  directamente con la creciente preocupación presente en el sistema universitario “por la formación en valores que nos haga mejores personas y nos provoque una mejor comprensión del mundo”. Respuesta que sin dudas puede encontrarse en una aplicación sistemática e igualitaria del deporte sobre todos los estudiantes.