La década de las migraciones internas

Por María Albina Pol - Socióloga, profesora de la UNCuyo, investigadora del CONICET

Sociedad

Unidiversidad

Publicado el 05 DE OCTUBRE DE 2015

Las tendencias demográficas han sido objeto de atención de investigadores y decisores políticos por muchos años. Desde que distintos analistas identificaron el tamaño y la composición de la población como factores fuertemente vinculados al desarrollo de las sociedades, los esfuerzos por predecir su comportamiento han sido muchos. El objetivo fue aportar una visión de largo plazo para el diseño e instrumentación de políticas públicas y emprendimientos privados. 

Sin embargo, las dificultades para predecir la evolución de las fenómenos demográficos básicos (la natalidad, la mortalidad y, principalmente, las migraciones) hacen que las proyecciones no puedan ser adoptadas como predicciones ciertas que pronostican lo que ocurrirá con la población en el futuro. Éstas son más bien el resultado de ejercicios de simulación que, utilizando supuestos razonables, pueden generar escenarios probables en el mediano o largo plazo. En tal sentido, hay que saber que mientras más reducida es la población de referencia mayores son las posibilidades de cometer errores a la hora de predecir su evolución.  

Las proyecciones elaboradas por el INDEC para el período 2015-2025 indican que, de mantenerse las tendencias recientes, la población de nuestra provincia crecerá alrededor del 10% en el transcurso de los próximos 10 años. El 60% de ese crecimiento corresponderá a los departamentos del Gran Mendoza con Guaymallén a la cabeza, seguido de Las Heras, Maipú y Luján. Capital y Godoy Cruz quedan rezagados como consecuencia de los procesos de desconcentración urbana acaecidos en las últimas décadas.

Los pronósticos señalan además que, producto del marcado crecimiento demográfico registrado durante el período 2001-2010, las poblaciones de Malargüe y de la región del Valle de Uco son las que más se incrementarán en términos porcentuales. En ambos casos el principal componente explicativo del mayor crecimiento relativo en el número de habitantes son las migraciones internas. Esto último podría estar sugiriendo que la dinámica económica de esos territorios en la primera década del presente siglo, la ampliación de la oferta laboral y relativa mejora en las condiciones de vida, habrían funcionado como factores de atracción para ciertos grupos poblacionales (especialmente varones en edad activa). En el departamento del sur provincial las actividades vinculadas a la industria del petróleo, junto con la expansión del sector servicios, fuertemente ligado al turismo, habrían incentivado la llegada de personas provenientes de otros departamentos e incluso de provincias cercanas. En la región del Valle de Uco, el notable crecimiento poblacional podría estar relacionado con el desarrollo de la industria vitivinícola y el consecuente impulso al sector del comercio, hoteles y restaurantes que, en este caso, habría servido para atraer no sólo migrantes internos sino también contingentes poblacionales de países limítrofes.

Así, las proyecciones poblacionales brindan algunas pistas que nos permiten adelantarnos al futuro y delinear posibles líneas de acción, la realidad se encargará luego de señalar los necesarios ajustes.