Qué es y cómo se juega al "goalball", el desafiante deporte inclusivo que crece en Mendoza

Es el único deporte para personas con discapacidad visual. Hablamos con su DT y y con una de sus jugadoras estrella.

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Publicado el 25 DE MARZO DE 2022

El goalball es el único deporte para personas con discapacidad visual que no es adaptado, es decir, no tiene una versión convencional. Sus orígenes se remontan a fines de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue creado para rehabilitar a aquellas personas que habían quedado ciegas o con visión disminuida como consecuencia de las heridas de combate. Con el tiempo, la actividad fue creciendo, y en los Juegos de Toronto 1976, se la incluyó como disciplina paralímpica. Ya en la década de 1980 comenzó a desarrollarse la rama femenina.

Su llegada a la Argentina se produjo recién a principios de los 2000, aunque solo en su versión recreativa. En Mendoza, 13 años después y gracias a Facundo Rodríguez –actual profesor y entrenador de Los Halcones–, se sentaron las bases para trabajar en un proyecto que se concretó junto a la Muni de Godoy Cruz.

Goalball: sentido auditivo, destreza física y espíritu inclusivo

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“Arrancamos este proyecto el 1.º de junio de 2013 con el grupo que hoy se llama Los Halcones y junto a la Municipalidad de Godoy Cruz. Si bien no se tenía conocimiento de este deporte, con el correr del tiempo, se fue conociendo e incorporando muchas más gente, y hoy somos unos de los lugares que más personas entrenan en este deporte. En 2015 transitamos nuestro primer torneo nacional: no alcanzamos el logro, pero sí mucha experiencia. En 2016, alcanzamos los regionales con 16 etapas ganadas de manera consecutivas”, expresó Rodríguez.

Las reglas de este deporte son simples, pero su práctica implica un desafío importante a nivel físico y táctico para los jugadores. Se juega en una cancha similar a la de vóley, con una dimensión de 18 x 9 metros, y dos arcos (de 1,30 metros de alto) al final, que ocupan todo el ancho. Cada equipo, compuesto por tres integrantes cada uno, se ubica en su mitad del campo. El objetivo es meter la pelota –que es parecida a la de básquet, pesa 1 kilo y cuarto, no pica y tiene cascabeles en su interior– en el arco de enfrente. Cada partido consta de dos tiempos de 12 minutos cada uno, con tres de descanso en el medio. En caso de empate, hay un tiempo extra.

“El juego tiene una obligación: todos los jugadores deben usar parches sobre los ojos y ponerse gafas con cinta negra o totalmente ploteadas. El objetivo es que todos estén en la categoría que en el deporte adaptado se denomina de B1, es decir, de ceguera total”, dijo el entrenador.

Los puntos de inflexión para el crecimiento del goalball se alcanzaron en 2016, con su inclusión en los Juegos Evita que organiza la Secretaría de Deportes de la Nación, y en los Panamericanos disputado en febrero de 2021, en San Pablo, donde el seleccionado argentino femenino tuvo presencia mendocina. Romina Cardozo fue una de las jugadoras de Las Topas, equipo con el que consiguió un cuarto puesto histórico.

“Fue una experiencia inolvidable el haber competido en los Panamericanos, más aún representando a Mendoza”, manifestó Cardozo.

Sobre sus proyectos para 2023, Romina afirmó su interés por participar de los Juegos Paralímpicos de París.

“Es algo emocionante porque ya estoy pensando en los Panamericanos de este año, porque son un llave para ingresar a los Paralímpicos de Francia en 2024. Creo que son una linda oportunidad para seguir creciendo en este deporte”, completó la joven deportista.

Fuente: Señal U