Polémica por el libro "El derrumbe de la Escuela Pública"

Hace unos días, en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura de Mendoza tuvo lugar la presentación del libro “El derrumbe de la Escuela Pública” de la profesora Amalia Vergara.Lsa repercusiones sobre el texto no se hicieron esperar. NU Digital, en una entrevista exclusiva, habló con Amalia Vergara acerca de las interpretaciones que se han hecho sobre su libro. La polémica sigue abierta. 

Polémica por el libro "El derrumbe de la Escuela Pública"

Foto: Axel Lloret

Sociedad

Unidiversidad

NU Digital

Publicado el 28 DE MARZO DE 2011

El libro “El derrumbe de la Escuela Pública” busca poner la mirada sobre ciertos factores que su autora considera de riesgo o peligrosos para la supervivencia de la Escuela Pública. Algunos de estos son: el impacto de las necesidades sociales en las cuales se encuentran sumergidos los alumnos,  la posmodernidad y su influencia en la Escuela, las luchas ideológicas, el neoliberalismo y la inmediatez de las nuevas tecnologías, como así también los desgaste y necesidades por las cuales se ve atravesado el/la docente. Para finalizar la autora propone algunas líneas de acción para embarcarse en “el desafío de luchar por la Escuela Restaurada recuperando la función específica de la misma y el valor social del maestro y profesor” ya que considera que sin maestros no es posible la escuela.

Las repercusiones a los escritos de Vergara tomaron estado público el 22 de marzo, cuando el diario digital MDZ Online publica la nota “Volver al modelo de la escuela del pasado es desconocer el avance que ha tenido la sociedad” escrita por la licenciada Marcela Sabatini, que refuta algunas apreciaciones de Vergara. “Pero más allá de un mero diagnóstico, creo que la propuesta de Amalia Vergara respecto de volver hacia atrás no es factible (…) no se puede considerara que todo tiempo pasado fue mejor”, escribe Sabatini haciendo alusión a la escuela de la modernidad.

Consultada por NU Digital, Amalia Vergara nos da su percepción acerca de estas repercusiones. “No estoy de acuerdo con considerar que no se puede pensar que todo pasado fue mejor. Yo he vivido un pasado en el cual los valores son respetados, los docentes son respetados y no se enfermaban, los alumnos que estudiaban eran los bien vistos, etc. Con Sabatini nos diferencian las etapas de vida; yo tuve la suerte de vivir dos etapas de la educación entonces las puedo comparar desde la vivencia y desde la experiencia”,  dice Amalia Vergara.

- Sabatini en su artículo invita a replantearse, a raíz de su libro, si es necesario saber de idiomas en vez de materias que fomenten la autoestima, la creatividad, la tolerancia…

- Una de las primeras consideraciones que tengo que hacer es que esta chica Sabatini no ha leído el libro. Porque en su artículo he podido considerar muchas coincidencias con lo que yo escribo en la obra. Si nosotros nos vamos a poner a pensar que la educación tiene que ponerse a pensar en la tolerancia, en la convivencia en paz, etc., pues para mí la escuela no tiene sentido. En cambio si nosotros queremos que los chicos aprendan, los primeros que tienen que estar valorados son los docentes, por eso planteo un fuerte posicionamiento hacia la recuperación del valor del docente, de la autoridad del docente que se le fue quitando, muchas veces los padres se alían con sus hijos contra el docente, desautorizando el docente. Si había algunas cuestiones que ver se las veían por las vías existentes en el colegio de manera ordenada y sin atropellos. Eso ha hecho que los docentes estén arrinconados, que no puedan trabajar en plenitud a favor del aprendizaje de los chicos.  

- Otras de las objeciones de Marcela Sabatini es en relación a la creencia de que la palabra del docente no puede ser discutida. Hay quienes consideran que el proceso de enseñanza-aprendizaje es cíclico ¿qué opinión tenés al respecto?

- En la escuela convergen tres elementos que se llaman la triada didáctica o el triángulo didáctico que son: el conocimiento, los alumnos y el docente; y en ese triángulo tiene que existir el equilibrio. Considero que se ha mal interpretado en estos últimos tiempos un posicionamiento sobre el que se ponía en el centro de la escuela al alumno, esto ha sido tan mal interpretado que se ha llegado a mal interpretar al docente. Quiero recordar que el docente es el encargado de crear el clima emocional para que el aprendizaje exista, si el docente no es capaz de crear ese clima no tiene sentido el docente, le estamos quitando la principal herramienta.  Entonces no se puede pensar una escuela en la cual no exista un diálogo civilizado entre escuela y alumno. Estoy hablando no de cuestionamientos que parece que vienen desde ideologías hasta trotskistas donde se combate, la escuela no es el lugar donde el alumno va a combatir al docente. De esta manera la escuela pierde su función específica, que está en la constitución, que es el derecho de enseñar y aprender; en la ley 26206 de Educación Nacional establece que la Escuela esta creada para que se cumpla con el derecho constitucional de enseñar y aprender, entonces, hay unos que enseñan que es el docente, y hay otros que aprenden, que son los alumnos.  

- Una de las propuestas de tu libro es “reestructurar la escuela” ¿cómo sería esto posible atendiendo a la desestructuración familiar por la cual atraviesan los alumnos, la violencia, y hasta las mismas carencias del docente al no disponer de un sueldo digno, deterioro de su salud etc.?

- Es evidente que el impacto de los desequilibrios emocionales de los alumnos, producto de estas carencias, impactan en el docente y su salud. Y no solamente en la salud de los docentes sino en que cada vez menos alumnos que egresan de la escuela secundaria quieren estudiar para ser docente. Por lo tanto, la solución es política; hay que poner en valor social al docente, hay que concientizar a la sociedad de este gran problema que es la posible pérdida de la escuela pública porque no vamos a tener quién enseñe a los niños. Desde el gobierno se debe buscar esta concientización de la sociedad y considero que una fabulosa herramienta son los medios de comunicación, mientras que por otro lado se debería poner toda la estructura de la educación a nivel nacional al servicio de estas problemáticas que ponen en riesgo a la Escuela Pública.