Próvolo: imputaron a otra monja, pero no quedó detenida

Se trata de Asunción Martínez, quien había actuado como testigo anteriormente. La paraguaya encubrió un caso de abuso sexual y no dio aviso a las autoridades. Con el pago de una fianza quedará libre, ya que no hay riesgo procesal.

Próvolo: imputaron a otra monja, pero no quedó detenida

La monja paraguaya Asunción Martínez trabajaba en el Próvolo desde 1997. Foto archivo.

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Publicado el 30 DE AGOSTO DE 2017

La monja paraguaya Asunción Martínez quedó imputada por ser partícipe primaria en un hecho de abuso sexual a un menor del Instituto Próvolo. La víctima contó que, tras ser abusado, pidió auxilio a la mujer, pero ella encubrió la violación y lo llevó a un médico particular. La octava imputada en la megacausa, que antes había actuado como testigo, está libre por el pago de una fianza.

El abogado querellante, Juan Dantiacq, confirmó a Unidiversidad que la monja Asunción Martínez quedó imputada por ser partícipe primaria en un hecho de abuso sexual. Uno de los testigos contó que, luego de ser abusado por el exadministrativo José Luis Ojeda, acudió por auxilio a la monja y esta no dio aviso del abuso del niño y lo llevó a un médico particular. La criatura había dicho que esa monja "era buena" porque lo llevaba al doctor. La situación se habría reiterado varias veces, según los testimonios de la víctima.

La "hermana" Asunción, que trabajaba en el Próvolo desde 1997, pertenece a la misma congregación de Kumiko Kosaka. La monja paraguaya está en libertad gracias al pago de una fianza que asciende a los $ 200 000. De ser necesario, podrá procederse a su detención.

En los meses de la investigación, Asunción actuó como testigo, negó tener conocimiento de los vejámenes cometidos dentro del Próvolo y testificó a favor de la monja japonesa. Debido a su predisposición para brindar información, el fiscal determinó que no existe riesgo procesal. De ser necesario, y en caso de no ir a notificarse semanalmente, podrían dictarle la prisión preventiva.

La monja Asunción es la octava imputada en la megacausa de los abusos sexuales y corrupción a menores del instituto Próvolo, de Luján de Cuyo, tras la detención de la exrepresentante legal Graciela Pascual la semana pasada. La paraguaya se suma a los sacerdotes Horacio Corbacho y Nicola Corradi, la monja Kumiko Kosaka, los exadministrativos Jorge Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez, y el exjardinero Apolinario Choque. Salvo Corradi, que está con prisión domiciliaria por cuestiones de salud, todos están en prisión.

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