La infinita mirada local

Entre las series documentales y periodísticas que se verán por Señal U, el canal universitario de próximo lanzamiento, está Texturas, del realizador platense Néstor Colombo. Se trata de siete capítulos que plasman la esencia de las múltiples realidades locales y el compromiso de la UNCUYO con las mendocinas y mendocinos que conforman identidades y problemáticas sociales específicas, por fuera de la centralidad metropolitana.

La infinita mirada local

Cultura

Unidiversidad

Sebastián Moro

Publicado el 08 DE OCTUBRE DE 2013

Néstor Colombo es realizador audiovisual, productor y publicista. Tiene una importante trayectoria cinematográfica, con trabajos que trascienden el plano local, afincado en Mendoza después del exilio que de joven emprendió debido a la última dictadura cívico-militar. Durante los últimos años ha realizado producciones que tensan el ya de por sí difuso campo de lo documental. Ha brindado su conocimiento y experiencia en torno a la construcción y sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual primero, y en su consolidación y la generación de productos audiovisuales después, además, fue responsable de producción del Nodo Mendoza-Centro del Polo Audiovisual Tecnológico Cuyo. Como realizador, sus antecedentes más cercanos son los ciclos documentales y de “docu-ficción”, Estar siempre y un poco lejos, Tocata, fuga y cielo, y Pasajes.

Por ese perfil fue convocado por Señal U, el canal universitario de la Televisión Digital Abierta que tendrá su lanzamiento de señal de prueba el 10 de octubre, a fin de producir y dirigir Texturas, una serie documental relativa a la regionalidad, con el foco puesto en las mujeres y los hombres que viven fuera de la gran ciudad y, tanto desde el documental como desde la ficción, en lo político como en lo cotidiano, son invisibilizados por los mensajes y medios masivos de comunicación. Los capítulos de Texturas tienen una duración de entre tres y cuatro minutos cada uno, y fueron filmados en distintas locaciones de la provincia. El equipo realizador está compuesto por Jimena Baima y Diego Ruggeri, ambos productores; Federico Jeffries, camarógrafo; Fernando Belloso, sonidista, y Néstor Colombo, quien a fines de julio, entre las corridas de ediciones y grabaciones, brindó esta entrevista a Edición UNCUYO.

“El proyecto fue planteado por Cecilia Agüero, directora de Señal U. Cerramos con el eje puesto en describir una historia y, a través de ella, descubrir otras pequeñas historias que hay atrás, con anclaje en lo emotivo y que den ganas de verlo. Con el paso del tiempo fui apropiándome de la idea, porque esto es un aprendizaje recíproco. El de la universidad es un mundo loco, con un nivel burocrático que abruma. Es como entrar a un lugar en el que te mirás y de golpe tenés un grillete en la pata. ´¿En qué momento me lo pusieron? ¡Si yo iba a ir para allá!´, decís. Entonces, ocupo ese espacio por fuera de la mirada académica. Es un orgullo esta posibilidad, algunas cosas habré hecho bien para que la universidad pública se fije en mí. O se habrán quedado sin gente para convocar”, dijo con total desenfado, y explicó esa nueva relación:

“Yo soy un chabón absolutamente enquilombado, no he logrado sistematizar una idea nunca, no me he dedicado a la docencia porque para eso se necesita ser ordenado. Vivo en un mar de quilombos, todas las ideas las tengo sueltas; para mi laburo me sirve mucho, para otros no. Prefiero hacer diez películas antes que un informe. En general, la universidad tiene un modo académico de mirar la realidad que está reñido con la creación. Son miradas totalmente diferentes: una científica, la de la universidad, y la otra, una mirada totalmente desquiciada. Eso permite reconstruir algo por fuera de la información que la universidad cree importante. Y pretendemos que movilice, que emocione, que guste, que asuste o alegre, para que se vea que Mendoza no es solo esto (el director abarca con un gesto el espacio de su estudio de edición y la ciudad alrededor), el micromundo de la ciudad Capital alrededor del átomo. En ese marco, esta es una serie que podría extenderse infinitamente, hago estos siete y podrían hacerse más, con otros temas y otros directores. Es inabarcable, de ahí el porqué de enumerar antes que titular los capítulos, "Texturas I", "Texturas II", etcétera. Ponerle al capítulo del trabajo en los hornos de ladrillo, o a la vendimia, “Inmigrantes”, por ejemplo, te encierra, te deja circunscripto a algo y la mirada sobre la inmigración es infinita. O el tema del agua. El agua es un río, es la lluvia, es el riego, es la acequia. Hay miles de maneras de ver el agua y sus texturas humanas, porque el paisaje está presente sin ser el protagonista. Desde una segunda lectura se puede decir ´Che, ¿viste que en la historia hay un río? ¿Es parte del paisaje de Mendoza?` Sí, ahora, yo no hago un documental sobre el río, o sobre el desierto, me aburro, le tengo que poner un condimento narrativo y humano que me permita construir algo atractivo, que vos logres seguir los hilos de esa narración y no te aburra, y sepas que en Mendoza hay un desierto. Y anclado en el presente, porque esta es la Mendoza que yo veo hoy".

Foto: Cristian Martínez

Completar los ladrillos

Al momento de la entrevista, Colombo tenía el capítulo de las familias ladrilleras en etapa de postproducción. De allí que le sirviera para explayarse sobre su trabajo y el análisis del contexto de producción:

“El tema es la inmigración. O los inmigrantes. Desde una mirada académica no vas a encontrar nada sobre inmigrantes, no hay datos, no hay corriente inmigratoria, no hay nadie que diga: ´Soy un inmigrante´, ni un señor explicando cómo se hace un ladrillo. La historia es estética. Hay una mirada sobre algo. Y desde luego con una posición ideológica, como con cualquier cosa que haga en la vida. Soy una persona que promueve la militancia política en torno a este gobierno, a la Ley de Medios, a la creación de espacios de producción audiovisual. Mi actitud frente a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) es una posición política que no se transfiere a lo que filmo. Lo que filmo tiene una mirada ideológica sobre los personajes retratados y sobre los planos. Cada plano es una posición política. Y desde el vamos, yo a la imagen la retoco. Para transmitir recuerdos sobre lo que viví, necesito poner blanco sobre negro, mostrar la crudeza que sentí. Porque cuando vos estás ahí, estás oliendo, sentís frío o calor, o lo que sea, es una imagen mental. Hay cosas que tenés que hacerle a la imagen y al sonido para que reemplacen a esas cosas que ya no tenés y que te provocaron algo. Entonces, parte de esa textura que se pierde, se recupera de otra manera”.

 

Ante la expectativa de la inminente difusión de Texturas, su realizador dio cuenta de la vitalidad de la LSCA, el fundamento práctico y político de su vigencia y lo que implica para la producción de contenidos, y para el trabajo y especialización generados alrededor de esas políticas públicas: “La ley de medios ha quintuplicado el laburo. La política estatal sobre los medios audiovisuales, el desarrollo de INCAA, la TDA, parecían impensables hace cinco años. Esto es muy importante para las provincias, son todas herramientas de modificación de la realidad. Ahora, ¿cómo seguimos? Porque el hecho de volcar producción cinematográfica en la televisión es fundamental, asegura la llegada que no hace la distribución. Así, desde el Estado se fomenta la profesionalización del cine. Hoy el INCAA te puede premiar un guión en un concurso, pero te exige canal de distribución y un planeamiento exhaustivo sobre hora, día, mes y año de exhibición. Hay que asegurar la llegada de los contenidos a todo el país, porque lo que quieren es que tu guión no quede en un cajón, que salga y que sepas venderlo. Claro, a mí esto me llega muy tarde, prefiero jubilarme ya y no tener que ocuparme de algo que no he hecho nunca”, precisó para marcar ejemplarmente el cambio de paradigma.

Sobre el final de la entrevista, Néstor Colombo llamó la atención respecto de las lecturas sociales sobre la LSCA y el enorme campo de producción que ofrecen las nuevas iniciativas: “La Ley de Medios ha sido extraordinaria. Por la lucha por su plena vigencia y el discurso de Clarín, hemos quitado de vista todo lo que se ha logrado, hemos puesto el acento en lo que falta para llenar el vaso y no en todo el líquido que ya contiene. Y ha sido un error, porque si bien no hay que regalar nada y el gobierno tiene que seguir dando esa disputa, para adentro, creo que el mensaje tendría que haber sido otro: ´Muchachos, nosotros vamos a dar la pelea pero ustedes métanle pata a esta gilada`. Porque nos quedan dos años y en dos años nos pueden barrer bajo la alfombra. Entonces, hay que consolidar esto. Porque si no, vamos a volver a arrancar de cero. Es muy importante entender todo lo que avanzamos desde la promulgación de la ley. Hay que consolidar estos espacios: Canal Acequia, Señal U, los polos audiovisuales, los espacios de formación, de producción y de generación de identidad de los pueblos. Porque si la Corte Suprema mañana baja el martillo, ¿qué hacemos? ¿Nos vamos todos a llorar a las casas?”.

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