Miles de abortos clandestinos manchan la salud de nuestras comunidades

A casi 20 años, el texto de la pastora, feminista y militante por los derechos humanos Alieda Verhoeven, publicado en El diario de las Chicas y que reproducimos textualmente, no pierde vigencia.

Miles de abortos clandestinos manchan la salud de nuestras comunidades

Alieda Verhoeven junto a Mauricio Lopez.

Identidad y Género

Unidiversidad

Alieda Verhoeven

Publicado el 05 DE ABRIL DE 2013

En los países donde el aborto es clandestino, es casi imposible medir lo que se oculta. Los números son manipulados según convenga, porque carecen de rigor estadístico.

Muchas mujeres piensan que dar a luz a un bebé que no pueden cuidar debidamente es un acto irresponsable. Muchas mujeres tienen miedo a quedar embarazadas por lo que en la mayoría de las parejas pueden producirse problemas. Dado que este miedo limita la vivencia de la plena expresión del amor en la pareja.

Esta realidad influye profundamente las relaciones de la pareja y en la familia toda. Afecta en la vida cotidiana la salud física y mental de todos los integrantes del núcleo familiar.

Ese “miedo al embarazo” va tiñendo en primer lugar la plenitud de vivir y sentir la relación de pareja en todos sus aspectos, con las consecuencias naturales que esta falta de plenitud acarrea para la pareja. La necesidad de plena satisfacción sexual que todo ser humano, varones y mujeres tenemos, al no poder lograrse, va instalando un sentimiento de frustración creciente que quebranta lentamente la vivencia de salud corporal, psíquica y espiritual de la persona. Esta realidad puede producir, con el correr del tiempo, serios desequilibrios en la persona y la pareja.

Sabemos que existen en muchas personas, varones y mujeres, opciones voluntarias de abstención sexual, y la sublimación de esta fuerza creadora en vocaciones religiosas u otras actividades que llenan las necesidades de plenitud que tenemos los seres humanos, pero no podemos permitir que esta opción loable sea utilizada para impedir la toma de conciencia sobre un problema muy agudo en nuestra sociedad.

Nosotras opinamos que el avance en el campo de la medicina, especialmente en lo que respecta a la prevención de la enfermedad y la muerte prematura, es un verdadero DON DIVINO a la humanidad para proteger la VIDA de las personas a nivel individual, de la pareja, la familia y de la comunidad. Este verdadero Don también se ha aplicado con mucho respeto y seriedad al campo de la reproducción de la especie humana. Y se implementa en la mayoría de las naciones del mundo, con la supervisión profesional y legal que es de rigor para toda la actividad médica.

Cuando un varón, laico o religioso sufre de la próstata no existe ningún tabú de tipo ideológico para “prohibir” la intervención médica para que esa persona recupere plenamente su estado físico y preserve su vida. Hasta no hace tantos años esta afección en el cuerpo, significaba ineludiblemente la muerte. Gracias al avance en la investigación médica hoy puede ser operado y recuperar su salud, preservar la vida. Y hoy ya se han organizado los médicos a nivel nacional para ofrecer un servicio totalmente gratuito para la curación de esta enfermedad.

En todos los campos de la salud física y mental es digno y loable aplicar las técnicas más avanzadas de la medicina. Inclusive somos testigos de la Acción de Gracias que se elevó por la recuperación de la salud del Papa luego de la delicada operación a que fue sometido, y sin ambages se dio gracias por el avance de las investigaciones médicas, y de la cirugía moderna que permitieron que él pueda continuar guiando la grey católica romana del mundo.

Por todo esto no podemos menos que preguntar: ¿Qué poder ideológico se mueve detrás de la rotunda negativa para legalizar “el aborto”? ¿Y quiénes son los que legislan sobre la salud y el cuerpo, de las mujeres?

¿Por qué ese poder ideológico prefiere que se opere en la clandestinidad del silencio? Porque ese manto de silencio que encubre como todos sabemos, altísimos honorarios cobrados por médicos, y también parteras, encubre la mala praxis médica -la complicidad de enfermeras, parteras, familiares.

Este SILENCIO es desde todos los puntos de vista sinónimo de MUERTE a nivel individual, en primer lugar para la mujer, pero también para la pareja, la familia y por ende para la comunidad en general.

Nosotras decimos: ES INDISPENSABLE ROMPER CON ESTE SILENCIO NEFASTO y crear un ámbito de respeto y reconocimiento para los dispositivos preventivos de embarazos, creados con el mismo rigor con que se crearon los dispositivos de prevención y curación médicos para las enfermedades de la próstata por ejemplo, e infinidad de enfermedades que solían acabar con la vida de la población.

Las mujeres YA NO PODEMOS CONCEBIR NI ACEPTAR que sea justamente desde los ámbitos regidos con exclusividad por el ser humano varón, que se pretende decidir y determinar sobre nuestra VOLUNTAD de quedar o no embarazadas.

Y tampoco podemos seguir aceptando que se sigan utilizando en forma dogmática y autoritaria fundamentos religiosos que tienen su origen en épocas de desarrollo humano y del mundo, ampliamente superadas en el umbral del Siglo XXI. Esto nos parece como seguir afirmando que el gran científico Galileo Galilei es un hereje transgresor digno de ser descuartizado por poner en duda el Dogma de la Creación, tal como se formuló en las páginas del Génesis. Hace muy poco que la Iglesia católica Romana pudo reivindicar a este Precursor de los modernos científicos. ¡Mejor tarde que nunca! Ahora los científicos acaban de descubrir un Enorme Hueco Energético en la estratósfera a 750.000 años luz de la Tierra. ¿Qué dogmatizaremos sobre esto ahora?

Nosotras apostamos a la capacidad intelectual con que han sido dotados los seres humanos todos para superar ESTA DISCRIMINACION a la que estamos sujetos la mayoría de la población del mundo. A la vez que optamos por ser Madres Responsables de y por la Vida Digna y Plena de nuestros hijos e hijas. Para hacerlo así necesitamos poder planificar con toda responsabilidad y en libertad, junto a nuestros esposos, compañeros, el número de hijos que deseamos traer al seno de nuestras familias. Y reclamamos con todo nuestro derecho: poder recurrir a todos los avances de la medicina para hacer esta planificación. Por otra parte y porque tomando en cuenta todos los aspectos para una vida digna queremos que se establezcan todas las garantías legales y médicas, por habido y por haber, para solicitar la interrupción de un embarazo no querido. Y de modo muy enfático cuando ese embarazo es producido por una violación, y en grado superlativo pedimos ese derecho cuando el embarazo fue provocado mediante el abuso incestuoso.


aborto, legalización, alieda,