La identidad, una construcción colectiva

Así se denomina el proyecto “Profesor Mauricio López” que llevan a cabo estudiantes, egresados y docentes de las facultades de Ciencias Políticas, Filosofía y Letras, Educación Elemental, Artes y Diseño, Ciencias Médicas y Derecho, bajo la coordinación del licenciado Nazareno Bravo. Esta iniciativa trabaja en conjunto con la agrupación Hermanos Mendoza en la recuperación de la identidad de hijos de desaparecidos en la provincia.

La identidad, una construcción colectiva

Imagen de archivo

Cultura

Unidiversidad

Secretaría de Extensión Universitaria

Publicado el 20 DE AGOSTO DE 2013

El proyecto se propone contribuir al trabajo por “la restitución de los jóvenes apropiados durante la última dictadura“, afirma Paula Baigorria, quien forma parte del equipo extensionista y de la agrupación Hermanos. La iniciativa “apunta a profundizar el trabajo de extensión universitaria que desde 2011 viene desarrollando la organización de derechos humanos Hermanos Mendoza. El objetivo es contribuir al reconocimiento, concientización y ejercicio del derecho a la identidad como derecho humano universal e inalienable, tanto entre la población mendocina en general y entre los jóvenes nacidos entre 1976 y 1983 en particular, como en el ámbito universitario”.


También son objetivos de este proyecto mejorar la estrategia de comunicación externa de la organización Hermanos Mendoza y ampliar sus alcances e impacto; promover la concientización de la población mendocina en torno al derecho a la identidad como derecho humano fundamental; consolidar la relación entre saberes académicos y saberes comunitarios, favoreciendo un aprendizaje dialógico por parte de los miembros de la Organización y del equipo extensionista.


Este equipo, coordinado por Nazareno Bravo, está compuesto por estudiantes de Sociología, Comunicación Social, Geografía, profesorados de Educación Elemental y Especial, Trabajo Social, Medicina y Derecho y con graduados de Psicología, Diseño Grafico, Sociología y Comunicación Social. En consonancia con esto, asegura Paula que “verdaderamente este año estamos trabajando mucho mejor que otros años en la interdisciplina”.


Debido a la falta de personería jurídica de la agrupación Hermanos, Baigorria asegura que las estudiantes de Derecho están trabajando para tramitar  “esa personería jurídica, para que podamos presentarnos como querellantes en las causas por apropiación, que es algo que nosotros no podemos hacer. Somos los especialistas en la temática en Mendoza y no podemos presentarnos ante la justicia”. Además, participan en sus disciplinas “estudiantes de Trabajo Social, que están directamente encargadas de la sistematización, del trabajo en grupo; hay una diseñadora, que es la que nos diseña los pins, los calcos; los sociólogos son los que más piensan en términos de historia; yo soy comunicadora y hay dos estudiantes de Educación”.


El proyecto articula con Hermanos Mendoza, organización defensora de los derechos humanos que trabaja desde el año 1998. Hermanos nace como Comisión dentro de HIJOS (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) con el objetivo de  buscar y restituir la identidad de los bebés y niños (hoy jóvenes) apropiados durante la última dictadura militar (1976-1983). “Restitución de nuestros hermanos y hermanas apropiadas” se convirtió en una de las principales consignas de la organización. Paula afirma que “como las Abuelas de Plaza de Mayo no está en Mendoza, hacemos la misma tarea. Ellos buscan a sus nietos y nosotros buscamos a nuestros hermanos y a nuestras hermanas”. “Hermanos tiene dos métodos de trabajo: la denuncia y la presentación espontánea. En la presentación espontánea alguien se acerca voluntariamente creyendo ser hijo o hija de desaparecidos; en la denuncia nos acercan datos sobre otra persona que puede ser hija de desaparecidos. En ambos casos iniciamos una investigación”, continúa.


La realización de esta tarea implica un compromiso directo con la obtención de verdad, memoria y justicia y acrecienta su importancia por no contar nuestra provincia con sede de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, principal referente de esta labor. Para ello, Hermanos ha definido tres líneas de trabajo: recepción de denuncias, acompañamiento y contención con quienes se acercan voluntariamente, y difusión y divulgación de la temática con el objetivo de incrementar el compromiso de la sociedad.


Los destinatarios del proyecto son jóvenes nacidos entre 1976 y 1983 que dudan sobre su identidad y se acercan a la organización con la sospecha de ser hijos de desaparecidos, así como también personas que acercan datos sobre quienes podrían ser hijos de desaparecidos; pero también es destinataria la sociedad en su conjunto, a la que se planea concientizar sobre el derecho a la identidad. Luego de este acercamiento, el equipo y la organización prevén una investigación y el posterior análisis genético, para determinar si estas personas son o no hijas de desaparecidos.


Baigorria asevera que “este año ya hemos analizado jóvenes para ver si son hijos de desaparecidos. El año pasado se analizaron más de diez. Uno de los objetivos del proyecto es convertirse en una pata en Mendoza de CoNaDI, que es la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad”. Hicieron también "una serie de campañas de difusión, hicimos un spot; y participamos en el ciclo 'La UNCuyo en el Debate Social', con nuestra compañera Celeste Seydell en la actividad con Estela de Carlotto de este año”.


Con respecto a la función de la Universidad en la extensión, y más específicamente acerca de los proyectos “Profesor Mauricio López”, la integrante de Hermanos asegura que “si bien la plata no garantiza nada […] es una ayuda para este trabajo que hacemos a pulmón, de hormiga”. Prosigue diciendo que cree “que la Universidad debe avanzar en esto, que no sea solo un área la que trabaje para que la Universidad se extienda, sino que sea toda la Universidad en su conjunto, no solo la Secretaría de Extensión; que sea desde las cátedras, desde las prácticas, etc., que se colabore para que la Universidad verdaderamente esté al servicio de la sociedad y no de las empresas”.


Durante la última dictadura militar, 500 niños fueron sustraídos de sus familias biológicas. Hasta la fecha, han recuperado su identidad 107 personas, solo una de ellas es mendocina. Estos jóvenes fueron criados en un entorno familiar y social que sostiene hasta hoy un discurso sobre sus orígenes basado en la mentira y la tergiversación. “Por ello afirmamos que la intervención (realizada desde organizaciones como Abuelas o Hermanos) en el terreno de la identidad es fundamental para que estos jóvenes puedan, de aquí en adelante, revisar su historia de vida y elegir qué vínculos sostener (y qué otros rechazar) con un margen de libertad del que han carecido hasta el presente”, sostienen los integrantes del proyecto.


Si tenés dudas sobre tu identidad y pensás que podes ser hijo o hija de desaparecidos, comunicate con Hermanos al 154 605 552, o escribí a hermanosmendoza@gmail.com

Spot Hermanos Mendoza