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A raíz del reciente anuncio sobre impuestos a cigarrillos, bebidas azucaradas y alcohólicas, la Fundación Interamericana del Corazón Argentina advirtió sobre los requisitos que debe contemplar una medida fiscal sobre productos no saludables para tener un impacto positivo en la protección de la salud.
Las bebidas azucaradas son nocivas para la salud (Foto publicada en El Confidencial)
El martes pasado el Ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, presentó un proyecto de reforma tributaria que incluye un nuevo esquema impositivo para productos no saludables como cigarrillos, bebidas alcohólicas y azucaradas.
El conjunto de medidas establece una modificación en las alícuotas de impuestos internos: en el caso de bebidas gaseosas y otras sin alcohol que hoy tienen una alícuota de 4%-8%, el proyecto estipula un 0 % para las bebidas sin azúcar añadido; y un 17 % para las que tienen azúcar añadido. Para los cigarrillos, en tanto, establece una alícuota del 70 %, sobre un 75 % original.
A raíz de este anuncio, la Fundación Interamericana del Corazón Argentina advirtió sobre los requisitos que debe contemplar una medida fiscal sobre productos no saludables para tener un impacto positivo en la protección de la salud.
“No tuvimos acceso al proyecto de ley. Sin embargo, vemos con preocupación que una reforma impositiva incentive el consumo de estos productos como el cigarrillo y las bebidas azucaradas, que son nocivos para la salud. Lo que se recomienda es que las bebidas azucaradas y edulcoradas tributen por igual; el 10 % es suficientemente bajo”, advirtió Belén Ríos, abogada, codirectora ejecutiva de la FIC Argentina.
En este sentido, Ríos recordó que el consumo de tabaco, la mala alimentación, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol son los principales factores de las enfermedades no transmisibles (cardio y cerebrovascular, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas) que constituyen la primera causa de muerte en nuestro país y en el mundo.
“Hay que implementar medidas que generen entornos saludables y, en este sentido, las fiscales son las más adecuadas para prevenir ciertos consumos. Para que una política pública sea beneficiable para la salud tienen que respetarse los criterios de la comunidad internacional y los de la Organización Mundial de la Salud”, explicó Ríos.
“Esperamos que el Gobierno tenga en cuenta este tipo de recomendaciones en consonancia con las de la Organización Mundial de la Salud”, concluyó.
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