El Comedor Universitario: miles de historias en un solo lugar

Desde 1940 ofrece comida a la comunidad de la UNCUYO. Hoy, cerca de 2000 personas asisten a diario y encuentran allí algo más que un servicio gastronómico.

El Comedor Universitario: miles de historias en un solo lugar

Fotos: Lula Arias

Universidad

UNCUYO 80 años

Unidiversidad

Ángeles Balderrama

Publicado el 17 DE MAYO DE 2019

Comen, se relajan, disfrutan de charlas y espectáculos artísticos. Es así como pasan el tiempo los estudiantes de la UNCUYO cuando ingresan al Comedor Universitario. Creado a través de una resolución del Consejo Superior, desde 1940 ofrece servicios gastronómicos a precios accesibles para toda la comunidad universitaria.

Cada 14 de agosto el comedor cumple un año más de vida. A través de la resolución N.º 323, el Consejo Superior de la Universidad creó el Hogar y Club Universitario, que dispuso la creación de comedores colectivos para los estudiantes. De esta manera, en 1940 se inició el famoso Comedor Universitario, con dirección en calle Rivadavia 125 de Ciudad.

(Foto: Centro de Documentación Histórica, UNCUYO)

Desde sus primeros días, el lugar permitió reunir a una gran cantidad de estudiantes que por cuestiones monetarias y de lejanía decidían almorzar allí, para continuar después con sus actividades educativas. Sin embargo, luego de la creación del campus, el comedor se trasladó al lugar que hoy ocupa.

(Foto: Centro de Documentación Histórica, UNCUYO)

En la actualidad, el comedor ofrece desayunos, almuerzos y delivery a un precio accesible para toda la comunidad. Con más de 2000 estudiantes por día, el menú oscila entre los $ 35 para estudiantes y $ 200 para invitados, y está compuesto por ensalada, plato principal y postre. Además, debido a la necesidad de muchas personas, a partir de 2014 se implementaron los menúes vegetariano y celíaco para quienes lo requerían.

En sus instalaciones se ofrecen servicios de Salud Estudiantil, Acción Social, Defensoría Estudiantil, Compromiso Social y Consejería de Género.

 

El servicio sale o sale

Héctor Antonio Moyano (56) es jefe de personal y mantenimiento, y trabaja en el Comedor Universitario desde 2009. Se define como el nexo entre todas las áreas e intenta que todo el servicio funcione de manera correcta, desde el control del servicio de comedor hasta las instalaciones.

“De alguna manera, me encargo de todos los detalles, todo lo que se tenga que arreglar y todo lo que se pueda hacer. Me gusta conversar con la gente y a partir de eso llegar a acuerdos”, comentó Héctor a Unidiversidad.

En sus diez años de trabajo, considera que el comedor pasó por muchos cambios estructurales debido a la demanda, cada vez mayor, de estudiantes que desean obtener su almuerzo en las instalaciones.

“Cuando llegué, no existía ni la mitad de los elementos con los que trabajamos, no teníamos platos, cubiertos, mesas, equipamiento, hornos específicos para la tarea que realizamos. Se fue avanzando en mejoras edilicias, pero también tiene que ver con el personal, ya que aportan desde su lugar”, expresó el jefe de personal y mantenimiento.

 

Sale o sale, pero con calidad

Erika Vilurón (42) es bromatóloga de la Secretaría de Bienestar desde 2006 y María Eugenia Abbiati (43), la nutricionista desde el año pasado. Ambas trabajan codo a codo para que la comida sea exitosa, de calidad y que cumpla con los requerimientos alimenticios.

“En el año en que yo ingresé a trabajar, el Comedor estaba incorporando por primera vez una bromatóloga como un asesoramiento quincenal, pero dada la envergadura del local, me contrataron a tiempo completo. Mi trabajo es casi de hormiguita y oculto, porque no es común que vengan a felicitarte. Personalmente, yo lo veo exitoso porque desde que trabajo nunca hubo problemas graves o de salud”, indicó Erika Virulón.

Eugenia y Erika remarcan que el trabajo en el Comedor Universitario es en equipo y que la buena predisposición y capacitación del recurso humano es fundamental para lograr que el servicio sea correcto y de excelente calidad.

“Diseño un plan alimentario para los estudiantes que sea equilibrado y mantenga las proporciones adecuadas en los macronutrientes. Si bien yo hago el diseño, constantemente trabajo con el jefe de cocina para ver la elaboración y los gustos que prefieren los chicos. Todos somos un equipo muy unido y Erika es una ayuda importantísima para mí”, dijo Eugenia Abbiati.

Si hablamos de cocina, quien se encarga de que la comida llegue a tiempo a la mesa es Martín Juárez (35), jefe de cocina del Comedor Universitario. En sus quince años de servicio, considera que los cambios en la cocina son enormes. Además, desde su rol organiza los menúes y a las personas que trabajan junto a él.

“Cuando empecé a trabajar, era pasante y me tocaba hacer entradas o ensaladas, y si tenía que lavar en la bacha, lo hacía porque quería aprender. Actualmente, nuestro trabajo se inicia a las 8 o 9 de la mañana porque el proceso de elaboración de 2000 porciones es largo y finaliza a las 15”, comentó Martín.  

Desde su puesto de trabajo, Martín Juárez considera que todo el trabajo no podría realizarse sin la buena energía de sus compañeros y “se saca el sombrero” ante el gran trabajo que realizan sus colegas en momentos del día.

“A los chicos les gustan la milanesa y el pastel de papas, también todo lo que tenga carne. Cada vez tenemos más cantidad de gente en el almuerzo, pero creo que es porque la calidad de la comida es buena. Muchos chicos vienen a felicitarnos”, expresó con orgullo Martín.

El coordinador de Comedores Universitarios, Roberto Valverde, considera fundamental el trabajo que se realiza en el Comedor Universitario, ya que sin sus servicios, muchos estudiantes no podrían estudiar en la UNCUYO. 

"Es un trabajo esencial y una de las políticas más inclusivas de la Universidad. Tenemos muchos becados y becadas que de ninguna manera podrían estudiar si no fuera por el servicio que brinda el Comedor. Además, en el lugar se realizan eventos culturales porque muchos estudiantes no podrían acceder a ellos por su situación económica", dijo Roberto Valverde.

Desde el sector estudiantil, el Comedor es considerado no solo como un lugar que ofrece servicios gastronómicos, sino también como un lugar de ocio y encuentros.

"Vengo regularmente a comer, especialmente los lunes de pastas. Es una facilidad que tenemos los estudiantes porque a veces llegamos temprano y el bufet de la facultad es más caro. A $35 no se consigue nada en otro lugar, por eso tenemos que ciudarlo. Además, acá no solo estoy con gente de Diseño porque almuerzo con personas de Odontolgía o Medicina", comentó Evelin Rodríguez (24), estudiante de la Licenciatura de Diseño Gráfico.

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