Ley de Educación Sexual: entre el derecho y el deber

Sancionada hace 11 años con el objetivo de garantizar los derechos de los estudiantes a recibir formación en este tema, repasamos los aspectos fundamentales de una norma tan necesaria como controversial.

Ley de Educación Sexual: entre el derecho y el deber

Taller de Arte, Educación y Género dictado en la Facultad de Educación en 2017.

Sociedad

Especial ESI

Especiales

Victoria Cisterna, integrante del equipo de Comunicación de la Facultad de Educación de la UNCUYO

Publicado el 31 DE OCTUBRE DE 2017

Como constructora de identidad cultural, la escuela tiene un rol privilegiado en la formación grupal e individual en temas referidos a la sexualidad. En la serie de Cuadernos sobre Educación Sexual Integral (ESI) del Ministerio de Educación de la Nación, Mara Brawer –titular de la Secretaría de la Mujer del Poder Judicial de la Nación– concibe a la escuela como “ámbito específico para avanzar hacia la transformación de prácticas culturales fuertemente arraigadas, que profundizan las desigualdades y obstaculizan el desarrollo integral y pleno de nuestros niños y niñas”.

Tradicionalmente, la educación sexual estaba a cargo de especialistas que daban charlas a los alumnos, pero hoy su enseñanza debe ser abordada dentro de la escuela por los mismos docentes. A su vez, la familia –en su rol de primera educadora– debe ser un pilar fundamental en el establecimiento de consensos para el acompañamiento y asesoramiento del desarrollo integral de sus hijos.

 

Alcances de la Ley

La Ley Nacional 26150 de Educación Sexual Integral, sancionada el 4 de octubre de 2006, establece la responsabilidad del Estado de hacer válido el derecho de niños, niñas y jóvenes a recibir educación sexual integral en establecimientos públicos de gestión estatal o privada, desde el nivel inicial hasta el superior de formación docente y de educación técnica no universitaria.

Esta legislación concibe al cuerpo como construcción social y cultural, contemplando la sexualidad desde un enfoque integral que abarca aspectos biológicos, psicológicos, sociales, culturales, afectivos, éticos y jurídicos.

Además, se busca que la ESI que se imparta en los establecimientos educativos supere el estudio de la anatomía y fisiología y promueva aprendizajes en tres niveles: el pensamiento (trabajar sobre prejuicios, creencias, derechos y obligaciones), los sentimientos (desarrollo de capacidades emocionales como la empatía, la solidaridad, la expresión de los sentimientos en el marco del respeto) y las prácticas concretas (el “saber hacer”, adquisición de competencias tales como la posibilidad de decir “no” frente a presiones de otros, fortalecimiento de conductas de cuidado personal y colectivo de la salud, entre otras).

 

El Programa Nacional

En su segundo artículo, la ley crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral en el ámbito del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. En este sentido, en 2008, el Consejo Federal de Educación aprobó de forma unánime los Lineamientos Curriculares Nacionales, con el propósito de incorporar la ESI en las propuestas educativas.

Estos lineamientos tienen como finalidad asegurar condiciones de igualdad respetando las diferencias entre las personas y promover, en todos los niveles y modalidades educativas, la comprensión del concepto de eliminación de todas las formas de discriminación. Se pretende compartir conocimientos y promover valores que fortalezcan la formación integral de una sexualidad responsable, garantizando el respeto de los niños, niñas y adolescentes establecidos en la Ley 26061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.

El programa está conformado por una propuesta de capacitación virtual para docentes y directivos de todo el país (aún vigente). En 2012, se pusieron en marcha las Jornadas de Formación Institucional “ESI: es parte de la vida, es parte de la escuela”, destinadas a docentes y directivos, que se aplicaron en 17 provincias argentinas, incluida Mendoza.

Además, se elaboraron y difundieron en todas las escuelas materiales didácticos para el aula como afiches y trípticos de sensibilización, cortos audiovisuales, una serie de cuadernos de ESI con contenidos y propuestas para los niveles inicial, primario y secundario, láminas didácticas y material para las familias.

Con el correr de los años, se planteó si la ESI debía ser un espacio curricular específico o un eje transversal. Lo cierto es que cada institución escolar debía adecuar su propuesta de formación según las necesidades y particularidades de cada realidad, considerando –además– la etapa de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.

 

¿Qué se enseña en cada nivel educativo?

Según los lineamientos curriculares, en el nivel inicial las experiencias de aprendizaje se organizan en ejes como conocimiento y exploración del contexto, desarrollo de competencias y habilidades psicosociales, conocimiento y cuidados del cuerpo, y desarrollo de comportamientos de autoprotección.

En tanto, en la escuela primaria se prevé un abordaje transversal desde las áreas de ciencias sociales, formación ética y ciudadana, ciencias naturales, lengua y literatura, educación física, educación artística y educación tecnológica.

Con respecto a la educación secundaria, la enseñanza de la ESI podría encaminarse a la formación de espacios curriculares específicos lo que permitiría desarrollar contenidos con mayor profundidad, teniendo en cuenta las demandas e inquietudes de esta franja etaria.

 

 

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