El negocio del cine en Argentina busca recuperar el público perdido

Como en tantas otras actividades, la pandemia golpeó fuerte al cine. De los 46.875.000 espectadores que concurrieron a las salas argentinas en 2019, la cifra cayó a 8.650.000 al año siguiente. En 2021 hubo una leve recuperación.

El negocio del cine en Argentina busca recuperar el público perdido

Imagen: Télam

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Publicado el 06 DE MAYO DE 2022

En 2018 se vendieron en los cines locales 44.610.000 entradas. Un año más tarde, la concurrencia creció hasta los 46.875.000 espectadores. Eran números, a esa altura, habituales para el negocio, ya que había que remontarse hasta 2015 para encontrar un total de algo más de 50 millones de tickets. Pero, claro, en marzo de 2020, se desató la pandemia, las salas permanecieron cerradas en su mayoría durante casi un año y medio, y ese poder de convocatoria nunca se recuperó.

Si 2020 fue un año prácticamente perdido (apenas 8.650.000 personas fueron a los cines nacionales) y en 2021 se registró una leve recuperación (13.315.000 localidades), se esperaba que “la nueva normalidad” se alcanzara en 2022, con los efectos de la pandemia en retroceso y un mayor movimiento que generara una mejora en el consumo cultural. Sin embargo, los números del primer cuatrimestre, divulgados por Ultracine, no dan para el entusiasmo, sino más bien para la preocupación: entre enero y abril, se vendieron 8.250.000 entradas, contra 13.725.000 del mismo período de 2019 (último año prepandémico), por lo que la pérdida en estos primeros cuatro meses fue de 5.475.000 entradas, o, lo que es lo mismo, del 40 % de la concurrencia.

El único gran éxito de los últimos tiempos fue Spiderman: Sin camino a casa, con algo más de 4 millones de espectadores (2.440.000 en 2021 y 1.565.000 en 2022). Muy lejos, con 1.270.000 personas, quedó Batman, y luego, ningún otro título se acercó siquiera al millón de entradas vendidas.

Si el panorama general resulta poco estimulante, lo del cine argentino es ya muy preocupante. Tras el enorme suceso de El robo del siglo, que en solo dos meses y justo antes de la pandemia (entre mediados de enero y mediados de marzo de 2020) vendió 2.030.000 tickets, no se registró ningún otro éxito nacional.

En efecto, en los últimos 26 meses, solo una película local, Ecos de un crimen, thriller con Diego Peretti, superó la modesta barrera de los 100.000 espectadores (105.000), y luego se ubicaron Competencia Oficial, coproducción con España codirigida por los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat (95.000), y Hoy se arregla el mundo, con Leonardo Sbaraglia (75.000).

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Aquí entra en juego una de las claves del asunto: la irrupción y consolidación del streaming, sobre todo durante el pico del confinamiento hogareño. Mientras los cines cerraban y los streamers sumaban suscriptores, la gente se acostumbró a ver películas (y series, claro) en sus casas. El cine, más allá de las promociones que abundan, sigue siendo una salida onerosa y mucha gente desiste de ir, salvo cuando se produce el estreno global de un evento como las mencionadas Spiderman: Sin camino a casa o Batman.

Si las convocatorias de Ecos de un crimen y Hoy se arregla el mundo fueron muy limitadas en las salas, en el terreno del streaming, en cambio, consiguieron un público masivo: la primera se ubicó entre lo más visto en HBO Max, mientras que la segunda fue, durante varias semanas, un furor en Netflix, no solo en Argentina, sino en casi todos los países de habla hispana. Queda claro que no es que esos filmes no interesen, sino que buena parte de su público potencial ahora prefiere esperarlas hasta que lleguen a su servicio de streaming favorito.

Otra producción nacional que resultó un fenómeno local y global en Netflix fue Granizo, comedia con Guillermo Francella como un meteorólogo en problemas que, en otras épocas, hubiera sido un éxito en las salas, pero se estrenó directamente como produccón original de la plataforma de la N roja.

En las últimas semanas, se lanzaron en salas películas argentinas con figuras reconocidas, como Las Rojas, con Mercedes Morán y Natalia Oreiro; o En la mira, thriller con Nicolás Francella; pero, otra vez, la repercusión fue escasa. Habrá que ver cuándo se produce el tan ansiado regreso en masa del público para un film nacional: Argentina, 1985, film de Santiago Mitre sobre el Juicio a las Juntas, con Ricardo Darín y Peter Lanzani; o 30 noches con mi ex, comedia con Adrián Suar, podrían concitar un amplio interés, aunque tampoco hay, a esta altura, una fórmula que asegure un resultado positivo.

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A nivel general, el reciente estreno de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura promete cifras importantes (ya en su primer día en cartel, fue vista por 130.000 personas) y, para el resto del año, están previstos los lanzamientos de otros tanques, como la secuela Top Gun: Maverick, Jurassic World 3: Dominio, los filmes animados Lightyear y Minions 2, Thor: Amor y trueno, Pantera Negra 2 y Avatar 2: El sentido del agua.

Hoy las proyecciones dan un total de 28 millones de espectadores para cuando termine 2022, pero semejante catarata de estrenos ligados a franquicias de éxito ya probado permite ser un poco más optimistas y augurar que el acumulado, cuando finalice diciembre, se acercará lo más posible a los 40 millones. Si no hay profundizaciones de las actuales crisis económica y sanitaria, el negocio del cine podría empezar a ver algo de luz al final del túnel.

Fuente: Diego Batlle para Télam

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