De dónde vienen y cómo viven los inmigrantes que llegan a Mendoza

Giuliana Guzzo, especialista en el tema y voluntaria en la Casa del Migrante, contó la manera en la que arriban y qué dificultades tienen para adaptarse a la provincia. Creció la cantidad de venezolanos y haitianos.

De dónde vienen y cómo viven los inmigrantes que llegan a Mendoza

Foto ilustrativa publicada en losandes.com.ar

Sociedad

Unidiversidad

Florencia Martínez del Río

Publicado el 11 DE ENERO DE 2019

Desde la Casa del Migrante, institución que ayuda y asesora a los extranjeros recién llegados, comentaron cómo viven las personas que llegan a Mendoza y las dificultades que encuentran al intentar adaptarse a la provincia. Además, Giuliana Guzzo, licenciada en Ciencias Políticas y especialista en migraciones criticó al Gobierno nacional por el proyecto para agilizar la deportación de extranjeros que delinquen en el país.

La mendocina egresada de la UNCUYO participó de la histórica "Caravana" de migrantes que llegó a Estados Unidos en noviembre de 2018. Allí vivió de cerca y asistió a las miles de personas de distintas partes de Centroamérica y México que intentaron la hazaña que muy pocos lograron realizar, ya que muchos fueron interceptados por las Patrullas de Frontera.

Asimismo, Guzzo es voluntaria de la Casa del Migrante, ubicada en Guaymallén, lugar por el que pasan cientos de extranjeros por año. La mayoría llega con pocas pertenencias y sin recursos para pagar un alojamiento. Esta institución, a cargo de la congregación religiosa conocida como Padres Scalabrinianos, les brinda a los migrantes asesoramiento legal y médico, información sobre cómo realizar los trámites para regularizar su situación migratoria y los ayudan a conseguir empleo.

En relación a las nacionalidades de los extranjeros que llegan a Mendoza, en los últimos años -advirtió la especialista a Unidiversidad-, “aumentó la cantidad de venezolanos y haitianos que llegaron. Lo flujos migratorios cambian con los contextos de cada país de origen.

Lo que se mantiene estable en Mendoza es el número de migrantes; según la Dirección Nacional de Migraciones, son 100 000 los radicados en la provincia, explicó Guzzo.

Lo que también cambió es la manera en la que ariban los venezolanos. “Hace más de un año llegaban solos, hoy vemos que llegan vínculos familiares, de 5 a 7 personas. Vemos que llega el esposo, la mujer, el cuñado, la abuela, por ejemplo”, dijo por su parte Fabricio Mero, integrante de la pastoral a cargo del Hogar.

Mendoza, provincia de tránsito

El rol que cumple la provincia es el de ser un lugar de tránsito para los migrantes. Es que el real objetivo de muchos es llegar a otras ciudades de Argentina o de Chile. La especialista en la materia, comentó: “Desde algún tiempo, los extranjeros que llegan lo hacen para poder cruzar al vecino país, por eso en su mayoría solo se quedan acá unos días. Mendoza también actúa como nexo con el sur, Córdoba, o Buenos Aires”.

Sin embargo, por endurecimientos de las políticas migratorias en el país trasandino, muchos tienen que volver a Mendoza para redefinir su futuro ya que “Chile está rechazando a muchas personas en frontera”.

La dificultad de conseguir casa y empleo

Uno de los grandes problemas al que se enfrentan los migrantes es la dificultad para conseguir trabajo. Guzzo, explicó: “A las personas migrantes se les restringe mucho el campo laboral... los afecta la escasez de trabajo y los recortes presupuestarios en salud o educación, de igual manera que a los argentinos porque también son ciudadanos”.

Otros inconvenientes a los que se deben enfrentar a la hora de insertarse en el campo laboral son la lentitud de los trámites de regulación migratoria y los costos de la validación de títulos académicos.

Desde el Hogar del Migrante señalaron que el 90 % de los venezolanos que llegan poseen estudios universitarios. Estos largos tiempos administrativos, además de generar “un momento de gran tensión en sus vidas hacen que las personas tengan que buscar otro tipo de empleos para poder subsistir”, comentó la licenciada.

Los trabajos más comunes que consiguen los hombres son en la construcción y en la cosecha. Las mujeres, por su parte, reproducen actividades predeterminadas por la sociedad machista que las coloca en el rol de cuidadoras.

En esta misma línea, Guzzo advirtió: “Muchas bolivianas, por ejemplo, en sus países de origen están encargadas del hogar y eso es lo que vienen a replicar acá pero con un salario. Obtienen empleos como el de trabajadora doméstica y cuidadora de niños o de personas mayores. Este es uno de los grandes temas para las migraciones de género. Las mujeres desconocen sus derechos laborales, más que en el caso de los hombres”.

A la hora de asentarse en la provincia, también se les complica encontrar un lugar para vivir. Fabricio Mero señaló: “Les resulta difícil conseguir bonos de sueldo y la cantidad de garantes necesarios para alquilar. Algunos lo consiguen mediante personas de su trabajo que los ayudan. En el caso de las mujeres, trabajando cama adentro logran tener dónde vivir durante la semana”.  

Deportar a los extranjeros que delinquen, “es una estrategia para generar fobia”

Guzzo criticó a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, por el proyecto del Gobierno nacional para agilizar la deportación de extranjeros que cometan delitos en la Argentina. Según la funcionaria, "el aumento del delito en manos de extranjeros es importante, llegando al 20 % de las personas detenidas”.

Al respecto, la mendocina especializada en migraciones en la Universidad Nacional de Lanús, comentó: "Se está dejando de escuchar a los migrantes y esto hace que surjan dichos xenófobos como los del Gobierno". Además, querer echar a los extranjeros que delinquen es muy "desafortunado" porque asocia la migración con la delincuencia, sostuvo.

Para la licenciada, los dichos de Bullrich también fueron sesgados: “Decir que el 20 % de la población carcelaria es extranjera es un discurso que no habla desde la verdad porque solo está hablando del Sistema Penitenciario Federal, ya que en total, representa sólo el 6 %, y ese número se mantiene estable desde el 2002”.

Para explicar cuántos extranjeros están en prisión en Argentina, Guzzo citó datos arrojados por el Censo de 2010: del total de la población, el 4,5 % es migrante, y de ese porcentaje, el 0,6 % se encuentra privada de su libertad. Es decir que “son solo 5000 los detenidos, mientras que somos más de 40 millones de argentinos”.

Para la especialista, la lógica del Estado es “culpar a los inmigrantes cuando hay menos recursos, diciendo que vienen a ocupar nuestros hospitales y escuelas”.

Por último, expresó: “Estas son estrategias que funcionaron mucho en nuestro país, y sobre todo en campaña, y se volverán a utilizar en otro momento como en los años 90. Tienen la intención de estigmatizar, generar fobia en la población y rechazo al otro".

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