Juan López, tierra adentro

Hace un poco más de un año, en pleno verano de 2014, escribí esta semblanza del protagonista de la reentrevista. Mi percepción no ha cambiado, al contrario.

Juan López, tierra adentro

Cultura

Unidiversidad

Jorge Fernández Rojas

Publicado el 16 DE JUNIO DE 2015

Miércoles 5 de febrero de 2014. Fue un día de homenajes. Me acordé de mis amigos luego de leer una parva de versos gauchos encerrada en un blog.

El Payador Incorrecto surfeaba por la red en ese verano pegajoso. No era otro que el poeta Juan López. Y él, con su pluma, me hizo navegar en mis recuerdos y en mis presentes de hace más de un año. Lo publiqué en el diario Jornada. Son esas certezas que nos hacen sentir bien. Aquí, mi confesión de ese momento –y aún vigente– como testigo de Juan López.
 

El hambre del Payador en pleno verano

Navegando por la red me encontré con un juglar virtual. Una historia particular de quien no habla por hablar.

El inicio del año y el final del anterior parecieron ser una misma cosa, al menos para mí. Los temas recurrentes se fueron sucediendo entre 2013 y este que sigue. Tiene que ver con que los problemas públicos (los que se publican) siguen siendo los mismos. No hubo receso, los problemas no se tomaron vacaciones. Por eso, ante tanta realidad mediatizada y asfixiante, y encima soportando ondas de calor de enero, la idea fue darse un chapuzón en esta nota.

Ahí vamos con esas intenciones, entonces. En medio de este desierto menduco (alguien se tenía que quedar) decidí buscar otros rumbos en el mundo virtual de internet. Más allá de los contactos conocidos con los cuales uno interactúa cotidianamente, recordé que tengo un amigo entrañable que es un internauta a su modo. Un creador con conciencia social y política. Un librepensador que ocupa la red con fines productivos y artísticos.

El hombre ha construido distintos puentes para expresarse a través de los medios (aquí lo pueden ver: www.juanlopeztextos.com.ar). Su última excursión para intentar, de manera imaginativa y tenaz, llegar a sus destinarios es un personaje que promete ser entrañable.

El avatar del poeta Juan José López es el Payador Incorrecto. El Juan (para los amigos conocidos y los que están por venir) lo parió al Payador mientras domaba una enfermedad rebelde e irredenta, ya superada. En medio de ese tránsito, el Juan se puso en la piel de un tipo preclaro y capaz de decir, en rima gaucha, lo que piensa.

El ojo de ave rapaz de López fue la herencia que le legó a su personaje, que puede observar a gran distancia las actitudes humanas y relatarlas magistralmente como si ocurrieran a nuestro lado. Así, desde 2012, López se da el gusto de hacer patria payando la vida colectiva.

En realidad, cuando menciono a López siempre lo hago de manera personal porque creo que en él se resumen muchos de mis amigos artistas y la única acción que puedo aportar, en ese sentido, es mi admiración hacia ellos, porque de alguna manera ellos me interpretan. Por eso, en el Juan también veo algo del Jorge Sosa en alguna de sus muchas facetas, pero en especial como opinador y poeta de las cuestiones diarias. Por eso, en el Juan también veo algo de lo descarnado, vivencial y certero de la pluma maldita y talentosa de la Patricia Rodón. Porque en el Juan, a la vez, siento que comparto el buen gusto por la música, las letras y la visión circunspecta de la vida de mi amigo/hermano Sergio Ruffo Martín, un multisoporte forjado por convicción propia en Las Heras.

De tal modo que decidí irme de viaje en el recambio turístico de la imaginación en el que sólo los artistas pueden transportarme. Aunque no puedo despegarme completamente del mundo mediatizado del cual vivo, y en este intento sugiero explorar el blog de El Payador Incorrecto, aquí va la payada hecha bajo el calor de enero. El vate telúrico se despacha sobre el enfrentamiento soterrado entre quienes prefieren comer carne y los que no.
 

Sobre la oposición entre carnívoros y veganos

Haciendo uso de su derecho de tomar en serio temas menores, el payador tercia en banal disputa sobre costumbres alimentarias.

Qué cosa la intolerancia / que se atualiza hoy mesmo / con el debate entre gente / que se alimenta distinto.

Ahí están los carnívoros / burlándose de veganos, / vegetarianos y afines. / Y estos que con desprecio / oservan a los primeros / con cierta preocupación.

Este criollo siente mucha / pena por esta batalla / asurda por donde sea: / el mundo no está dividido / por el tipo de alimentos / que consume cada uno / sino más bien porque hay muchos / que no comen lo esencial / para poder susistir / y ese es el mayor mal.

Preocupémonos, entonce, / entre todos los que hoy / podemos alimentarnos / por aquellos que no tienen / ni vegetales ni carne / en su mesa ni tendrán / y menos se pueden dar / el lujo de discutir / estupideces tan grandes / que si comés o no carne.

No hay hambre porque haya carne / ni faltan los vegetales / por culpa de los carnívoros / y a la inversa es lo mesmo.

Si hay hambre es que hay injusticia, / desigualdad, ambición / desmesurada de unos, / ceguera pa la miseria / y muy poco compromiso / pa cambiar la situación.

Salud entonces, queridos / veganos y carnívoros, / ayer comí choripán, / me voy a hacer un arroz / integral, porque soy gaucho / que quiere vivir más años / pa ver los hijos crecer, / los amigos mejorar / y con mi amor continuar / tratando de comprender / por qué este mundo es tan raro / y tan hermoso a la vez.

especial juan lópez,