Alga Didymo, la especie invasora que llegó a Mendoza para quedarse

Desde el Departamento de Fauna de la provincia, indicaron que no se conocen aún métodos para su erradicación. Lo que se busca es capacitar y concientizar para prevenir su expansión.

Alga Didymo, la especie invasora que llegó a Mendoza para quedarse

Foto: Conicet Chubut

Sociedad

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Unidiversidad / Ernesto Gutiérrez

Publicado el 17 DE DICIEMBRE DE 2019

Un ecosistema es un sistema biológico constituido por una comunidad de organismos vivos y el medio físico donde se relacionan en constante equilibrio. Sin embargo, el hombre, en sus múltiples actividades, es uno de los responsables más comunes de la rotura de estos equilibrios. Un ejemplo de esto es la propagación en ríos y arroyos de nuestra provincia del alga Didymo o "moco de roca", especie que invadió los cursos de agua por acción de los pescadores, que la trajeron en sus vestimentas, calzado y equipos desde otros lugares de pesca.

En Argentina, este organismo vivo fue identificado por primera vez en septiembre de 2010, en Chubut. Al adherirse a las rocas, en época de floraciones, produce impactos negativos en el medio y sus especies. Por ejemplo, pueden cambiar las condiciones físicas y afectar a las especies nativas desplazándolas, modificar la composición de las especies de invertebrados y afectar a las poblaciones de peces. Pero ¿qué ocurre aquí en Mendoza con este organismo invasor? ¿Se encuentra en nuestros ríos? ¿Qué se está haciendo para evitar su proliferación?

Para dar respuesta, Unidiversidad dialogó con Adrián Gorrindo, jefe del Departamento de Fauna de Mendoza, que expresó: “La provincia tuvo problemas con esta alga, sobre todo en el sur de la provincia, pero gracias a capacitaciones y a la toma de conciencia de los pescadores, podemos decir que se está libre de este organismo, cuyo nombre científico es Didymosphenia geminata, conocida vulgarmente como “Didymo”, “moco de roca” o incluso “papel higiénico de roca”.

“Este organismo se caracteriza por presentar una forma triondulada, similar a una botella. Los ríos y lagos en los cuales se encuentra esta especie se caracterizan por presentar baja temperatura y bajas concentraciones de nutrientes (llamados ambientes oligotróficos). Didymo crece tanto sobre plantas como sobre rocas sumergidas en los cuerpos de agua”, detalló el especialista.

Esta especie, desglosó Adrián, se encuentra distribuida naturalmente en todos los continentes, excepto África, Antártida y Oceanía. Sin embargo, actualmente se tienen registros de poblaciones de Didymo en Asia, Europa y América del Norte, como Canadá y los Estados Unidos, desde donde se cree que se propagó al resto de América del Sur.

Foto: Conicet. El pedúnculo o pie de mucílago (brazo), que representa una de las claves de su éxito

 

¿A qué debe su rápida proliferación?

Para el jefe de Fauna, el desarrollo exitoso de esta especie en ambientes como los que se encuentran en nuestra provincia, en la Patagonia y en otras partes del mundo estaría directamente relacionado con sus características genéticas.

“Esta planta acuática invasora presenta gran diversidad genética, lo que le permite ser más plástica y adaptable ante variaciones en el ambiente, o como en este caso, al introducirse en nuevos ambientes. Esto se traduciría en un incremento de la capacidad de invasión de la especie debido a una mayor habilidad para adaptarse a condiciones cambiantes”, formuló el especialista en fauna.

Otra expresión de sus capacidades genéticas, dijo Gorrindo, es el pedúnculo o pie de mucílago (brazo), que representa una de las claves de su éxito. “Con esta extremidad, logra sujetarse al sustrato con mayor efectividad que las demás especies de su familia. Los pedúnculos permiten que las células crezcan elevadas del sustrato, lo que las ubica por encima de las demás algas, brindándoles mayor acceso a la luz, a los nutrientes y al intercambio de gases”, manifestó el funcionario.

El alga Didymo invadió los cursos de aguas por acción de los pescadores, que la trajeron en sus vestimentas, calzado y equipos desde otros lugares de pesca

 

La accción del hombre

Para el especialista, la ampliación del rango de distribución y la dispersión del alga a nuevos ambientes estaría vinculada a las múltiples y posibles formas de transporte entre sitios, las que incluyen tanto actividades humanas como los animales de vida silvestre. “Las actividades humanas, que abarcan el rafting, el kayaking y la pesca, entre otras actividades recreativas, en las que se usan los mismos equipos en distintos cuerpos de agua, sin la limpieza adecuada, podría permitir el traspaso de células vivas desde sitios afectados hacia otros ambientes en los que la especie estaba ausente”.

“Los impactos más significativos sobre el ecosistema se reflejan tanto en la alteración de los procesos físicos como bioquímicos que normalmente ocurren en el ambiente. En caso de lo físico, como consecuencia del aumento de la biomasa del alga, modifica el aspecto visual de los sitios y estos tienden a considerarse “contaminados”, pero el mayor impacto físico para el ambiente ocurre en la alteración de la hidrodinámica de los cursos de agua. En el caso de los procesos bioquímicos, un efecto del desarrollo masivo del alga es que produce cambios en el pH del agua, lo que modifica las condiciones químicas del sitio e influye en la disponibilidad de nutrientes para otras algas autóctonas y peces”, sintetizó Gorrindo.

Foto: Conicet. Para evitar el traspaso de células de un sitio invadido a uno no invadido, es importante tener en cuenta y cumplir con tres etapas de desinfección: remover, lavar y secar

 

¿Qué hacer para evitar su propagación?

“Lamentablemente, no se conocen aún métodos de erradicación de esta alga, pero si cada uno de nosotros contribuye con estas tres pautas sugeridas para evitar el traspaso, se puede lograr detener su dispersión hacia otros sitios no contaminados. Depende de nuestra acción detener esta invasión en nuestros cuerpos de agua”, argumentó Adrián.

Para evitar el traspaso de células de un sitio invadido a uno no invadido, es importante tener en cuenta y cumplir con tres etapas de desinfección: remover, lavar y secar.

- Remover: antes de retirarse del lugar, se debe revisar todo aquello que estuvo en contacto con el agua, ya sea ropa, vehículos o embarcaciones, a fin de detectar y eliminar manualmente todos los restos del alga.

- Lavar: en esta etapa debe diferenciarse entre elementos absorbentes y no absorbentes. Los primeros, especialmente los waders y las botas de vadeo con suela de fieltro, deben ser colocados en alguna solución desinfectante hasta que se hayan embebido completamente. Los elementos no absorbentes solo se limpian con solución desinfectante en superficie.

- Secar: todos los elementos desinfectados deben estar completamente secos al tacto, tanto por fuera como por dentro, para posteriormente dejar transcurrir 48 horas más antes de su uso. En caso de no poder utilizarse ninguna de las soluciones de desinfección, se debe secar totalmente el elemento utilizado, debido a que las células de Didymo pueden sobrevivir meses en condiciones de humedad.

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