El cordobés, que cumplió su segunda temporada en la institución, fue una de las piezas claves en el equipo de Gabriel Gómez. En la última fecha del torneo convirtió el tanto que significó la permanencia, llegando así a dos en el torneo.

Sobre las sensaciones luego del triunfo, expresó: "Nos sacamos una mochila bastante pesada. Por suerte nos pudimos sacar de encima esta presión de encima y estamos más relajados".

Frente a Santamarina, el Azul jugó un buen cotejo y no tuvo mayores complicaciones a lo largo de los 90 minutos: "No fue un partido complicado, creo que fue porque hicimos los dos goles en el primer tiempo. No tuvimos otra situación clara de gol salvo el cabezazo del Gringo Maidana. Fue un partido de mucha lucha en el mediocampo. Por suerte pudimos sacarlo adelante".

A los 32 minutos de la primera etapa convirtió el segundo gol de la jornada: "Me quedé porque salió el rebote y la agarró Navas, me quedé para un centro. Le llegó un poco sucia al Toro Lucero y cuando entró tuve una felicidad muy grande, era un partido decisivo. Mucha felicidad y más tranquilidad porque era el segundo y nos daba más aire. La dedicatoria fue para mi abuelo y mi abuela, que se fue hace poco, y siempre les pido. Además, para mi señora y mis hijas, que son las que están siempre".

Para finalizar, Alejandro manifestó cuándo finaliza su vínculo con el club: "Ganas siempre hay, me siento muy a gusto con la Ciudad. Además, mi familia y yo estamos cómodos. El contrato se termina el 30 de junio, pero hay que ver. Recién termina todo, pero las ganas de seguir están. Cuando uno juega en un club y está a gusto, no hay mucha necesidad de cambiar".