Caótica situación social y política en Egipto

Aquí un resumen de la situación social por la cual está atravesando El Cairo, una noche en un barrio de clase media y la opinión de diferentes países. 

Caótica situación social y política en Egipto

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Sociedad

Unidiversidad

Publicado el 31 DE ENERO DE 2011

Egipto se encuentra en plena transformación social, un camino difícil de lograr; huelgas, muertes, vandalismo, sin fuerza policial en las calles y miles de habitantes tratando de abirse camino en el devenir de la historia.

Los organizadores de las masivas protestas que reclaman la renuncia del presidente egipcio Hosni Mubarak convocaron este lunes a una huelga general indefinida y a una "marcha de un millón de personas" para el martes. "Se decidió durante la noche que habría el martes una marcha de un millón de personas. También hemos decidido convocar una huelga general indefinida", dijo a la AFP Eid Mohamad, uno de los organizadores de las manifestaciones.

Una huelga ya había sido convocada el domingo por la noche por los trabajadores de Suez, una de las tres grandes ciudades del país, junto a El Cairo y Alejandría, donde se han producido manifestaciones y disturbios. "Nos unimos a los trabajadores de Suez e iniciaremos una huelga general hasta que nuestras demandas sean satisfechas", dijo a la AFP otro organizador, Mohamed Waked. Esas convocatorias se llevan a cabo pese a los esfuerzos de Mubarak para contener la ola de descontento social que paraliza al país desde el martes de la semana pasada, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad que hasta el momento dejaron al menos 125 muertos y miles de heridos.

El mandatario, de 82 años, en el poder desde 1981, pidió el domingo en un discurso televisado a su nuevo primer ministro, Ahmed Shafiq, que promueva la democracia mediante el diálogo con la oposición y recupere la confianza en la economía del país. Las fuerzas opositoras, nucleadas en una Coalición Nacional por el Cambio que incluye desde sectores laicos hasta los Hermanos Musulmanes, habían pedido poco antes a Mohamed ElBaradei, quien se ofreció a liderar un gobierno de transición, que entable negociaciones con el régimen. Egipto está "en el inicio de una nueva era", proclamó el domingo el ex jefe de la agencia nuclear de la ONU (AIEA) y Premio Nobel de la Paz, en un mitin en la plaza Tahrir, corazón de la rebelión, en el centro de El Cairo. Ese mitin se llevó a cabo después del inicio del toque de queda que regía desde las 16:00 hasta las 08:00 de la mañana, y que a partir del lunes empezará una hora antes, aunque hasta el momento ha sido ignorado por los miles de manifestantes que cada noche siguen en la calle.

Mubarak ordenó el domingo el retorno a las calles de la policía antimotines, ya que desde el viernes pasado la tarea de lidiar con la rebelión había quedado en manos del ejército. La ausencia policial desencadenó numerosos saqueos y permitió la fuga de miles de presos. El jefe de Estado había destituido la semana pasada a su gobierno, y el sábado creó el cargo de vicepresidente para confiarlo a Omar Suleimán, jefe de los servicios de inteligencia, y designó a Shafiq como jefe de Gobierno. Ambos son ex militares.

Estados Unidos, que considera a Mubarak uno de sus principales aliados en la región, le pidió ir más lejos con los cambios y empezar a pensar en la "transición". La comunidad internacional sigue con ansiedad los acontecimientos en Egipto, el más poblado de los países árabes (80 millones de habitantes), que desempeña un papel fundamental en el diálogo entre israelíes y palestinos.

El diario israelí Haaretz indicó este lunes que el Estado hebreo les pidió a Estados Unidos y a varios países europeos, en un mensaje secreto, que apoyaran la estabilidad del régimen de Mubarak.

Egipto seguía paralizado el lunes, con los bancos y la bolsa cerrados por segunda jornada consecutiva. En las gasolineras faltaba carburante y los cajeros automáticos estaban vacíos. La Cámara de Comercio instó a sus miembros a abrir sus negocios. Las incertidumbres sobre Egipto propulsaron los precios del petróleo. El barril de West Texas Intermediate (WTI) se negociaba por la mañana a 89,71 dólares, en alza de 37 centavos; y el de Brent del mar del Norte subía 19 centavos, a 99,60 dólares. Numerosas agencias de viaje suspendieron el envío de turistas a Egipto, en plena temporada alta. Muchos países -entre ellos Estados Unidos, Canadá, Arabia Saudita, Líbano, Jordania, Japón y Australia- enviaron aviones para repatriar a sus ciudadanos. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, conversó el domingo con sus homólogos de Libia, Muammar Kadhafi, y de Siria, Bashar al Asad sobre la situación en Egipto, y "se mostró confiado" en que el pueblo egipcio "sabrá encontrar por sus propios medios el camino de la concordia, la justicia y el bienestar", indicó un comunicado del gobierno venezolano.




Los habitantes viven en estado de alerta por saqueos, robos, y violencia. Miles de personas pasaron la noche en vela para sustituir a la policía, que se esfumó de las calles, y proteger sus viviendas y sus familias. Armados con cualquier objeto contundente hasta armas de fuego protegen en la puerta de sus viviendas a familiares y pertenencias.

Uno de los barrios más organizados, Dokki, los residentes efectuaban durante la noche, rondas por las calles exhibiendo sus palos y, en algunos casos, sus fusiles, mientras los más jóvenes pasaban el tiempo jugando al fútbol. Solo había hombres. Eso sí, de todas las edades. "Parte del problema es que no hay policía y tenemos que defendernos y defender a nuestras esposas y nuestras hijas", explicó Magdy, que recuerda haber efectuado guardias similares en 1977 bajo la presidencia de Anuar el Sadat y en 1982 poco después de la llegada al poder de Mubarak. "Los ladrones se aprovechan de la situación. Estaban esperando un caos como éste para salir a saquear la ciudad", añadió Magdy, apoyándose sobre su palo, junto a su hijo Hesham. "Nos vamos a quedar al menos hasta las seis de la mañana", precisó. Su hijo se apresuró en aclarar que "los saqueos no tienen nada que ver con las protestas" contra el gobierno que se iniciaron el pasado martes y que tienen lugar principalmente en Tahrir, la Plaza de la Liberación, bastante alejada del barrio de Dokki, en la otra orilla del Nilo.

El sistema de protección se improvisó, pero la organización vecinal es buena, asegura Mohamed. "Por ejemplo, para pasar de una manzana a otra, hay que conocer al menos a una persona que se encuentre al otro lado", explicó, mientras caminaba por la calle con su palo en mano. Las carreteras estaban cortadas. Los vecinos controlaban todos los vehículos antes de dejarlos pasar. "Les pedimos la documentación, les preguntamos adónde van y por qué necesitan pasar por aquí", dijo. La noche anterior, los vecinos impidieron el paso de un hombre en motocicleta. "Decía que iba a comprar tabaco y elevó la voz cuando le empezamos a hacer preguntas. Al cachearlo, encontramos tres navajas probablemente para defenderse", recordó Mohamed. Los residentes creyeron que estaba reconociendo la zona para informar a un grupo de ladrones, hasta que un vecino lo identificó y dijo que trabajaba en una tienda de la zona. Entonces pudo seguir su camino.    "Esto no es occidente", afirmó Mohamed. "Aquí la gente del barrio se conoce. Yo tengo a varios amigos que viven en este barrio que conozco desde la escuela. Hay solidaridad entre los vecinos. Nos ayudamos", agregó.

Analía Martín

Fuente: NA


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