A dos semanas de que cierren las listas de precandidatos a Presidente, a diputados y senadores nacionales y a integrar el Parlamento del Mercosur (Parlasur), todavía persisten las dudas sobre cuándo asumirán los representantes argentinos en el órgano regional, que por primera vez serán designados mediante el voto popular. Sucede que no pocos partidos y comunicadores desconfían de que los 43 “mercodiputados” que se elegirán en octubre vayan a asumir inmediatamente en sus cargos.

Algunos dicen que esto se debe a la desproporcionalidad que se generaría en el Parlasur, por cuanto Argentina pasaría a tener más representantes que Brasil, que todavía no eligió a los suyos y que por lo tanto seguirá teniendo 37 legisladores, cuando le corresponden 75 por ser un país más poblado. Creen entonces que los otros países del bloque no aceptarían esta situación y que los representantes argentinos deberían integrarse recién en 2020, cuando concluya el plazo para que todos los miembros del Parlasur sean designados mediante el voto popular. O, incluso, que de los 43 electos solo deberían asumir 26 y el resto incorporarse en cinco años.

Una duda semejante es la que tiene uno de los precandidatos presidenciales más taquilleros de la oposición, que en diálogo con Semanario Parlamentario dijo que pensaba que los parlamentarios asumirían en 2020. Y las mismas dudas tienen diputados nacionales especialistas en temas electorales como la politóloga Carla Carrizo (Suma+ ECO) y el abogado Pablo Tonelli (Unión Pro). “Tengo dudas de que los otros países acepten que Argentina incremente tan grandemente su representación. No me parece tan seguro que los 43 se integren al cuerpo. Elegir parlamentarios que después no van a ingresar no es muy legal”, dijo este último a Semanario Parlamentario.

Sin embargo, para el Frente para la Victoria, e incluso para dirigentes de la UCR, la cuestión parece estar zanjada: Argentina elige a sus representantes en octubre, quienes serán designados en diciembre y asumirán sus cargos en la primera sesión del Parlasur, estimada para marzo de 2016. Es lo que planteó el diputado nacional Jorge Landau (Frente para la Victoria) cuando se trató la ley que regula la elección de los “mercodiputados”. “En lo relativo a la incorporación al Parlamento de los parlamentarios que se elijan en el año 2015 en forma directa, lo harán en su totalidad en el año 2016”, dijo entonces el apoderado del Partido Justicialista cuando se trató la ley en diciembre pasado, en su condición de miembro informante por el oficialismo.

La afirmación se ampara en el Protocolo del Parlasur, el cual reza que “los parlamentarios designados en forma indirecta cesarán en sus funciones: por caducidad o pérdida de su mandato nacional; al asumir sus sucesores electos directamente; o, a más tardar, al finalizar dicha primera etapa” de transición, prorrogada hasta 2020.

También en la recomendación 16/2010 del Parlasur, aprobada por el decreto 18/11 del Consejo del Mercado Común (CMC), máxima autoridad del Mercosur, dice lo siguiente: “determinar que durante la etapa de transición única los Estados parte realizarán elecciones directas para parlamentarios del Mercosur (…) A partir de estas elecciones directas, la Argentina y el Brasil elegirán e integrarán el número total previsto”.

Por lo tanto, la postura oficial es que los 26 representantes argentinos designados por el Congreso dejarían sus cargos una vez que el Parlasur tome juramento a los 43 representantes elegidos directamente por el pueblo argentino, en diciembre de 2015. Esto fue establecido por la recomendación 3/2013 del Parlasur, aprobada por la decisión 11/2014 del CMC.

Es lo mismo que piensa el diputado nacional Agustín Portela (UCR-Corrientes), actual integrante del órgano regional. “Tienen que asumir todos. En ningún lado se dice que no tienen que asumir. Es lo que está previsto y los que incumplimos la norma no somos nosotros, sino Brasil que todavía no eligió directamente a sus representantes”, afirmó tajante a Parlamentario.

Como fuera, es cierto que a las dudas sobre si los parlamentarios asumen en 2016 y en 2020 se suma el deseo de muchos opositores de que la elección se postergue, habida cuenta de los rumores de que Cristina Fernández de Kirchner podría encabezar la lista de candidatos a parlamentarios por distrito nacional, y aparecer así en todos los cuartos oscuros del país.
 

¿Pero qué sucedería con Brasil?

“¿El Brasil, con 200 millones de habitantes, va a quedar con 37 miembros como tiene hoy y nosotros, los argentinos, que tenemos 40 millones de habitantes, con 43? No me parece claro”, dudó el senador nacional Angel Rozas (UCR-Chaco), también integrante del Parlasur, durante el tratamiento de la ley. La respuesta de los senadores kirchneristas José Mayans (Formosa) y Pablo González (Santa Cruz) fue clara y se valió del recomendación 16/10: una vez Argentina designe a sus 43 representantes, Brasil y Venezuela designarán de manera indirecta al resto de sus parlamentarios, para llegar a lo que le corresponde a cada uno: 75 al primero y 33 al segundo. La situación no cambiaría para Paraguay, el único que ya eligió por sufragio universal a sus 18 representes, y tampoco para Uruguay, que deberá mantener la misma cantidad de parlamentarios.
 

Otras dudas: cupo femenino y fueros

La cuestión de la integración de los parlamentarios electos no es lo único que se pone en duda. La Cámara Electoral analiza una presentación del exdiputado nacional Gerardo Milman en relación a la inconstitucionalidad de los fueros de los “mercodiputados” y podría recibir otra de un legislador opositor, que adelantó a Parlamentario que analiza impugnar las elecciones por la cuestión del cupo femenino.

Milman cuestiona que los parlamentarios del Mercosur tengan los mismos fueros que los legisladores nacionales, incluyendo la imposibilidad de arresto, marcando sus sospechas sobre un intento del Gobierno de darle cobertura a Cristina frente al avance de causas judiciales en su contra. A su juicio, solo deberían tener inmunidad de opinión.

En cambio, el legislador que analiza una demanda advierte que el sistema mixto de elección de los “mercodiputados”, 24 en representación de las provincias y 19 por distrito nacional, no garantiza el cupo femenino en el 56 por ciento de las 43 bancas argentinas, que es lo que representan los legisladores por distinto provincial. Y esto se debe a que todos los partidos compiten por un solo cargo por provincia, sin requisito alguno en materia de género, de modo tal que en la sumatoria las mujeres podrían quedar relegadas.

A esto, el oficialismo contesta que el sistema es un equilibrio entre el cupo femenino y el federalismo: el primero, presente en la elección por distrito nacional y el segundo, en la elección por distrito provincial. La ecuación, dicen, sería más fácil si en lugar de 43 representantes, Argentina hubiera tenido 48: así el sistema podría haber determinado dos parlamentarios por provincia, un hombre y una mujer.

Con estas demandas, ¿suspenderá algún juez la elección de los parlamentarios? Mientras tanto… ¿Qué hace el Parlasur? El debate público en torno a la elección de los parlamentarios opacó la discusión sobre el rol del Parlamento de cara a la consolidación del Mercosur.

Según el Protocolo de constitución, el Parlasur tendrá las siguientes competencias: velar por la observancia de las normas del Mercosur y por la preservación del régimen democrático en los Estados Partes; elaborar y publicar anualmente un informe sobre la situación de los derechos humanos en la región; seguir el plan de trabajo de la Presidencia Pro Tempore del Mercosur; debatir sobre cuestiones vinculadas co el desarrollo del proceso de integración, con entidades de la sociedad civil y los sectores productivos; y emitir declaraciones, recomendaciones e informes sobre cuestiones vinculadas con el desarrollo del proceso de integración.

Asimismo puede proponer proyectos de normas del Mercosur para su consideración por el Consejo del Mercado Común, aunque estas no son vinculantes. A tales efectos, el Protocolo estableció que el Parlamento deberá reunirse en sesiones ordinarias al menos una vez por mes. Pero esto no parece cumplirse, pues al menos en lo que va de 2015 no hubo sesiones.

En 2014 el Parlamento tuvo pronunciamientos contundentes en relación con la cuestión Malvinas, con un apoyo a las denuncias argentinas por actividades inglesas en materia de pesca y utilización de los hidrocarburos que pertenecen al Mar Argentino y respecto de la presencia de armas nucleares en el Atlántico Sur. Además se logró el respaldo del Parlasur en el marco del litigio con los fondos buitre.