A 10 años del Argentinazo: y ya nada fue igual…
Tiempos revueltos aquellos del 19 y 20 de diciembre de 2001, días en los que desde el obrero al sindicalista, de doña Rosa al vecino que no hablaba con nadie, se encontraban en las calles codo a codo con causas comunes, “Piquete y cacerola, la lucha es una sola”. Días en los que el Pueblo Argentino hacía historia. A 10 años de aquel convulsionado momento, encuentro de individuales protestas para algunos, embrión y boceto de revolución para otros, NUDigital analiza con distintos profesionales de nuestro ámbito universitario, los cambios y permanencias después del Argentinazo.
Foto: Web
El 19 y 20 de diciembre de 2001 fueron días que marcaron la historia reciente de la Argentina. El pueblo en las calles pidiendo “que se vayan todos”, la lucha de los desocupados estructurales que dejaba el neoliberalismo se encontraba en las calles codo a codo con el reclamo de la clase media empobrecida que veía como sus ahorros de toda la vida se fugaban de la mano de los grandes capitales mientras el gobierno impedía que cada quien tocara sus ahorros.
10 años es un tiempo prudencial para pensar lo que pasó y analizar fríamente los vaivenes de la política nacional y planetaria. ¿Qué cambió desde aquel entonces? ¿Qué logró el pueblo en las calles? El Argentinazo es una lección de la que todos debemos aprender. Más allá del color político que cada uno tenga, la ideología que cada uno profese, hay que asumir que el Argentinazo le mostró al mundo y nos mostró a nosotros mismos que la política se debe hacer para la gente y con la gente. La salida de Fernando De la Rúa fue el momento final de un sistema que no daba más y había sido insertado de manera forzosa por la genocida y cipaya dictadura que comenzó en 1976, y sostenido por gobiernos radicales y peronistas que la sucedieron.
Según palabras de Graciela Cousinet “la idea era que se vayan todos los que fueron cómplices del modelo neoliberal. Todos los que fueron responsables de la tragedia económica y social que estaba viviendo el país”. Mientras que Juan Carlos Aguiló analizó que “Como positivo se puede recordar quizás, que con el gran vacío institucional y político que se produce no hay una salida mesiánica al estilo militar”. Por último en el análisis de Roberto Follari “lo que sí sucedió es que el periodo Neoliberal puro quedó agotado”.
Lo que sí está claro es que a partir de Diciembre del 2001 un cántico se hizo eco en las calles, en las esquinas, en las cabezas de los políticos y poderes que entregaban el país mientras su gente se desangraba en el día a día: “El pueblo unido jamás será vencido”. El Argentinazo…y ya nada fue igual