Análisis: quiénes están detrás de Suárez

La elección PASO en la Capital de Mendoza se hizo ver a nivel nacional. Los intereses porteños en el resultado, la incidencia del radicalismo provincial y la misma impronta personal del intendente.

Análisis: quiénes están detrás de Suárez

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Jorge Fernandez Rojas. Foto: Axel Lloret

Publicado el 23 DE FEBRERO DE 2015

Los diarios opositores (según la mirada del gobierno nacional) estaban preparados para titular: “Macri ganó en Mendoza”. La idea está instalada desde el lunes 16, cuando se los vio juntos a Alfredo Cornejo y Emilio Monzó, el operador nacional de Mauricio Macri, quien estuvo en un segundo plano escoltando a Gabriela Michetti, pero cuya presencia denotó lo mucho que le importaba a Macri el acuerdo con Cornejo. 

Este acuerdo registrado en los medios generó que todo se decantara hacia el macrismo, según la mirada porteña y por ende “nacional”. Ya había un acuerdo municipal en la Ciudad entre el intendente radical Rodolfo Suárez, gran ganador de la PASO, y el macrismo que hizo que el PRO no presentara candidatos, tras lograr una gran elección en 2013. 

Así, Macri cobrará por adelantado su parte de la sociedad política con Cornejo y lo hará hoy, cuando se salude con él y con el mismo intendente capitalino. El candidato radical a la gobernación espera réditos concretos por parte del PRO en abril, con votos contantes y sonantes.

De todos modos, Julio Cobos, que sigue ejerciendo una resistencia interna al acuerdo con Macri, fue enfático cuando dijo que el resultado de la Capital era un triunfo del radicalismo y se ocupó de instalarlo para condicionar a los medios porteños y que los títulos fueran: “Ganó la UCR en Mendoza”.

En ese contexto, Sergio Massa también buscó obtener el mismo efecto y le dio un abrazo de oso a Jorge Difonso. Massa fue a San Carlos el jueves 19 para adueñarse del intendente ganso, quien primero juró fidelidad a Massa pero luego se arrepintió y se lo expresó a la cúpula del PD. Eso poco le importó al tigrense, que fue a la casa de Difonso para marcar el terreno y por eso sonrió satisfecho cuando leyó en el portal de Clarín anoche que el massismo se había impuesto en Mendoza.
 
Hay una idea sobre Massa que cada vez se arraiga más entre los propios y extraños. El exjefe de gabinete de Cristina es un “vendehumo” electoral. Sólo le importa la “foto” antes que los acuerdos reales. Por eso, a último momento logró sumarse al frente Cambia Mendoza que armó Cornejo, pero “sufrió” un desaire porque no obtuvo la foto con el radical que imaginó publicada en los portales del jueves 19. 

Cornejo, dicen los mismos massistas, evadió a Massa para no incomodar su relación, más estrecha, con Macri. Con un sesgo de sinceridad, el mismo intendente de Godoy Cruz dijo el día del acuerdo con Monzó: “Nuestro aliado privilegiado es el PRO”.  

Estas elecciones PASO son tomadas como el primer test electoral en el país. Por eso serán más importantes los títulos que lo verdaderos votos y en eso se basan Macri y Massa.

Observando la victoria del radicalismo, se notó el cambio progresivo que experimentó Suárez desde agosto del año pasado cuando se hizo cargo de la intendencia a raíz de la muerte de Víctor Fayad. Su perfil de político conciliador lo acercó a Cornejo; el intendente de Godoy Cruz lo fue impregnando de la impronta frentista que impulsa el ahora candidato a gobernador de la UCR y de “Cambia Mendoza”.

Si bien no hubo frente en la Ciudad, sí hubo espíritu concertador por parte de Suárez, que hizo que Cobos se sintiera parte de la victoria y que Macri se identificara con Suárez. Además en su campaña corta hizo evidenciar su acción de gestión en lugares claves como el oeste de la Ciudad y en la Quinta Sección, en especial en el eje de la calle Arístides Villanueva. Los seguidores de Cornejo consideran que esta acción de gestión, sumada a la amplitud acuerdista, le dio la capacidad para interpretar el “clima de cambio” que está instalado en el electorado. 

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