A pesar de que la Superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca estaba estipulada para jugarse el sábado desde las 17:00, debido a cuestiones de seguridad, la definición se adelantó una hora y se jugará a las 16:00 del mismo sábado 24 de noviembre.

El cambio de horario se concretó por decisión de los organismos de seguridad, que pretenden asegurarse de que el partido termine de día. 

De esta forma, al igual que en el partido de ida, la final sufriría un modificación en el horario original, y pasaría a disputarse a las 16:00, repitiendo el mismo horario que en la primera Superfinal.

A diferencia del primer partido, ahora en el Monumental habrá un campeón. Por eso el operativo policial será reforzado. Incluso, si  Boca logra el título los festejos se trasladarían por la noche a la Bombonera y también se planificará un protocolo especial para tal ocasión.

El operativo

El megaoperativo en el barrio de Núñez comenzará a las 9 de la mañana con el vallado de las calles en los alrededores de la cancha. Las puertas del estadio se abrirán a las 13.

En el partido de ida se montó un blindaje con 1500 efectivos de diferentes fuerzas. En esta ocasión llegarán a 2000, porque el partido definirá al campeón de América. Además, River pondrá 1000 hombres de seguridad privada para agilizar los movimientos internos en el Monumental.

Habrá también seguridad en las dos concentraciones, en el Obelisco y en la Bombonera, por si Boca es campeón. Trabajarán de manera conjunta la Policía Federal, la Policía de la Ciudad, Gendarmería y los cadetes del programa Tribuna Segura del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Por otra parte, como sucedió en el partido de ida con 250 barras xeneizes, el próximo sábado habrá 200 barras de la Banda con derecho de admisión que no podrán entrar al Monumental.