Baja la fecundidad y el embarazo adolescente se reduce más de la mitad desde el Censo 2010

Más allá de las políticas de control de embarazo no intencional en la adolescencia, reconocidas internacionalmente, hay una disminución en la cantidad de hijas e hijos por mujer en edad fértil. El Censo 2022 refleja el descenso en la fecundidad de nuestro país y aporta datos a los ya recabados por el Ministerio de Salud.

Baja la fecundidad y el embarazo adolescente se reduce más de la mitad desde el Censo 2010

Es similar la cantidad de mujeres que son madres, pero tienen menos hijos que antes. Foto: Alfredo Ponce / Télam

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Julia López

Publicado el 20 DE MARZO DE 2024

Los datos del último censo siguen siendo procesados por el Indec, que esta vez publicó un informe sobre fecundidad que muestra un marcado descenso. El número actual es de 1,4 hijas e hijos por mujer en edad fértil. Solo cuatro jurisdicciones se ubican por debajo, nueve lo igualan y el resto –Mendoza entre ellas– lo supera. No hay una disminución significativa en la cantidad de mujeres que son madres, pero sí en la cantidad de hijos e hijas que tienen. Además, entre 2010 y 2022, se redujo más de la mitad el embarazo en adolescentes de 15 a 19 años, que pasó del 13,1 % al 6,4 %.

La disminución de la tasa de fecundidad en Argentina no es una novedad y el informe del Indec lo reconoce porque el Ministerio de Salud genera progresivamente estadísticas al respecto. Sin embargo, el censo aporta la riqueza de la comparación entre la tasa de fecundidad y grupos poblacionales específicos (inmigrantes, población indígena o afrodescendiente, por ejemplo) u otras variables demográficas, como nivel educativo alcanzado o la actividad económica.

En 2001, la cantidad de hijas e hijos nacidos vivos por mujer en edad fértil (entre 14 y 49 años) era 1,7; en 2010, 1,5, y en 2022 bajó a 1,4. Ese es el promedio y nueve provincias lo replican. Solo cuatro se ubican por debajo: Tierra del Fuego, Neuquén y Córdoba –las tres, con 1,3 hijos e hijas por mujer– y CABA –con 0,9, el número más bajo de todo el país–. El resto lo supera –Mendoza, con 1,5– y las tres con más cantidad son Santiago del Estero, Formosa y Misiones, con 1,7.

Entre el censo 2010 y el 2022, son solo tres las provincias que mantuvieron su fecundidad: CABA, Mendoza y Jujuy. El resto la redujo en mayor o menor medida. Y no es que “la gente ya no tiene hijos”, sino que tiene menos que antes. Al observar la paridez final, es decir, a aquellas mujeres de 45 a 49 años que fueron madres, no hay una gran diferencia (90,4 en 2001 y 2010 y 89,0 en 2022), pero sí se evidencia una disminución en el promedio de hijas e hijos que tienen (3,1 en 2001, 2,9 en 2010, y 2,6 en 2022).

Embarazo en adolescentes

Según publica Unfpa, la agencia de Naciones Unidas abocada a los derechos sexuales y reproductivos, la mitad de los embarazos en la adolescencia son no intencionales. En 2022, 43.210 mujeres de entre 15 y 19 años tuvieron una hija o un hijo en Argentina, de las cuales 1556 son de Mendoza. Sin embargo, la tasa viene en descenso y lo demuestran tanto los números del Ministerio de Salud de la Nación como los que publica el Indec. El informe realizado sobre la base del Censo 2022 muestra que, en 2010, el 13,1 % de adolescentes tenía un hijo o hija, y en 2022 fue el 6,4 %.

El informe revela que las mujeres con hijos e hijas tienen menor porcentaje de asistencia escolar. De hecho, entre las adolescentes, el embarazo es una de las principales causas de deserción escolar, según una campaña reciente de la organización Cimientos con la Fundación Kaleidos. Explican que tres de cada diez jóvenes se desvinculan del secundario por embarazo o por maternidad. Además, casi la mitad de las adolescentes de 18 y 19 años que son madres no completaron la educación secundaria.

“En Argentina, el embarazo y la maternidad en la adolescencia reducen en casi el 20 % la posibilidad de que las mujeres completen el secundario respecto de las mujeres que son mamás en la adultez (Unfpa, 2020)”, informan en la campaña.

Pero, además, las mujeres que tienen hijas e hijos muestran menos inserción en la actividad económica que entre las que no tienen. Es decir, la maternidad es una variable íntimamente relacionada con la desocupación y la  subocupación de las mujeres.

Fuente: Censo 2022 Indec / UNFPA / Cimientos y Fundación Kaleidos

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