Este crimen se cometió en un contexto generalizado de violencia de género. Según datos del Observatorio Ahora que sí nos ven, de enero a septiembre del 2021 se registraron 176 femicidios —de los cuales 7 fueron en Mendoza—, es decir, uno cada 37 horas. Esta estadística es elaborada sobre la base del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país.

De ese total, el 64% fueron cometidos por parejas o exparejas de las víctimas. Es un dato muy relevante porque, en general, se equipara la violencia de género con la inseguridad ciudadana y, en general, los femicidios son cometidos por personas del entorno cercano a la mujer o persona LGTTTBIQ+ atacada.

En esa estadística surge, además, el dato de que 28 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 16 tenían medidas de protección. Tal es el caso de Natalia de Valle Tegua, quien había interpuesto una denuncia y, producto de esa acción, Sáez había sido detenido y tenía una restricción de acercamiento a ella. 

Luego de ser liberado no se presentó periódicamente en las oficinas de la Justicia, como le había sido ordenado. La ineficacia del Poder Judicial que no dispuso herramientas para evitar que el agresor violara la perimetral devino en el ataque y femicidio de la mujer. El jueves 21 de octubre por la tarde, familiares y amistades de Natalia de Valle Tegua realizarán una movilización en pedido de justicia. 

Este crimen es uno entre tantos que alertan sobre la situación de violencia machista. La subordinación de las mujeres y personas LGTTTBIQ+ es un hecho que se reproduce en distintos aspectos de nuestra sociedad. Las formas de prevención de la violencia de género son múltiples pero, en general, falta información, concientización y educación sexual integral que permita entendernos como iguales.