Enoturismo

Nueva forma de hacer turismo

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Cecilia Martín, becaría de Prensa de la Facultad de Ciencias Económicas

Publicado el 21 DE JULIO DE 2016

El agrado por viajar y conocer nuevos lugares es algo que compartimos la mayoría de las personas, pero en los últimos años ha crecido el interés por nuevas formas de hacer turismo. Ya no sólo esperamos el característico viaje en el que visitamos una ciudad típicamente turística, realizamos el clásico tour y finalmente nos vamos a dormir al hotel.

Hoy en día, al viajar, se busca vivir experiencias nuevas, aprender, conocer el destino desde adentro, con su gente y su gastronomía. Es aquí donde el enoturismo encuentra su esplendor como una de las principales ramas turísticas.

El enoturismo, también conocido como turismo enológico o turismo del vino, no es otra cosa que visitar una zona vitivinícola para conocer desde adentro el mundo del vino: bodegas, viñedos, degustaciones e historias.

El principal interés que surge de estos viajes es probar el vino de la zona, pero siempre va de la mano de la gastronomía del lugar, la cultura y el entorno natural que lo rodea. El enoturismo combina a la perfección cuatro elementos: turismo, cultura, gastronomía y, sobre todo, claro está, vino.

El turismo del vino ayuda tanto a la industria del vino como a la del turismo. El vino y el turismo han estado estrechamente relacionados desde hace años, pero fue recientemente que el vínculo ha conseguido llamar la atención de los gobiernos provinciales y nacionales, investigadores y de las respectivas cámaras vitivinícolas y turísticas.

Para la industria del turismo, el vino es un componente muy atractivo a la hora de elegir un destino. Y, para la industria del vino, el enoturismo es fundamental para construir una relación directa con consumidores.

Según la reconocida periodista y crítica de vinos británica, Jancis Mery Robinson, “el enoturismo está creciendo de una manera muy importante. Por varios siglos, ni siquiera los vendedores del vino viajaban, pero hoy hay muchas personas deliberando hacer travesías para explorar una o varias regiones vitivinícolas. Esto es, en parte, un reflejo del creciente interés por ambos, el vino y la posibilidad de viajar, pero también porque la mayoría de las regiones vitivinícolas y muchos establecimientos productores se encuentran en lugares atractivos”.

Asimismo, resalta que “los viñedos tienden a ser estéticamente complacientes en todos los casos y el tipo de clima en el que se produce vino es muy agradable durante la mayor parte del año. Tener el control con este formato de especialistas agricultores y habitantes urbanos requiere de una comunidad con una naturaleza privilegiada y, generalmente, admirada por conocedores. Y, además, existe la posibilidad de degustar y comprar vinos directamente de la fuente, probablemente a precios interesantes, y rarezas exclusivas".

En Argentina, son más de 160 las bodegas que reciben a los turistas para transmitir su cultura y sus tradiciones. Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Córdoba son las ocho provincias que dan asilo a bodegas boutique, industriales, tradicionales y modernas.

 

Los Caminos del Vino en Mendoza

Una de las propuestas enoturísticas argentinas más interesantes son los Caminos del Vino, que recorren las zonas vitivinícolas de nuestra provincia e invitan a disfrutar de un universo lleno de sensaciones, donde el vino es el hilo conductor.

A las tradicionales visitas guiadas por viñedos y salas de barricas, se incorporaron otras experiencias complementarias: poda y cosecha, clases de cocina, degustación y maridaje, observaciones astronómicas, entre otras más, que hicieron más atractivo y accesible el mundo del vino.

En los Caminos del Vino, cada bodega va haciendo a los visitantes protagonistas exclusivos de una experiencia enoturística única e irrepetible, donde el paisaje de montaña acompaña en todo momento y quien guía el recorrido es el gran vino argentino.

Todo este desarrollo se hizo posible gracias a la participación de varios actores, desde las bodegas, hoteles, agencias, medios de transporte, hasta la oferta gastronómica. Mendoza ha logrado la gran distinción de entrar en el prestigioso grupo de las Great Wine Capitals. 

Great Wine Capitals es una red de las nueve ciudades con mayor enoturismo, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Estas capitales comparten un tesoro económico cultural: su región vitivinícola es internacionalmente reconocida. Es la única red que abarca el llamado Viejo y Nuevo Mundo del vino y existe para fomentar viajes, educación e intercambio de negocios entre los centros renombrados internacionalmente: Bilbao-Rioja, Bordeaux, Cape Town, Christchurch-South Island, Firenze, Mainz, Rheinhessen, Mendoza, Porto y San Francisco-Napa Valley.