Pastillas, inyectables y "chips", los métodos anticonceptivos más usados

La importancia de una buena consejería como parte del sistema de salud sexual y reproductiva. La vasectomía es la práctica menos usada.

Pastillas, inyectables y "chips", los métodos anticonceptivos más usados

Los métodos anticonceptivos que son entregados en el Centro de Salud Pascual Lauriente. Mendoza, 27/06/18. Foto: Unidiversidad / Victoria Gaitán.

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Unidiversidad / Constanza Sanchez Coveperthwaite

Publicado el 05 DE OCTUBRE DE 2018

Unidiversidad recorrió dos centros de salud, una posta sanitaria y un hospital ubicados en diferentes zonas de Mendoza. A partir de estos relevamientos, se pudo determinar que el método anticonceptivo más utilizado es la pastilla, luego le siguen la inyección mensual, los implantes subcutáneos y los preservativos.

La pastilla y los inyectables son los más buscados por las adolescentes y las mujeres que ya son madres; aun así el DIU, sigue funcionando en mujeres mayores de 30 años. En el caso de las jóvenes (13 a 19 años), son la población foco para la colocación de implantes subcutáneos conocidos como “chips”; sin embargo, en ocasiones específicas también se coloca a mujeres de mayor edad o que presentan alguna patología psiquiátrica.

Otro dato relevante es que son más las mujeres, específicamente adolescentes, quienes recurren a los centros de salud a buscar preservativos, a diferencia de  los varones de esa franja etaria. El personal de los sanatorios atribuye esta observación a que a los hombres les da más vergüenza y/o a que las mujeres siguen siendo más responsables en cuanto a su salud sexual.

Desde todas las salas de salud relevadas, destacaron que ya no se dan más turnos diferidos para consultas ginecológicas, es decir, la paciente es atendida durante el día. En algunos casos, debe pedir turno en la mañana y se le otorga para la tarde de la misma jornada y en otros, sólo por orden de llegada determinados días a la semana.

 

Caso por caso

La primera parada dentro del relevamiento fue la posta sanitaria Ignacio Galarraga, ubicada en el departamento de Las Heras, en El Algarrobal “de abajo”, tal como es conocida la zona. El personal del lugar aseguró que entregaban pastillas, preservativos e inyectables y, si en algún momento les faltaba alguno de esos productos, los pacientes eran derivados al hospital Héctor Elías Gailhac, el más cercano a esa posta.

“Acá hay bastantes adolescentes embarazadas, pero se debe más a una cuestión cultural y de educación, porque los métodos se entregan”, dijo el encargado de la posta a este sitio.

El segundo punto del recorrido fue el hospital Ghailac, donde además de encontrar los métodos mencionados anteriormente, también se colocan aproximadamente dos implantes subcutáneos por día. Según Pablo Matile, director del nosocomio, tienen capacidad para entregar más medicación de la solicitada y colocar más implantes diarios.

Por otro lado, en el Centro de Salud N.º 515, ubicado en el Barrio Sol y Sierra de Godoy Cruz, la mayor demanda son las pastillas y los inyectables, aunque los chips también son solicitados. En esta ocasión, la encargada de Farmacia explicó a Unidiversidad que ellos realizan un seguimiento, de modo que, si la mujer un mes no va a buscar su método anticonceptivo, el personal del lugar la busca para ver qué ha sucedido con ella.

“No solamente para prevenir el virus del HPV, también vamos a buscarlas para que vuelvan a realizarse los estudios y a consultar con el médico o médica que las atiende”, dijo la encargada del Centro 515.

Finalmente, en el Centro de Salud Pascual Lauriente de Guaymallén, las pastillas y los inyectables también toman el primer lugar a la hora de cuidarse. Además, en la Farmacia preparan sobres cerrados que contienen preservativos para que a los jóvenes “no les dé vergüenza retirarlos”.

A la hora de controlar el stock, las inyecciones son las que más faltan, según esta última sala y la posta de El Algarrobal. Sin embargo, cuando han existido inconvenientes con el abastecimiento, lo solucionan contactándose con otros centros del departamento.

En cuanto a Maipú, según Roxana Cabrera, directora del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, hasta mayo de este año los anticonceptivos más pedidos fueron el DIU en mujeres de aproximadamente 30 años y los implantes en las adolescentes. En el caso de las mujeres que son madres, utilizan las inyecciones trimestrales, ya que estas no interfieren en la lactancia del bebé.

 

Realidades culturales

Hay otras barreras que no surgen del sistema de salud público o por los centros de salud u hospitales, sino por la comunidad. En el caso de Las Heras, específicamente en El Algarrobal, donde la mayor parte de la población es boliviana, la mujer sigue relegada a los mandatos del marido, quien en general no le permite cuidarse.

Uno de los médicos que trabaja en el hospital Gailhac explicó que muchas mujeres de la zona eligen la inyección mensual como método anticonceptivo, ya que los esposos no detectan, a través de esta aplicación, si ellas se cuidan o no. Ellas van al hospital a buscar este método y a escondidas de ellos.

En otros municipios de la provincia, la mujer está más “empoderada“; así lo explicó Cabrera, ya no como funcionaria, sino como médica ginecóloga del Hospital Luis Carlos Lagomaggiore. La especialista aseguró que esto ha ido cambiando y cada vez es menor la influencia del varón en la decisión del método para evitar embarazos.

“Antes, cuando yo empecé a ejercer, sí influía el esposo, ahora tenemos muy pocos casos de estos. Con el tema de la ligadura de trompas, los maridos influían, ya que la mujer tenía que tener la autorización de él para realizarse la intervención. Cuando salió la ley, eso dejó de pasar. A partir de ahí se trabaja en el empoderamiento de la mujer, que su cuerpo es suyo y que la decisión es de ella”, finalizó la profesional.

La salud reproductiva es una urgencia

La salud reproductiva, según la directora del Programa Salud Sexual Reproductiva, Roxana Cabrera, hoy está en la agenda de Gobierno y su importancia volvió al tapete en los espacios públicos y privados. Se ha producido un "enamoramiento" de este espacios, inclusive dentro de la comunidad médica. El auge por el interes de la salud sexual surge tras el debate por la legalización y despenalización del aborto.

“Cuando una paciente va a un centro de salud a buscar a un médico y a pedir un método anticonceptivo y no se lo lleva, puede ser la diferencia entre un embarazo no deseado y un aborto”, dijo Cabrera a Unidiversidad.

El programa gubernamental funciona hace 20 años, pero la titular actual aseguró que tiene mucho apoyo del Gobierno y ha tenido la suerte de haber estado muchos años en el consultorio de salud del hospital Lagomaggiore, donde funcionó la primera maternidad de la provincia. La experta considera que en la actualidad, la Salud Sexual y Reproductiva es vista como una urgencia y, en su parecer, es como siempre debió ser considerada. 

La ley pionera de Salud Sexual se promulgo en 1996, una de las primeras del país y desde ese entonces, comenzó a funcionar el programa como parte de Maternidad e Infancia, pero hoy es una coordinación independiente y tiene varias articulaciones a cargo.

Entre ellas, un camión ginecológico que recorre toda la provincia colocando DIU, implantes, entregando pastillas o preservativos y realizando consejerías o mamografías. Por otro lado, la Casa de la Salud de la Mujer, el Programa de Cáncer de Cuello y mamas, la fertilización de baja complejidad en el hospital Central, las asesorías en escuelas, entre otros, también son parte de este Plan.

Los centros de salud son cubiertos por una caja que viene desde el Ministerio de Salud de la Nación, la cual contiene diversos métodos anticonceptivos, no posee DIU ni implantes sino preservativos, pastillas, pastillas de emergencia, test de embarazos.  Sin embargo, desde el Programa se refuerzan hospitales y centros de salud con DIU y con implantes, ampollas, pastillas de misoprostol, entre otros.

Para Cabrera, la elección de un método anticonceptivo se basa en una buena consejería, es decir, cuando una mujer recurre a un centro de salud, es obligación del profesional que la atiende, además de contar con una buena historia clínica de la paciente, informarle y explicarle cada método anticonceptivo que puede elegir y qué es lo que le conviene, de acuerdo a su salud.

 

Cuidarse es una cuestión de ambos

La vasectomía es una práctica a la que pocos hombres se someten, pero también es una opción a la hora de una relación, no necesariamiente siempre tiene que ser la mujer la que debe cuidarse y cargar con toda la responsabilidad. En Mendoza, son casi 13 800 mujeres que se han realizado la ligadura de trompas, frente a 102 hombres que se han animado a realizarse una intervención quirúrgica.  

“El hombre no tiene un espacio y si se lo damos, no consulta. Por esto, les decimos a las pacientes que existe la posibilidad de la vasectomía para su marido, apoyándonos en que es cirugía corta, ambulatoria y limpia para así poder captar a los varones”, explicó Cabrera.

Tanto la vasectomía como la ligadura son reversibles con diversas técnicas quirúrgicas, pero poseen adherencias y si se quiere revertir esa cirugía, tiene ciertas complicaciones. Es en este sentido que, la médica y titular del Programa hizo hincapié en una buena consejería como parte del sistema de salud sexual y reproductiva.

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