A 18 años de la hazaña de Nalbandian en Wimbledon

El Rey David dio la gran sorpresa de la edición 2002 en el torneo más antiguo del circuito.

A 18 años de la hazaña de Nalbandian en Wimbledon

Hewitt y Nalbandian con sus trofeos y banderas tras la final de Wimbledon 2002. Foto: gentileza.

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Martín Pereyra para Radio U

Publicado el 07 DE JULIO DE 2020

En 2002 David Nalbandian quedó en segundo lugar del Grand Slam de Londres tras perder la final ante el australiano Lleyton Hewitt. Un gran logro para el tenis argentino, ya que la última vez que Argentina había dicho presente en la final de un torneo grande fue en Roland Garros 1982 cuando Guillermo Vilas perdió con el sueco Mats Wilander.

El juvenil David, con tan solo 20 años, no era justamente el tenista argentino apuntado a llegar más lejos en el torneo. El cordobés apenas estaba recorriendo sus primeros kilómetros en el tour. En septiembre de 2001 había actuado en challengers y perdido la final del ATP de Palermo y antes de aquel tercer Grand Slam de 2002, lo más destacado había sido su conquista en Estoril, también sobre superficie lenta.

Argentina contaba con una muy buena camada de jugadores encabezada por Franco Squillari, Mariano Puerta, Mariano Zabaleta y Guillermo Cañas, y de a poco se sumaban otros que también se destacaron en el circuito como Juan Ignacio Chela, Agustín Calleri y Gastón Gaudio.

Sin embargo, el que daría la nota sería Nalbandian que arrancó el torneo como preclasificado número 28 y en primera ronda derrotó al español David Sánchez, número sesenta y dos. La victoria del cordobés fue en cuatro sets 6-4, 6-3, 4-6 y 7-5. Ya en la segunda ronda el rival fue el francés Paul-Henri Mathieu (75°), a quien derrotó por 7-6 (7-3), 7-6 (9-7) y 6-3.

En la misma llave estaba Sampras, por entonces 13° del mundo, que se enfrentó a George Bastl, que finalmente lo derrotó en cinco sets. Así el suizo dio el batacazo y se enfrentó al argentino en la tercera ronda. El Rey sin problema derrotó a Bastl con un triple 6-2 y pasó a la siguiente ronda donde enfrentó al australiano Wayne Arthurs. “Allí me empecé a sentir peligroso. Cuando le gané a Bastl, me di cuenta que tenía chances de ganar un par de partidos más. Ahí me empecé a sentir bien. Antes de eso, no. Y después vino un partido clave: contra Wayne Arthurs (89°), que era un especialista en la superficie. Ese fue el partido bisagra”, fueron las declaraciones de Nalbandian en una entrevista.

 El argentino le ganó al australiano 6-4, 7-6 (7-4), 2-6 y 7-6 (9-7) y de esa manera quedó a dos pasos de la final. Primero vendría el ecuatoriano Nicolás Lapentti, en cuartos de final. El duelo sudamericano quedó en manos de David que le ganó al número 27 por 6-4, 6-4, 4-6, 4-6 y 6-4, en 3h 43m. Lo llamativo es que el cordobés seguía sin jugar en el court central y tampoco lo haría en las semifinales frente al belga Xavier Malisse (35°).

El encuentro correspondiente a semifinales fue algo inconexo, primero interrumpido por la lluvia, algo que terminó con el cambio de cancha. Luego en los puntos altos de Nalbandian, Malisse empezó a golpear el pecho y se retiró al vestuario durante más de diez minutos. Todo en medio de una gran incertidumbre. Después se conoció que había tenido problemas de arritmia. Al regresar al court, elevó su rendimiento. Por la duración del partido y el intervalo inesperado, se acabó la luz natural y la definición pasó al sábado 6. Y el cordobés lo cerró con un fulminante 6-2.

Un día como hoy 7 de julio se jugó la gran final donde el Rey David Nalbandian enfrentó al número 1, en ese momento, Lleyton Hewitt. Llegó el encuentro decisivo ante el australiano, que se crió jugando sobre césped y fue un amplio dominador del cotejo. El resultado fue un categórico 6-1, 6-3 y 6-2, pero ese día fue la piedra fundacional para el resurgimiento del tenis argentino.

Aquel fue el gran salto de Nalbandian en el tenis de élite. Se ganó un lugar entre los mejores 15 del mundo y no dejó de evolucionar hasta ser el 3 del circuito, en 2006.

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