Él Mató A Un Policía Motorizado en el Arena: el magnetismo sigue intacto

La banda de indie platense subió al escenario del estadio maipucino el pasado 9 de agosto en el marco de la presentación de “La Síntesis O'Konor”. Las impresiones de Agustín Ruiz, en la nota a continuación.

Él Mató A Un Policía Motorizado en el Arena: el magnetismo sigue intacto

Foto: Nicolás Correa

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Agustín Ruiz Herrada, de Radio U

Publicado el 13 DE AGOSTO DE 2019

Él Mató A Un Policía Motorizado se presentó el viernes 9 en el Arena Maipú Stadium, lo que –a primera impresión– ya resultaba bastante distinto a lo que los seguidores de la banda estamos acostumbrados. Para empezar, entrar a una suerte de shopping en la antesala a un recital no resulta de lo más estimulante, mucho menos esperar en el hall previo a la entrada para ingresar. Hubo también quien se quejó de que no hubiera banda soporte o de que se vendiera cerveza sin alcohol. Todas estas minúsculas cuestiones palidecieron y desaparecieron ni bien la banda subió al escenario y extendió su magnetismo musical.

La primera vez que los vi en un escenario “grande”, por llamarlo de alguna manera, fue el 12 de febrero de 2014 en el Espacio Julio Le Parc. No podía creer lo que sucedía: una multitud (en otra oportunidad los había visto en lo que alguna vez se llamó “La Mala”) y cinco pibes que se las arreglaban para hacer tremenda música y ser de La Plata, algo que mi por entonces esnobismo de puritano del rock no me permitía imaginar. No, no eran The Strokes –me decían mis oídos, en combinación con el costado musical del alma–, era Él Mató a un Policía Motorizado.

El motivo de toda esta perorata de un recital de hace cinco años es para confirmar que el magnetismo sigue intacto. Ante un público mendocino renovado (se veían caras nuevas, además de las de siempre), tímido y ermitaño por momentos, como confirmando el estereotipo menduco, la banda sumergió airosamente a todos los presentes en su mar eléctrico e incluso logró, en algunos pasajes, que los presentes se olvidaran de seguir la transmisión desde sus celulares para dedicarse a vivir la hermosa experiencia. 

No voy a detenerme en pasar el listado completo de temas porque me parece anecdótico y vacuo. La apertura la marcó como de costumbre “El Magnetismo”, que preparó el ambiente. Interpretaron todo el playlist de La Síntesis O'Konor (2017), el último disco y el que justamente vinieron a presentar. Sí voy a destacar la selección de clásicos que –para contentar a todos– los platenses se encargaron de ejecutar magistralmente. Así, “La cobra”, “Nuevos discos”, “Terrorismo en la copa del mundo”, “La cara en el asfalto”, “Noche Negra” y “El fuego que hemos construido” se encargaron de masajearnos el corazón y traernos los hermosos recuerdos que fuimos a buscar, antes de un breve interregno. 

La segunda parte del show inició con “Madre”, seguido de “Fuego”, para culminar con todos los temas de LSO. Luego dieron paso al postre que se venía cocinando y que todos esperábamos insaciables y que consistió en cuatro mega clásicos: “Yoni B”, “Chica de Oro”, “Más o menos bien” y, para finalizar, “Chica rutera”. Así se despidieron, dejándonos el cerebro explotado y el corazón extasiado. Aclaración: en algún momento tocaron “Amigo piedra”, no recuerdo si fue antes o después del impasse, porque estaba con mis amigos abrazado, saltando, disfrutando lo que generan la voz y la letra de Santiago Barrionuevo.

Posdata: quedan muchas cosas fuera de esta breve nota; la puesta en escena y lumínica es una de las más obvias. Pero decidí concentrarme en la música y en los sentimientos que la banda puede generar en vivo. En síntesis, mi recomendación es que no leas nunca más una de estas notas y que, en lugar de eso, vayas a ver Él Mató cada vez que puedas para tener tu propia experiencia.

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