Los pequeños que actualmente se encuentran alojados en la Casa Cuna serán trasladados de forma progresiva a varios edificios más pequeños que, según el Gobierno, responde a un plan para mejorar las condiciones de alojamiento de niñas, niños y adolescentes.

Según lo detallaron miembros de  Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros) e informa diario Los Andes, se dispondrá de cuatro instalaciones, dos ubicadas en Ciudad y otras dos en Guaymallén. 

A cada edificio nuevo enviarán a los pequeños según su edad: los que tengan entre 0 y 2 años (quince en total) estarán en un hogar alquilado en calle 9 de Julio al 2200 de Ciudad, el que “contará con un médico pediatra y una enfermera en forma permanente”, según detalla el matutino.

Por su parte, aquellos que tengan entre 2 y 4 años (24 niños) residirán en otra casa, emplazada en calle Zárate 124 de Ciudad. En tanto, los pequeños que tengan entre 4 y 10 años estarán se dividirán en dos grupos: uno tendrá 12 chicos y el otro 22, los que residirán en los dos hogares ubicados en Guaymallén. 

Según el Gobierno, la intención que persiguen con la “refuncionalización” de la Dinaf es mejorar las condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes que viven en hogares para brindarles instalaciones con mejores condiciones y con capacidad para menos personas que posibiliten brindar atención personalizada en cada una.

La versión de los traslados fue dada a conocer públicamente a través de los integrantes de Ampros, pero el Gobierno rápidamente confirmó la información. Marcela Fernández, subsecretaria de Desarrollo Social, fue la encargada de despejar las dudas sobre los cambios en Casa Cuna.

La funcionaria explicó al diario Los Andes que a partir del martes o miércoles de la semana próxima darán inicio a los traslados, y sostuvo que se prevé la incorporación de personal médico, como pediatras y enfermeros.

Desde el gremio de los profesionales de la salud aprobaron la decisión oficial de darle una solución al problema de hacinamiento en la Casa Cuna, pero fueron cautos sobre la posibilidad real de que se cumpla dicho objetivo. 

Además, se mostraron preocupados por las fuentes laborales de los trabajadores y por los cambios que traerán los nuevos lugares de trabajo, como son el traslado y la descentralización de los servicios de salud que se brindan en la Dinaf con escaso personal.