Molero será el nuevo titular del Iscamen

Así lo anunció el ministro Enrique Vaquié luego de que se conocieran las irregularidades cometidas por Raúl Millán como presidente del ente provincial. El senador radical Alejandro Molero deberá obtener la aprobación del Senado.

Molero será el nuevo titular del Iscamen

Alejandro Molero en su primera aparición como titular del Iscamen. Foto: Prensa de Gobierno.

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Unidiversidad / Fuente: Los Andes y Prensa de Gobierno

Publicado el 12 DE JULIO DE 2016

Tras la renuncia de Raúl Millán al frente del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen) por irregularidades, el senador radical Alejandro Molero será quien ocupe su lugar al frente del organismo, cuya postulación deberá ser ratificada por el Senado el martes 26 de julio, cuando sus integrantes vuelvan del receso legislativo y retomen las actividades.   

Fueron las inconsistencias destapadas por dos auditorías y los resultados del informe del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) las razones que obligaron a Millán a despedirse de su puesto. Pero no es la primera vez que su desempeño como funcionario es puesto en tela de juicio. En 2011, Millán tuvo que dejar la Subsecretaría de Programación Agroalimentaria y Gestión de Calidad luego de salieran a la luz una serie de inconsistencias en el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), cuyo organismo también estaba a su cargo.

La renuncia de Millán fue confirmada ayer 11 de julio por el ministro Enrique Vaquié en compañía del propio Molero, quien asumirá el cargo de forma interina, y de Guillermo Rossi, vicepresidente del Senasa. “Fue una auditoría que en sus aspectos técnicos realizó el Senasa y que también incluyó los aspectos administrativo-contables, así como lo legal. Los resultados no fueron lo óptimo tanto para nosotros como para el Senasa”, aseguró el ministro de Economía, Infraestructura y Energía.

Recuperar la credibilidad, devolverle la capacidad de gestión y restaurar la transparencia serán los tres ejes sobre los que basará su gestión el nuevo titular del Iscamen, de acuerdo con sus últimas declaraciones. “Somos responsables de preservar el capital fitosanitario de nuestra provincia, del cual depende la comercialización de nuestra producción”, aseguró Molero apenas fue presentado.

En cuanto a las auditorías, Vaquié afirmó que “los resultados no han sido satisfactorios”, ya que se detectaron deficiencias evidentes en los procesos administrativos, en las licitaciones y en compras a un mismo proveedor. No obstante, el Ministro resaltó que más alarmante que la auditoría fue el informe que el Senasa realizó desde abril. Según el relevamiento del organismo nacional, desde 2008 el funcionamiento del ente provincial daba muestras de prácticas poco habituales y ajenas a la tarea científica y al historial del organismo.

Entre los inconvenientes que causaron las irregularidades, se advierten las siguientes:

1- Los informes semanales del Programa de Control y Erradicación de la Mosca (Procem) no reflejaban el panorama real de la plaga a campo, ni la totalidad de las acciones de control implementadas.

2- Pérdida de eficiencia de la cepa sexada “TSL Viena 8" (macho estéril) y su remplazo inconsulto y unilateral por cepa silvestre “Cepa Mendoza”, que implica irradiar y liberar tanto machos como hembras, práctica abandonada hace más de 14 años.

3- Utilización de material de monitoreo deficiente, sin alcanzar los estándares de calidad requeridos.

4- Uso indebido de pisos de trampas destinados a Lobesia Botrana y utilizados en monitoreo de mosca de la fruta.

5- Incumplimiento de los procedimientos indicados por Senasa para la georreferenciación de los sitios de trampeo.

Con respecto a las contrataciones que posibilitaron el esquema administrativo contable, la auditoría técnica detectó:

1- Utilización profusa de procedimientos de excepción, como compras directas y reconocimientos de legítimo abono para diversos insumos y servicios.

2- Vicios administrativos en la gestión de expedientes.

3- Adjudicaciones a proveedores con precios menos convenientes.

4- Crecimiento de la planta de personal.

5- Inoportuna gestión de apremio.

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