Desbarrancó un ómnibus en la llamada “curva del diablo” a más de 45 kilómetros de la ciudad de Lima. Hasta el momento se registran 48 muertos y 6 heridos, según la Policía Nacional de ese país.

El diario peruano El Comercio aseguró que el accidente ocurrió el martes 2, alrededor de las 11.40 (hora local y 13.40 de la Argentina), cuando un colectivo de la empresa de Transportes San Martín de Porres fue impactado por un camión. El micro cayó desde la carretera Serpentín de Pasamayo a un acantilado de unos 200 metros de profundidad y quedó a la orilla del mar en una zona rocosa.

Bomberos voluntarios, policías y miembros del Ministerio de Salud realizaban hasta anoche operaciones de rescate de víctimas.

El ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra, afirmó a través de su cuenta de Twitter que la revisión de los reportes del GPS de ambas unidades indican que la causa del accidente fue el exceso de velocidad de los vehículos que protagonizaron el hecho.

No hay estadísticas exactas sobre la cantidad de accidentes, pero los medios peruanos aseguran que es permanente el riesgo y que ya hubo tragedias en la zona. Foto: Reuters (para diario El País).

Una carretera históricamente peligrosa

El serpentín de Pasamayo es muy peligroso por varias razones y son vox populi en ese país desde hace décadas. La densa neblina, la falta de barandillas metálicas y 52 curvas sucesivas hacen de esta ruta una de las más difíciles de recorrer.

Según explica el diario peruano El Popular, ese tramo en donde se originó el reciente accidente, en el que circulan vehículos pesados, presenta varios riesgos para los conductores que la transitan, por lo que recibió el apodo de “La Curva del Diablo”.

El serpentín de Pasamayo existe desde los años cuarenta, tiene una extensión de 22 kilómetros y 52 curvas continuas que une el distrito de Ancón con la provincia de Chancay. Y desde su habilitación ha registrado innumerables accidentes. Incluso el Ministerio de Transportes y Comunicaciones no cuenta con estadísticas exactas sobre las víctimas en esta zona.

Otro riesgo es la densa neblina que se apodera de este tramo. Esta se acentúa entre los meses de abril a diciembre, haciendo que la carretera se torne resbaladiza. Además, no tiene barandillas metálicas protectoras.

 Existe también la variante de Pasamayo en donde transitan vehículos livianos. Esta se ubica en paralelo al serpentín y a un par de metros más arriba. Sin embargo, los derrumbes de arena que invaden la pista también suelen provocar diversos accidentes.