El 62 % de las personas aseguran ser felices

Una encuesta sostiene que el factor más importante para alcanzar la felicidad es la libertad de autodeterminación. Las personas jóvenes reportaron mayor insatisfacción e infelicidad que las mayores.

El 62 % de las personas aseguran ser felices

Foto: El Español

Sociedad

Unidiversidad

Unidiversidad / Fuente: Télam

Publicado el 03 DE DICIEMBRE DE 2020

Una encuesta realizada por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) aseguró que el 69 % de las personas mayores de 18 años que habitan los grandes conglomerados de Argentina se sienten conformes con ellas mismas. El 62 % dijo sentirse feliz y el 55,5 % se mostró satisfecho con su propia vida.

Estos guarismos fueron el resultado de una encuesta realizada por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la facultad, denominado "Felicidad, creencias, fantasías e imaginarios existenciales y personales", que se realizó en la primera quincena de noviembre pasado. El relevamiento realizado por OPSA, que dirige Gustavo E. González, se realizó a través de redes sociales, según parámetros de geolocalización, a personas mayores de 18 años (unos 3262 casos) localizadas en los grandes conglomerados del país.

 

A mayor edad, más satisfacción y felicidad

La autopercepción de satisfacción general con la propia vida tal como ha sido vivida hasta el presente resultó ser ostensiblemente mayor (el 55,7 %) que la insatisfacción (el 22 %) y resultó que, a mayor edad, los reportes de satisfacción resultan mayores e, inversamente, entre los y las más jóvenes se expresa mayor insatisfacción.

De modo netamente mayoritario, las personas encuestadas que reportaron sentirse felices con su vida presente fueron el 62,3 %, contra tan solo el 10 % que manifestó infelicidad. También acá a mayor edad, los reportes de felicidad resultaron más recurrentes e, inversamente, entre los más jóvenes, el sentimiento de infelicidad aumenta levemente.

El 48 % de las personas volvería a vivir la vida que vivió y la adultez representa el momento de mayor felicidad, seguida por la infancia.

El dilema de las redes y los "me gusta" que potencian a las industrias de belleza

Alguna vez fuimos o tuvimos algún compañero al que llamaban "gordo", "narigón", "chicato" o "dientes de lata", rótulos que impactan negativamente en la autopercepción del cuerpo. Sin embargo, en los últimos años hemos sido testigos del incremento de diferentes redes sociales, que comenzaron como un espacio de entretenimiento y conexión, pero sus efectos fueron mucho más allá de comentar y dar likes.

 

Qué cosas deciden nuestra felicidad

La propia libertad autodeterminadora aparece como el factor que más incide sobre la felicidad o la infelicidad. En segundo lugar, aparece la familia, y la economía se ubica tercera, con aproximadamente un 86 % de referencias. Las relaciones de pareja siguen a continuación y en quinto lugar, la sociedad, con alrededor de un 79 % de adscripciones.

La política aparece recién en sexto lugar, con una incidencia de alrededor del 74 %. Algo más abajo, aunque con guarismos de alrededor del 60 %, aparecen el destino y la suerte. Por último, aunque con niveles aún altos, cercanos al 50 %, se ubica la voluntad de Dios.

¿Existe la fórmula de la felicidad?

¿Qué es la felicidad? Quien logre responder a esta pregunta quizás dé con lo más cercano a una respuesta para el enigma del sentido que puede tener la existencia o al menos del propósito que nos gustaría que la vida tuviera. Lo primero que el psicólogo Mauricio Girolamo hace es aceptar que este concepto es difícil de definir.

 

¿Para qué nacemos?

Entre las respuestas acerca del principal sentido de la vida, se destacan "aprender", "amar" y "ser feliz", que fueron opciones seleccionadas por más de la mitad de los y las encuestadas.

En un segundo nivel, se ubica una respuesta de tipo altruista como "hacer algo para los demás" y otra como "dejar algo para la posteridad", que podría bordear alrededor tanto del amor altruista como de un narcisismo trascendental.

Luego se ubicaría "luchar". Por último, bastante más rezagada, la idea de tener que "pagar algún karma" debido a errores en vidas pasadas.

En cuanto a grupos de edad, se observa que "aprender" adquiere mayores referencias entre jóvenes y adultos, y menos entre los mayores de 50 años; "amar" y "dejar algo para los demás" sobresale levemente entre las y los adultos jóvenes; mientras que "ser amado", "dejar algo para la posteridad", "luchar" y "pagar algún karma", se destacan especialmente entre las y los más jóvenes.

Al momento de seleccionar aquellas metáforas que mejor expresen el significado de la vida, vuelve a prevalecer la idea de la vida como "aprendizaje". Muy cerca, se ubica la figura de la vida como viaje.

Luego, se sitúa la idea de la vida como "un misterio que escapa a la comprensión" y, posteriormente, aparece la idea del fin hedonista representado en la frase "Un lugar para gozar y disfrutar".

Cuando la vida se vuelve frágil: la cuarentena reconfiguró nuestras prioridades

A nivel mundial, la cuarentena no solo nos protegió del enemigo invisible que se encuentra afuera, sino también nos hizo reflexionar sobre nuestra vida y lo fugaz de la existencia. En este sentido, algunos conceptos como libertad, apego o distancia, que en la posmodernidad parecían claros, con esta nueva situación se desdibujaron.

 

Aceptarse

La conformidad con uno mismo (el 62 %) es ostensiblemente mayor a la disconformidad (el 12 %). Entre las cualidades personales que más conforman destacan la bondad, la inteligencia, la disposición a actuar, la valentía y la simpatía. Mientras tanto, la falta de constancia, la indecisión, la impaciencia, la pereza y falta de foco surgen como aspectos sobre los cuales las personas quisieran mejorar o cambiar.

El amor (el 62 %) y la gratitud (el 51 %) son los sentimientos positivos más frecuentes, seleccionados por más de la mitad de las personas encuestadas; en un segundo orden, aparecen la alegría y el optimismo. Como contrapartida, la ansiedad (el 53 %) es referida como el sentimiento negativo más recurrente. En segundo lugar, aparecen la tristeza, el enojo y la angustia.

Si bien el 58 % manifestó que no quisiera ser inmortal, la mayoría, el 62 %, quisiera prolongar los años de vida en condiciones de salud y calidad. Entre las respuestas sobre el destino humano después de la muerte, la idea de ascensión a otro plano de consciencia corre pareja con la de que la muerte es un destino final y luego no ocurre nada más. La concepción religiosa de un destino de cielo o infierno acorde con las acciones en esta vida apenas se ubica en un tercer lugar.

sociedad, felicidad, infelicidad, satisfacción, uba, facultad de psicología, encuesta, sentido de la vida,