Sonidos power-místicos

Ya consolidados en la escena rock local, los poderosos Deloreans buscarán esta noche transportar a la audiencia a las esferas de la espiritualidad a través del concierto acústico que darán en la Sala Roja del espacio cultural Le Parc a las 22:30.

Sonidos power-místicos

Foto: Prensa Artista

Cultura

Unidiversidad

Emma Saccavino

Publicado el 26 DE ABRIL DE 2013

Suenan poderosos, suenan contundentes y lo fundamental: suenan a ellos. Y esto es, probablemente, lo que ha sostenido el espíritu inquieto de Los Deloreans. Sin embargo, sanamente inconformista, la banda que tiene ya dos discos bajo la manga –Back to Moldavia, de 2008, y Like a Horse, lanzado en junio del 2012– y unas cuantas presentaciones en vivo en escenarios de Mendoza y más allá, extiende los límites de su búsqueda a una dimensión más elevada.

Más de seis años hace que debutó este cuarteto mendocino que se ha animado a bucear musicalmente en estilos como el heavy, el stoner, el hard rock y hasta el melódico, todos encarados con un sonido potente y compacto en franca evolución.

Esta transición permanente está lejos de restringirse a lo estrictamente musical. De hecho, la avidez desaforada por lo desconocido ha trascendido esferas. En esta etapa “ha entrado mucho el misticismo. Estamos en una búsqueda interna de meditación y mantras, y eso nos ha abierto a sonidos diferentes. Hace un año que venimos en una transición de músicos –desde hace seis meses brilla en la banda la guitarra y la voz de Ezequiel Pacha Maniscalco– y de vida. Hemos encontrado la democracia y nos estamos parando en el stoner progresivo, mechado con distorsiones mántricas y todo tipo de experimentaciones”, explica Lean Chilotti, frontman de la agrupación que completan Juan Assenza en bajo y Marcos Ponce –el único integrante original de la banda– en batería.

“De hecho, ya estamos laburando en un EP que sacaremos en menos de tres meses con temas de una etapa anterior de la banda”, agrega el líder de los fantastic four locales, que ya tienen demarcado el itinerario próximo de su salvaje cabalgata: Buenos Aires. En la ciudad donde, dicen, atiende Dios, Los Deloreans tienen programada una serie de shows armada por la discográfica Venado Records. A la vuelta, se meterán de lleno a grabar el videoclip de “Desierto y tempestad”, tema que forma parte de Like a Horse.

Primera vez acústica
Pero vayamos ahora al show de esta noche, definido por la voz cantante como su “primera experiencia profesional acústica”. Y, a juzgar por sus dichos, será un show ineludible para la audiencia: “Hemos reversionado los temas, todos los hemos hecho en diferentes estilos”.

¿En qué consisten estas reversiones? “Le hemos dado a cada canción una impronta diferente. Si bien todos vienen del sonido que tenemos, tratamos de añadirles rockabilly, notas experimentales y progresivas”. A estos cambios se suman fusiones de lo más exóticas: “Habrá también algo de música cubana, trova francesa y otras sorpresas”.

El proceso de armado del show, cuenta Leandro, ha sido muy divertido por lo que implica, claro, lanzarse a experimentar. Y en el resultado está la prueba: “Hemos metido covers entre nuestras canciones. Entre ellos habrá dos del rock clásico de los 50 y los 70, también en versiones acústicas, que preferimos mantener en secreto”.

Pero los energéticos Deloreans no se quedan ahí. El concierto acústico contará también con una cuidada puesta en escena. “Hemos trabajado también el vestuario y la escenografía: la idea es transmitir paz, pues lo que buscamos es que vivamos un momento de relajación para, desde ese punto de vulnerabilidad, de pureza, poder conectarnos con la gente”.

En un nivel más profundo, cuenta Lean, el objetivo es que el público se transporte “y que a la vez contenga la fuerza de lo que nuestras cuatro energías hacen: la idea es transmitir esta energía”.

Por último, el frontman sintetiza eficazmente la experiencia de tocar desenchufados: “El acústico es como ver a una banda en ropa interior, o más bien en lencería. Con el pesado tratás de impactar, con el acústico intentás seducir”. A animarse, entonces, a dejarse conquistar por esta singular propuesta sonora extática.