Lo intocable y lo separable

Dos películas en cartel tratan el mismo tema, Amigos intocables,  una de ricos y pobres que se hacen amigos; y por otro lado, La separación, una película iraní que demuestra que la reconciliación de clases es, de momento, imposible.

Lo intocable y lo separable

La película plantea una extraña idea de justicia: el hombre blanco y rico que pierde su cuerpo, y el hombre joven y negro, que no tiene privilegios sociales, llegan a un intercambio perfecto: un cuerpo joven con posición acomodada. Foto web.

Cultura

Unidiversidad

Valentina González

Publicado el 20 DE SEPTIEMBRE DE 2012

Amigos intocables:

Lo peor del mainstream francés está llenando los cines de toda Europa. Basada en una historia real (esto ya debería hacernos sospechar de cualquier película), Amigos intocables cuenta la historia de un respetable aristocrático que queda tetrapléjico luego de sufrir un accidente en parapente. El millonario contrata a un joven negro inmigrante para que lo cuide. El joven poco a poco se irá ganando el cariño del hombre rico y, según rezan sus propios anuncios, “le devolverá las ganas de vivir”.

Entonces,  la película plantea una extraña idea de justicia: el hombre blanco y rico que pierde su cuerpo, y el hombre joven y negro, que no tiene privilegios sociales, llegan a un intercambio perfecto: un cuerpo joven con posición acomodada. Esta extraña idea de empate es la que hace que la película tranquilice la mente de la burguesía acomodada que entiende así que la lucha de clases puede resolverse en un gesto correcto: le entrego al negro algo de mi privilegio, y él me entrega algo de su juventud.  Olvidando que el privilegio es social y la juventud natural. Y creyendo que con un gesto de corrección es posible reconciliar las injusticias sociales.

La película comienza con una serie de eventos en los cuales será clara la separación cultural de los personajes. Claro, los dos responden a los más básicos prejuicios sobre sus clases: mientras uno escucha a Vivaldi, el otro escucha a Earth Wind and Fire, mientras uno habla en un lenguaje de alta literatura, el otro utiliza lenguaje callejero; uno prolijo, el otro no; uno es negro, el otro es blanco; uno viejo, el otro joven ¡bueno basta! Ya entendimos: son diferentes pero serán ambos domesticados en la tolerancia, esa hermana burlona de la igualdad.

Y es que la película nunca planteará la igualdad como una necesidad. “Basta tolerarse para poder convivir”, parece gritarnos a ritmo de carcajadas de los personajes amigos. Del mismo modo que basta un gesto correcto, individual, dadivoso para crear un mundo mejor, donde los ricos son generosos y los inmigrantes son buenos, sin alterar el orden social.

El contraste de esta película es La separación, éticamente justa, honesta y compleja.

La separación:

El director Asghar Farhadi, de quien antes habíamos visto A propósito de Elly, demuestra todo el tiempo que el cine iraní está lejos de ser esa cosa aburrida y homogénea que sus detractores repiten con todo desconocimiento.

En contra de lo que cualquier prejuicio, en la película pasan muchísimas cosas, y pasan todo el tiempo, y pasan con la mayor inteligencia. Porque trata temas serios sin ser solemne, tomándose de todas las herramientas del cine: los géneros, el relato, la velocidad, el urbanismo desmesurado, y los personajes fuertes.

La separación es por momentos un thriller doméstico, un policial social, un drama familiar, y una película deHitchcock.

El argumento es complejísimo pero se puede resumir más o menos así: Nader y Simin se están separando porque ella quiere sacar a la hija de los dos de Irán para que tenga una mejor vida, mientras Nader quiere quedarse en su país y en su casa porque debe cuidar de su padre enfermo de Alzheimer.

Ante la negativa del juez de darles el divorcio, Simin decide irse a casa de su madre y Nader se queda en la casa con su hija de 11 años y su padre anciano.  Al no contar con la ayuda de su esposa, Nader contrata a una mujer para que cuide a su padre mientras él trabaja. Durante tres días la mujer trabaja en la casa de Nadir enfrentándose a situaciones complicadas: su pequeña hija ensucia todo mientras ella trabaja, el anciano se moja los pantalones y ella debe pedir permiso religioso para cambiarlo, su marido no sabe que ella trabaja. Un día, Nadir vuelve del trabajo y encuentra a su padre atado a la cama, desvanecido, la empleada no está y esto desata un litigio en donde se mezcla lo religioso, lo político, las relaciones laborales y las de pareja.

La separación es antes que nada una buena historia, que parece recrear esa frase que dice: Toda historia tiene tres versiones: la tuya, la mía y la verdad.

La película vuelve una y otra vez sobre los acontecimientos ocurridos en esos tres días, cada detalle, cada conversación, cada paso dado en la escalera del edificio, serán claves para entender qué pasó ese día, por qué la mujer dejó al anciano atado, a dónde fue, cuáles son sus intenciones y las de su marido, y qué están dispuestos a dar para llegar al final de la historia.

El mundo simbólico y el mundo real puestos en tensión todo el tiempo. Mientras creemos que las clases acomodadas son las dueñas del patrimonio de lo simbólico y las clases bajas están pegadas a la supervivencia y a la realidad. La religión cambia las reglas del juego. La empleada, adoradora del Corán, terminará actuando en pos de esa religión, por miedo a que a su hija le pase algo, mientras los personajes de  clase media sólo temen a lo real inminente.

El mundo de lo público y lo privado también es un problema: un Estado incapaz de resolver las situaciones afectivas de los personajes, un litigio laboral que sólo encuentra resoluciones en las conversaciones íntimas, personales.

El título de La separación no sólo hace alusión al estado pre- divorcio de sus protagonistas, sino también a la separación de clases, a la separación política y la religiosa. El titulo original de Amigos intocables es: Intouchables, como si la película quisiera poner de manifiesto la intangibilidad de sus preconceptos, como si lo intocable fueran los beneficios de la burguesía que no quieren nunca ser puestos en cuestión.

Allí donde Amigos intocables pone tranquilidad y consenso, La separación pondrá preguntas e incomodidad, demostrando que la lucha de clases, de ser posible, deberá atravesar la religión, lo social, lo político, los géneros y las generaciones. 

Amigos intocables

Trailer oficial

La separación

Trailer