Cristian Navarro, el asistente de árbitros conocido vulgarmente como “Cabezón”, rompió el hielo contando cómo decidió ser repartidor de justicia dentro de un campo de juego. “Lo del arbitraje surgió por mi padre”, dijo el hoy juez de línea internacional, hijo de un gran árbitro histórico de la liga mendocina.

Al hablar de fútbol nacional, compartió una anécdota muy lamentable, de las que en nuestros torneos son casi moneda corriente. Es que en canchas de competencia como el Federal A (entre otros) le han arrojado desde proyectiles hasta materia fecal. “He tenido que irme a bañar en el entretiempo de los partidos”, dijo.

El presente de Navarro es muy positivo: “Soy asistente de primera división”. Esto es algo que deja muy bien parada a nuestra provincia a nivel nacional y también en el exterior. Al final de la charla, el “Cabezón” Navarro pidió a los dirigentes argentinos que hagan un plan que tenga como objetivo que las familias vuelvan a copar las canchas.