El origen del fenómeno

De dónde viene “El Niño”.

El origen del fenómeno

Facultad de Ciencias Agrarias

Especial Caída en la cosecha

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Leandro Mascareño, becario de Prensa de la Facultad de Ciencias Agrarias

Publicado el 30 DE MAYO DE 2016

El Niño es un acontecimiento climático cíclico pero de ocurrencia irregular en períodos de entre tres y siete años. Se trata de un fenómeno natural que sucede cuando la temperatura del Océano Pacífico Oriental, el que limita con Sudamérica, se vuelve más cálida de lo habitual. Se llama así haciendo referencia al niño Jesús, porque se da aproximadamente en tiempo de Navidad y sucede en la costa oeste del sur de América.

Este fenómeno explica los cambios que produce inicialmente por los vientos alisios, que normalmente soplan desde la costa oeste americana hacia el sureste asiático. Estos vientos apilan el agua superficial de gran temperatura en la parte occidental del Pacífico, lo que transforma a esas costas en lugares con grandes precipitaciones. Lo contrario ocurre en las proximidades del Ecuador, en las costas peruanas, ecuatorianas y el norte de Chile. Al despejarse el agua caliente de la superficie, asciende el agua fría de las profundidades que da lugar a un rico ecosistema marino.

 

 

Ahora bien, cuando  existe un debilitamiento de estos vientos, se invierten temporalmente las condiciones, brindando corrientes cálidas en la costa sudamericana, bajas presiones atmosféricas y lluvias. Esos vientos en esa acotada región del mundo parecen ser menores, pero modifican completamente el esquema de circulación atmosférica global, con resultados desde Mendoza, pasando por Estados Unidos, Australia, Brasil y hasta Europa.
 

En la vitivinicultura, el cambio climático se hace sentir

El cambio climático también traza coordenadas por sí solo. En Mendoza, el clima ha experimentado y experimenta diversas variaciones que dan de lleno en la matriz productiva.

Según una investigación, la temperatura mínima aumenta 0,2º C por década, lo que genera cierta preocupación e incertidumbre en el sector. Como se desglosa del informe de investigación elaborado por la ingeniera agrónoma Carla Aruani para su beca de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), una organización intergubernamental de carácter científico y técnico, la provincia de Mendoza experimenta cambios ambientales que tienen y tendrán significativas consecuencias a nivel de producción e inversión.

 

 

En un vasto análisis de las regiones vitivinícolas (Salta, Catamarca, La Rioja, pasando por Cuyo y finalizando en Río Negro y Santa Cruz, y con principal énfasis en Mendoza y San Juan, que contemplan el 90 % de la superficie cultivada a nivel regional), la profesional caracterizó las variaciones climatológicas con registros de las últimas décadas. En forma concreta, indica que hay un claro aumento de las temperaturas máximas desde 1973, y de las mínimas en 0,3º C por década, lo que deriva en incremento del tenor zucarino, más plagas, adelantos en fechas de cosecha, reducción en tiempo y caldos con menos ácidos.

En su trabajo también realiza una encuesta a diversos actores del sector, en donde se pueden ver datos interesantes. Por ejemplo, el 65 % de los encuestados percibieron que el cambio climático afectó la industria. El 60 % indica que ha notado bajas en la producción; en cuanto a las adaptaciones tecnológicas, se destaca el uso eficiente del agua.

Hay que hacer especial énfasis en este último párrafo, ya que un posible escenario es la falta de precipitaciones níveas y la escasez hídrica que eso conlleva. Mejorar la eficiencia de riego es el objetivo a corto plazo más alcanzable por parte de los productores. 

 

Por: Leandro Mascareño, becario de Prensa de la Facultad de Ciencias Agrarias