El tradicional Carrusel de las Reinas ofreció, como todos los años, un gran despliegue de colores y creatividad. A las 10 de la mañana, desde de los Portones del Parque General San Martín salieron los distintos carros de las soberanas, los centros tradicionalistas y las agrupaciones gauchas. El desfile se hizo largo: terminó cerca de las 15.

Muchos prefirieron verlo sentados en reposeras; otros, en el cordón de la vereda o en los bares, desayunando o picando algo. Los precios oscilaban entre los 25 y los 48 pesos, mientras que las promos de almuerzo iban de 149 a 175 pesos.
 

Infaltable

El típico cazador, un palo con un bidón cortado, un táper, un balde, un portadamajuanas o la cajita forrada con mensajitos de los más creativos. La mayoría estaba a cargo de los niños, pero se pudo ver a algunos adultos portándolos también.
 

Faltaba uno

El recorrido comenzó con autos antiguos clásicos, con jubilados a bordo... salvo uno,  a quien lo habían olvidado y venía corriendo desde detrás. Lo bueno es que a unos metros de los portones del Parque le abrieron la puerta del auto y pudo subir.
 

Novedades

El carro de la vendimia gay, con muchísimo color, y los de las reinas nacionales (de la Ganadería, la Citricultura, la Tonada, del Mar, la Nieve, el Sol y el Chivo). También se vio al grupo Emergencia de Sonrisas, que seguían al carro de Maipú por primera vez en sus bicis. El intendente de Tunuyán, Martín Aveiro, prefirió estar con los del centro tradicionalista en lugar del palco oficial.
 

Muy tiernas

Las nenas que salían a saludar a las reinas con sus vestidos de princesas y corona.

Invitados oficiales

Este año se contó con la presencia de Isabel Macedo junto al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.

El carro con más hinchada

El de San Carlos, que hacía bailar a la gente que quería llevarse algo de regalo, acompañado de un grupito de mujeres que las seguían de cerca.
 

El carro superproducido

A cargo del departamento de Malargüe, conmemorando el bicentenario del cruce de los Andes. Destilaba mucho ingenio y trabajo.

Carros con música en vivo

Si bien había varios, en algunos después se optaba por dejar descansando con sus guitarras a los cantores y bailar otro tipo de música.
 

Comentarios

Varios bromeaban con querer subir al carro de la Vendimia gay, entre aplausos y saludos. Algunos comentaban que las soberanas que iban en los carros no regalaban nada. La verdad es que sólo algunos regalaban vinos, ya fuera en cajita o en forma de espumante. También se podían ver bolsitas de orégano y pequeños racimos de uva.