El golpismo financiero

Por Roberto Follari, epistemólogo, docente y doctor en Psicología.

El golpismo financiero

Foto: Karolina Grabowska / pexels.com

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Roberto Follari

Publicado el 02 DE MAYO DE 2023

El golpismo, en otros tiempos, era de ejecución militar y preparación por oficiantes religiosos y mediáticos. Luego, hemos visto el lawfare: lo mediático siempre presente, pero ahora con ejecución de fiscales y jueces que persiguen a dirigentes populares. Pero el golpismo financiero, de larga tradición, tiene menos prensa y no ha sido muy señalado. Se trata de lo que estamos viendo las últimas semanas: corridas bancarias permanentes, en el afán de conseguir devaluación y lograr con ello ganancias aún más abultadas. Corridas promovidas por los grandes dueños del capital. El efecto es económico -logran revalorizar la moneda extranjera-, pero también político: debilitan al gobierno y -si se puede- crean las condiciones para reemplazarlo por otro que sea más propio de sus intereses.

Se lanzan sin tapujos. Un caso límite es el de Carlos Pagni, quien nos había convencido de que podía ser un periodista serio. Indisputablemente derechista, mostraba -sin embargo- gran distancia con la chabacanería vulgar de Leuco o de Majul. Es bien informado, con alguna formación teórica. Pero en estos días está totalmente descontrolado: al ver que el golpismo financiero podría ser exitoso, se ha sumado a la movida. Su programa semanal produce una mezcla de rechazo  y vergüenza ajena: ataques de todo tipo a Massa (nuevo “malo de la película”), denuncias vagas y confusas a Tombolini insinuando corrupción sin pruebas, más lo extraordinario: odio al Fondo Monetario porque podría adelantar dineros a la Argentina!!

Sí: el Fondo Monetario, ése que nos metió junto a Macri en una deuda eterna, ha recaído -según la insólita lectura de Pagni- en ser “demasiado bueno” con el actual gobierno. En la derecha juegan a que se asfixie a la Argentina, para culpar a la gestión peronista y presentar a otro gobierno futuro como salvador.   

Está clara la jugada: hay quienes pretenden acabar con el kirchnerismo de una sola vez, y en lo posible con el peronismo todo. Para eso, se trataría de expulsar al gobierno antes de tiempo. Y a fin de conseguirlo, hay que agitar la corrida bancaria y la falta de dólares para el Estado nacional.

Por ello le toca escuchar a uno los dislates de Pagni sobre la posible caída de Georgieva y cambios futuros en el FMI, como si él supiera cuáles fueran a ser y qué dirección podrían tomar. El odio a la actual dirección del Fondo lo lleva a desear la eyección de la actual directora, ansioso por la llegada de funcionarios que no dieran un centavo al país (con este gobierno, pues con otro querría todo lo contrario).

La derecha va contra la Argentina, contra Georgieva, contra el mundo, para lograr que no le den dinero fresco al gobierno, en la esperanza de desestabilizarlo sin remedio. Que se haga el ridículo de imaginar una entente peronismo/FMI es notable, tanto como lo es que la derecha chupamedias del Fondo venga a darse por ofendida con una institución a la que siempre rinde y rindió pleitesía.

Es que esa derecha argentina atrasa. Ridículo ver a un vetusto Pichetto diciendo que la intervención económica del Estado es “receta vieja”, cuando China está desplazando a Estados Unidos como primer potencia mundial. Grotesco es escuchar hablar en Argentina de “dolarización”, cuando el debate en el mundo es la “des/dolarización” (intercambio entre países sin apelación al dólar). Risible es decir que el Estado no interviene en el mercado en países del capitalismo avanzado, cuando EE.UU. acaba de promulgar la famosa “ley antiinflación” que quita aranceles a las empresas que tengan su sede en el territorio de ese país. En fin: el cuento del “libre mercado salvador” no sirvió ni para resolver la salud en la pandemia, ni para enfrentar en Europa las consecuencias de la guerra. Pero no importa: aquí seguimos con la fantasía libre de la salvación por el mercado, como si la realidad mundial no existiera.

El gobierno logró parar la corrida, pero el dólar subió bastante. Ahora, hay que ver si se consiguen los fondos necesarios para la continuidad financiera del país. Como hemos visto, no son pocos los que trabajan -por ir contra el gobierno- para impedirlo, y van así en contra de la Argentina y de los argentinos. Y en contra de la democracia, dicho sea sin ambages.

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