Desigualdades sociales y educación privada

Su impacto en las clases medias.

Desigualdades sociales y educación privada

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Teresa Leonor González - Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Publicado el 11 DE FEBRERO DE 2016

Las reflexiones que aquí presentamos forman parte de nuestros estudios sobre “Desigualdades Sociales y Educación”, indagaciones que realizamos desde la perspectiva de la Sociología de la Educación. Nuestros análisis más recientes refieren a las opciones que, en materia de educación, realizan los sectores de clases medias y medias altas, lo que en la actualidad, desde la disciplina, se estudia como formación de las élites en la Argentina.

La evidencia empírica que analizamos muestra la preferencia de estos sectores por la educación de gestión privada. A los efectos de este artículo, interesa focalizar la atención en el nivel superior del subsistema y para ello ofrecemos un acercamiento al estudio de las universidades privadas, por cuanto constituye motivo de ocupación de las familias de dichos sectores.

Según datos oficiales de la Secretaría de Políticas Universitarias, del total de instituciones universitarias e institutos, entre 1996 y 2006, el sector estatal creció de 40 a 42 instituciones, en tanto el sector privado, en el mismo lapso, creció de 43 establecimientos a 54.

Un corte histórico diacrónico nos permite observar que desde los años 50 y hasta la década de los 70 –etapa conocida como del “empate social”–, la educación privada universitaria comienza un proceso de lento aunque sostenido crecimiento. Estas universidades, en general católicas, son en sus orígenes institutos –de formación docente o técnica–. La preferencia por este tipo de educación queda definida por la pertenencia de las familias a ciertos valores éticos, morales, de tradición familiar, no asociados a la calidad ni al perfeccionamiento. Los fundamentos de creación de estas instituciones refieren a una formación general, universalista y abstracta.

Myriam Feldfeber, en Los sentidos de lo público, al referirse a la educación privada en la década de los 90, asegura que “… la novedad radica en el surgimiento de instituciones privadas que se constituyen como respuestas institucionales al proceso de polarización social”. Al respecto, se observan ofertas escolares privadas que se construyen en respuesta a los procesos de segregación territorial y de suburbanización de una población muy reducida, que pone en juego formas de socialización que acentúan la pertenencia al sector, el ser semejantes.

Entre las universidades privadas, que crecen a partir de los años 80 y 90, predominan las laicas. Sus orígenes son centros pioneros en formación de posgrados con orientaciones específicas y sostienen fuertes vinculaciones con centros académicos internacionales, en particular de los países centrales.

El estudio de la formación de las clases medias altas y de las élites remite, en los últimos años, a las características que asume una fuerte transformación en la educación superior en América Latina y el Caribe, en particular a la conocida como "educación transnacional".

El Global Alliance for Transnational Education (GATE), creado en 1997, es el organismo encargado de acreditar la Educación Superior Transnacional y, como refiere Ana María García de Fanelli en La educación transnacional: la experiencia extranjera y lecciones para el diseño de una política de regulaciones en la Argentina, esta organización define su actividad como: “... cualquier actividad de enseñanza o aprendizaje en la cual los estudiantes están en un país diferente (el país huésped) de aquel al cual pertenece la institución proveedora (el país proveedor). Esta situación requiere que las fronteras nacionales sean cruzadas por información educativa y por los profesores y/o los materiales educativos”.

Una serie de universidades privadas argentinas debaten en foros internacionales las características que asume el reconocimiento de los títulos, la convalidación de los créditos, la articulación de planes de estudio, los programas de movilidad estudiantil y docente. La literatura que trabaja el tema alude a un sistema de conformación difusa, donde se complementan y, en ocasiones, se superponen seis formas diferentes de implementar la educación superior de carácter trasnacional: educación a distancia, educación a distancia apoyada localmente, programas gemelos, programas articulados, sedes locales de instituciones extranjeras, acuerdos de franquicia. Al observar la oferta de educación privada argentina, vemos que se encuentra en los diversos niveles del subsistema un proceso abierto en la última década de implementación o bien de consolidación de una o más de dichas formas. 

En la trama de estas transformaciones convergen sobre la educación fuerzas de masificación, regulación e internacionalización liberada.

 

Por: Teresa Leonor González, profesora en Sociología, licenciada en Sociología, especialista en Docencia Universitaria, especialista en Investigación Educativa, maestranda en Estudios Latinoamericanos con orientación en Estructuras y Procesos Sociales. Facultad de Educación Elemental y Especial de la UNCUYO. Profesora adjunta de las cátedras “Sociología de la Educación” y “Contextos, Sujetos y Subjetividades”.

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