La responsabilidad empresarial aún es voluntaria

Mendoza es la primera provincia del país en tener una norma sobre responsabilidad social empresaria. Sin embargo, falta generar conciencia.

La responsabilidad empresarial aún es voluntaria

Facultad de Ciencias Económicas

RSE en Mendoza

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Matías Albornoz, becario de Prensa de la Facultad de Ciencias Económicas

Publicado el 04 DE NOVIEMBRE DE 2015

La ley provincial N° 8.488 de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) tiene por objeto promover conductas socialmente responsables de las empresas y organizaciones en general, en el diseño y materialización de sus políticas, con el fin de que se cumpla una objetiva valoración y evaluación de la sustentabilidad social, ambiental, económica y financiera. Para ello se fija el marco jurídico del Balance de Responsabilidad Social y Ambiental Empresaria (BRSAE).

Sin embargo, el problema que persiste radica en cómo contagiar a las empresas para que actúen de manera responsable y con resultados reales, con impacto real en la sociedad, aunque la aplicación y control de estas prácticas todavía tiene implicaciones sin resolver.

Según señala la coordinadora del Área Legal & Compliance del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (Ceads), María José Anzari, estas reglamentaciones “si no van acompañadas de una política pública, no sirven de nada. Esta ley de presentar reportes sociales es algo que nunca fue reglamentado o exigido. Lo mismo sucede con la del balance de la Ciudad de Buenos Aires, donde el Ejecutivo siempre determinó que no tenía capacidad para absorberlos y chequearlos”.

 

¿Qué es la RSE?

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la  RSE es “el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos, como en su relación con los demás actores sociales”.

La RSE no es una cultura de la filantropía, no se busca que las empresas se conviertan en obras de beneficencia, ya que las empresas están hechas para ser rentables. Pero sí implica que las empresas adopten una postura activa y responsable en torno al impacto de sus operaciones. Esta cultura es una forma de hacer negocios que le garantiza mayor sostenibilidad a lo largo del tiempo a la empresa y crecimiento económico.

Se trata, entonces, del rol que le toca jugar a las empresas a favor del desarrollo sostenible, es decir, a favor del equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y el aprovechamiento de los recursos naturales y el medio ambiente. Este equilibrio es vital para la operación de los negocios. Las empresas deben pasar a formar parte activa de la solución de los retos que tenemos como sociedad, por su propio interés de tener un entorno más estable y próspero.

 

Beneficios que la ley otorga

En el artículo 11 se detallan los beneficios que esta ley otorga a los que cumplan con los requisitos que ella exige. Las compañías que obtengan el distintivo de ‘Empresa comprometida con la RSE’ podrán acceder, de acuerdo con las pautas y categorías que oportunamente determine la autoridad de aplicación, a, por ejemplo, prioridades en las contrataciones con el Estado provincial -cuando exista igualdad de condiciones en la oferta-, mejor y mayor posibilidad de acceso a líneas de crédito y financiación del Fondo para la Transformación y el Crecimiento de la Provincia, así como de toda entidad financiera, pública o privada que así lo disponga mediante convenio con el Estado provincial; y la bonificación de hasta un 10 % en el pago de impuestos provinciales u otro tipo de beneficios fiscales, entre otros.

 

RSE como estrategia de negocios

La decisión de hacer negocios rentables de forma ética y basada en la legalidad es realmente estratégico, ya que con esto se generará:

  •  Mayor productividad: a través de mejores condiciones para el cliente interno que conduce a mejor retención de talentos y por ende menores índices de rotación;
  •  Lealtad del cliente: satisfaciendo sus necesidades, empezando por proveerle un lugar donde pueda transmitir sus necesidades y quejas. Además de calidad y precio, los clientes empiezan a demandar información de las condiciones de producción, las certificaciones que tiene el producto, entre otras;
  •  Acceso a mercados: por cumplimiento de estándares y certificaciones exigidas por actores externos, incluyendo consumidores; y
  •  Credibilidad: la empresa que es respetuosa de las personas, comunidades, medio ambiente y la sociedad en su conjunto proyecta una reputación que le garantiza mayor sostenibilidad en el tiempo, reduciendo riesgos, anticipándose a situaciones que pueden afectar la empresa, mayor agilidad para reaccionar y adaptarse y generando confianza.

 

Empresas que actúan en Mendoza

VALOS es una organización local comprometida con la aplicación y promoción de la Responsabilidad Social Empresaria. Trabaja con más de 100 empresas que ejercen distintas actividades en el territorio y aportan proyectos para la concientización y crecimiento de la sociedad.

Ejemplos de esto son las campañas de medio ambiente como Reciclarg-Familia Zuccardi (disposición de equipamiento en desuso), Energe Energía Solar S.A. (energía renovable); el  programa “Junto con los jóvenes” de la empresa MANPOWER, o el de SESA Internacional S.A. que promueve la capacitación en la inserción laboral.

 

Las principales responsabilidades éticas y sociales de las organizaciones, son generalmente:

1. Servir a la sociedad con productos de calidad, útiles y en condiciones justas.

2. Respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la seguridad y la salud laboral y el desarrollo humano y profesional de los trabajadores.

3. Respetar el medio ambiente evitando en lo posible cualquier tipo de contaminación y racionalizando el uso de los recursos naturales y energéticos.

4. Cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres, respetando los compromisos adquiridos.

 

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